Cada día son más y más las estrellas de alto nivel que llegan a los servicios de streaming. Esta vez vamos a hablar de la nueva película de Netflix The Devil All The Time o en español El Diablo a Todas Horas, una cinta que tiene un cast impresionante empezando con Tom Holland como protagonista y Robert Pattinson, Sebastian Stan y Bill Skarsgard como personajes secundarios con gran peso en la historia.
Antes de empezar, tengo que aclararles esta no es una película de terror, es una cinta de suspenso psicológico, por lo que no te asustará, pero sí te pondrá la piel de gallina en muchas ocasiones.
Está basada en la novela del mismo nombre del autor Donald Ray Pollock, dirigida y coescrita por Antonio Campos y está producida por Jake Gyllenhaal y Randall Poster. Como te lo mencioné antes, la cinta cuenta con un elenco envidiable comenzando por Holland, a quien recordamos por su interpretación de Spider-Man en el MCU; Bill Skarsgard, quien interpretó al payaso de IT; Robert Pattinson, recordado por su participación en Twilight y en The Lighthouse; Sebastian Stan quien interpreta a Bucky Barnes en el MCU, entre otros.
¿De qué va The Devil All The Time? Esta historia se centra principalmente en Arvin Rusell, un joven que pasó por muchas cosas terribles de niño y que termina siendo criado por su abuela Emma, pero al final de su adolescencia tiene que enfrentarse a un extraño reverendo y a un policía corrupto.
La historia de esta película está contada de una manera peculiar, debes estar muy atento a lo que sucede en la pantalla, es decir, no es una cinta que puedes ver mientras chequeas Instagram o mientras hablas con tu amigo por WhatsApp.
Uno de los principales inconvenientes de esta producción, y para mi el único, es el ritmo. Cuando nos referimos al ritmo hablamos de la velocidad que tiene la historia al momento de que es presentada a la audiencia. En The Devil All The Time el ritmo varía mucho, parece un sube-baja; es una historia que en momentos es dinámica, tiene velocidad y fluidez, mientras que en otros momentos es lenta y pausada, lo que puede dificultar que la audiencia le preste la máxima atención en los momentos más pausados.
El resto, son puros puntos sólidos. Las actuaciones es lo mejor de la película, Holland nos presenta un personaje perfectamente ejecutado, con una madurez impresionante y una actitud completamente diferente a lo que nos había mostrado en Spider-Man, algo que habla muy bien de su nivel actoral. Mientras que por el otro lado, tenemos a un Pattinson que nos genera incomodidad, que nos hace rechazarlo casi de inmediato cuando sale a escena. Un Skarsgard que nos regala un personaje al que puedes detestar y con el que puedes empatizar al mismo tiempo. Y por último, Sebastian Stan nos ofrece un personaje con una dualidad complicada y con unas metas claras que le hacen hacer cosas indebidas.
Por otro lado, tenemos el guion y aquí hablaremos del suspenso. La historia está contada de una manera que desde el primer minuto te hace sentir incómodo, que te intrigue y te genere la necesidad de seguir viendo. Sin embargo, al ser una historia tan – asquerosamente – real es posible que gran parte de la audiencia la rechace. En esta cinta podrás encontrar violencia muy explícita, abusos sexuales, suicidios, enfermedades y asesinos seriales; además, a eso le añadimos el suspenso de la historia, que no nos deja saber cuál será el desenlace hasta que este se presente, lo que la hace mucho más intrigante.
Sin duda, uno de los puntos más resaltables de la película es su fotografía y escenografía que te hacen estar en todo momento pendiente de lo que está sucediendo, precisamente por la sensación de que se siente real en todo momento.
Una manera sencilla de entender esta película puede ser que la veas como si te estuvieran contando un chisme, porque así es básicamente como se desarrolla.
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