Si bien muchas personas logran cumplir con las cuatro comidas diarias, comiendo la cantidad de veces requerida, muchas veces esto no nos garantiza que nuestro cuerpo este adquiriendo las vitaminas suficientes. ¿Cómo podemos darnos cuenta? Previa a una consulta médica, podemos observar diferentes síntomas que son señales asociadas a esta situación.
Grietas en comisuras de la boca y labios: En caso de que presentes labios agrietados esto será una clara señal en la deficiencia de vitaminas como zinc, hierro y vitaminas del complejo B (B6, B9, B12). Estas vitaminas podrás encontrarla en el consumo de alimentos como huevos, salmón, atún, lentejas y verduras de hoja verde.
Erupciones cutáneas y cutis irritado: Estas afecciones pueden originarse como consecuencia de la falta de retención de vitaminas B que son solubles al agua por parte del cuerpo, lo cual puede solucionarse con la ingesta de alimentos como plátanos, nueces, coliflor, champiñones, salmón y huevos cocidos.
Acné y manchas blancas: El acné representa otra de las señales de que tu cuerpo necesita vitaminas extra, específicamente vitamina A, la cual puedes encontrar presente en alimentos como yemas de huevo, hígados, pescados, vegetales verdes y amarillos y manteca. Junto a esta, el consumo de vitamina E te resultará favorable al obtenerla de alimentos como la espinaca y la coliflor, así como la vitamina D que podrás obtener a través de la exposición moderada a la luz solar.
Sensación de hormigueo o cosquilleo en pies y manos: Las vitaminas B6, B9 y B12 pertenecientes al grupo B, llegando a ocasionarte afecciones como depresión, ansiedad y desajustes hormonales. Ingerir alimentos como el pollo, acelgas, salmón, huevos, legumbres, espárragos y espinacas te ayudarán a cubrir la dosis necesaria de estas vitaminas a fin de impedir procesos degenerativos en tu organismo.
Calambres musculares en pantorrillas y pies: Este problema aduce a una deficiencia de vitaminas como potasio, calcio y magnesio, las cuales podrán ser encontradas en la ingesta de alimentos como brócoli, manzanas, avellanas y bananas.
Uñas blandas y quebradizas: Suele estar relacionado con la caída del cabello y los problemas de piel. Aumenta la dosis de vitamina A con el consumo de zanahorias, espinacas, acelgas, tomates y kiwi. Si tienes padrastros, te faltan proteínas, ácido fólico y vitamina C que debes paliar consumiendo cítricos, verduras, carnes rojas y aves de corral.
Anemia y debilidad: Estos trastornos ocurren cuando hay una baja de vitamina K. Come tomate, naranjas, cereales integrales, espinacas y zanahorias. Además, te faltan proteínas, que podrás encontrar en carnes magras, pescados azules, mariscos y frutos secos.
Caspa y descamación: Te hacen falta vitaminas B2 y B6, zinc, magnesio y biotina. Aunque los orígenes de la caspa son diversos -desde hongos a psoriasis, dermatitis seborreica, parásitos, por estrés o carencias nutricionales, incorpora a tu dieta avena, chocolate negro, zanahorias, huevos, nueces, pescado -sobre todo azul- y legumbres.
Halitosis: Aunque puede revelar problemas estomacales y de reflujo gástrico puede obedecer a la presencia de bacterias que revelan falta de nutrientes como la vitamina B6, el zinc o el magnesio. Es recomendable añadir a tu dieta papas, pescado, banana, ostras o semillas de calabaza.
Sensibilidad a la luz: Aunque lo más recomendable es acudir al médico, puede estar relacionado con la falta de vitamina A y vitamina B2. Te echarán un cable pistacho, caballa, hígado, tomates, zanahorias, melocotones y legumbres. También debes evitar el alcohol y la cafeína.
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