Entrenamiento

Entrenamiento funcional para niños en casa

Enséñale a tu hijo patrones de movimiento con ejercicios en forma de juego y estarás mejorando su coordinación, seguridad y autoestima para siempre.

Una de las principales razones por las que necesitamos que nuestros niños se muevan es porque en el aprendizaje motor hay fases sensibles en las que son mucho más receptivos a diferentes tipos de movimiento, hay que aprovechar porque en los niños que se están formando son etapas que no se repiten y luego eso patrones de movimiento adquiridos duran toda la vida.

Cuanto más reiterativos seamos con ciertos movimientos, mejor, y cuanta más actividad variada mejor, no hay que centrarse en muy pocos salvo que estemos buscando una formación específica para el alto rendimiento.

En la fase sensible los niños tienen que empujar, traccionar, ejecutar diferentes acciones, jugar, saltar…y siempre divirtiéndose.

Todos estos patrones de movimiento adquiridos se quedan ‘archivados’ para siempre y son los que de alguna forma diferencian a esas personas más ‘patosas’ de las que tienen mayores habilidades para el movimiento. Por mucho que un adulto quiera aprender ciertas habilidades complejas y mucho tiempo que le dedique nunca podrá acercarse al control que tiene un adulto que ha adquirido la misma habilidad motriz de niño, en la fase sensible de aprendizaje, igual que ocurre con los idiomas, la mayoría de adultos que aprenden una lengua nueva tienen un acento marcado, se nota, mientras que los que la aprenden en su infancia la hablan de forma natural.

Está claro que genéticamente hay niños que se mueven de forma más elegante y les cuesta mucho menos aprender gestos motrices, pero todos los niños necesitan estos estímulos de movimientos diferentes en la infancia para no ser ‘patosos de por vida’.

A tener en cuenta:

  • En estas primeras etapas no estaremos tan preocupados por la perfección del gesto como por la propia realización de los ejercicios. Habrá veces que no se respeten los cánones de ejecución ideales ‘de libro’, pero esto no nos debe preocupar en absoluto.

UN PLAN DIVERTIDO Y MUY FUNCIONAL

1. PLANCHA CON TOQUE DE MANOS

La posición de plancha es ideal para trabajar una gran cantidad de zonas musculares, principalmente de la cintura escapular y la pared abdominal. Al niño le explicamos que vamos a chocar las manos, de forma alternativa. Eso hace que ‘se olvide’ de la tensión muscular que supone el ejercicio y que tenga que pensar cómo busca con su mano derecha tu mano derecha, que está en su izquierda. El ejercicio se realiza con más facilidad y al tener que pensar cómo hacerlo resulta más efectivo y menos duro. Estimulamos la coordinación de forma sencilla y poco a poco a la vez que tonificamos los abdominales y tren superior.

Entrenamiento funcional para niños

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2. SENTADILLA CON APERTURA DE BRAZOS

De nuevo desplazamos el objetivo del ejercicio a la coordinación, para restarle dureza y para favorecer esa ampliación del repertorio motriz que tan importante es para un niño. Usamos una banda elástica o un tensor con el que trabajamos a la vez el tren superior, parte posterior de la espalda, y el tren inferior, principalmente cuádriceps. Si no tienes una banda elástica en casa no hay problema, usa una toalla, o una sábana. No trabajará tanto la apertura como lo haría con una goma, pero seguiríamos consiguiendo una intervención de la musculatura dorsal al realizar el gesto de llevar atrás los brazos a la vez que el niño se pone en pie.

Entrenamiento funcional para niños

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A tener en cuenta:

  • Todos estos ejercicios suponen mucha información, ya que combinan gestos con diversos movimientos simultáneos “a la vez que subes tienes que abrir los brazos…”, pero precisamente de eso se trata, de combinar lo físico con lo mental para generar nuevas adaptaciones, es lo que convierte el ejercicio en más funcional y favorece la mejora de la coordinación. El hombre de las cavernas no hacía sentadillas sin más, se agachaba para ocultarse de una fiera a la vez que se abría paso entre las ramas con los brazos y pensaba por dónde escapar, esa combinación cuerpo-mente usando a la vez varios grupos musculares falta en muchas de las rutinas actuales de entrenamiento.

3. ESTOCADA CON UNA PELOTA CON PESO

Nosotros hemos usado una pelota pesada, pero nos valdría con cualquier elemento que suponga cierta sobrecarga y que tengamos en casa, desde un tetrabrik de leche, a una botella con la cantidad de agua que tu hijo pueda mover con comodidad… al adorno ese de la suegra “que tanto nos gusta”. Empezamos con ángulo de 90º en las dos piernas, una adelantada y la otra atrás con la rodilla casi en el suelo, sujetamos el peso delante del pecho y al mismo tiempo que extendemos las piernas elevamos la pelota lo más alto posible, por encima de nuestra cabeza llevando el peso en vertical. No olvidarnos de cambiar de pierna.

Entrenamiento funcional para niños

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4. ¡A CORRER!

La banda elástica es un elemento ideal pero este ejercicio es igualmente válido hecho con una sábana, dejando una superficie amplia para el apoyo del abdomen. Le diremos al niño que se incline más o menos, para intentar escaparse de nosotros.

Entrenamiento funcional para niños

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Luego cambiamos y será el niño el que tenga que sujetarnos, realizando un trabajo diferente, más centrado en la parte posterior del cuerpo e igualmente con intervención de la coordinación y el equilibrio. No es un trabajo específico de fuerza pero sí un estímulo bien potente. Cuando el papá o la mamá se pone delante, puede probar a flexionar mucho las rodillas, muy agachado, para realizar un alto trabajo isométrico. Cuando el niño se pone detrás además le damos la oportunidad de que se sienta el líder que nos controla, el cambio de rol es interesante no solo desde el punto de vista físico.

Entrenamiento funcional para niños

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5. FLEXIONES DE BRAZOS

Para mí es un ejercicio básico, tanto para adultos como para niños, que permite multitud de variaciones y que resulta altamente beneficioso. En niños empezaremos a realizarlo con las rodillas apoyadas, nos miramos a la cara para crear cierta complicidad y podemos ir guiando mientras lo hacemos juntos: “bajamos un poco, un poco más, hasta aquí…”

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Fondos de brazos con apoyo de rodillas, posición inicial.

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Fondos de brazos con apoyo de rodillas, posición final.

Si tu niño tiene la suficiente fuerza podemos probar con apoyo de pies y rodillas elevadas, como los fondos de brazos que realizamos los adultos.

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6. EL JUEGO DE LA CARRETILLA

En toda mi infancia hacíamos juegos de carretillas con carreras, y dábamos medallas que hacían los abuelos a los que ganaban. Es un ejercicio funcional que tiene multitud de beneficios y con un toque lúdico importante. Hay que caminar con los brazos, estimulando mucho tren superior y core. La actividad física tiene que ser divertida y con este ejercicio lo puedes conseguir, tenemos que evitar como sea que los niños asocien deporte con sufrimiento, la actividad física tiene que ser igual a diversión.

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No te olvides de cambiar para ser tú la carretilla y tu niño el conductor. A mí me lo pidió directamente mi hija Martina, “papá, yo también te quiero llevar”.

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7. INTERCAMBIO DE PELOTA

Un trabajo de encogimientos abdominales que se realiza sin ser consciente de que se entrena, por la coordinación de intercambiar la pelota. Podemos complicarlo haciendo lanzamientos ligeramente laterales, en vez de darle la pelota en la mano, para que tu niño tenga que agarrar la pelota en el aire.

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8. ESTOCADAS INESTABLES

Rescata un par de flotadores de la piscina y los usas para que tu niño apoye los pies sobre ellos y haces así las zancadas, sujetando a tu niño por las manos. Si no tienes flotadores o un par de balones de playa medio hinchados, puedes poner un par de toallas grandes, que también supondrán un apoyo inestable. El desequilibrio supone una mayor funcionalidad en un ejercicio que de por sí es bastante completo y desvía la atención del esfuerzo al intento de mantener el equilibrio.

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A tener en cuenta:

  • En estas tareas la preparación y la creación de los ejercicios también es una fase importante que fomenta otros aspectos esenciales de la personalidad de tus hijos. Dales la oportunidad de que inventen sus propios ejercicios y que usen objetos cotidianos para realizar nuevas combinaciones. Fomentar la creatividad es tan importante como mejorar la condición física de tus hijos y crear hábitos saludables en ellos para toda la vida. Y no os olvidéis de que introducir nuevos patrones de movimiento tiene fecha de caducidad, hay un periodo en el que su asimilación es infinitamente más efectiva para el futuro motriz de tus hijos, íntimamente interrelacionado con sus funciones cognitivas.

Nuestro agradecimiento a esta modelo de excepción, Martina, hija de Martín, que no solo fue la perfecta ejecutora de los ejercicios sino que aportaba ideas nuevas para enriquecer el repertorio.

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Fuente: www.sportlife.es