Si bien el inicio de la primavera ha llegado con un clima atípico en gran parte del país, te contamos cuáles son los cambios que deberíamos implementar en nuestra rutina facial, estando más atentos con lo que pasa con nuestra piel.
Desde el 21 de septiembre la humedad se vuelve más constante, hace más calor, llueve más, pero a la vez los rayos UV son más fuertes.
Limpieza y exfoliación
Es importante limpiar nuestra piel a diario, más allá de si usamos maquillaje o no. Una exfoliación semanal es recomendada por los especialistas, sin embargo, hay que evitar los peelings químicos que contienen sustancias fotosensibilizantes que pueden dañar nuestra piel y contribuir a la aparición de manchas. Ese tipo de procedimientos es mejor realizarlos en otoño/invierno cuando baja la intensidad de la luz solar.
Cremas más ligeras
Durante el invierno, utilizamos cremas con más cuerpo. En primavera/verano optamos por versiones por ligeras, incluso podemos aplicar geles. Eso sí, primero debemos consultar a un dermatólogo, ya que también es muy importante entender que necesita nuestra piel. Cada una tiene necesidades diferentes, pero aplicar productos más ligeros nos ayudará a sentir la piel más liviana.
Mayor hidratación
Que nuestra piel tome un aspecto más brilloso con la llegada de las altas temperaturas no significa que esté hidratada. Por eso, es muy importante elegir productos que mantengan una buena hidratación. Claro que tampoco podemos olvidar a quien se convertirá en nuestro mejor amigo: el protector solar. Ahora sí estamos listas para disfrutar de la primavera y lucir una piel espléndida.
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