Antes era impensado ver a un papá disfrazándose con su hija. Hoy, no llama la atención. Las diferencias entre géneros se diluyen y se acabó eso de los roles establecidos para hombres y para mujeres. De eso se trata la nueva masculinidad, una realidad que derriba barreras y nos encanta. Algo que las marcas tienen que comenzar a explorar.
Alrededor del mundo, el discurso normativo de la masculinidad está atravesando un cambio profundo. A medida que la cultura se transforma, los conceptos de fuerza, poder y control, históricamente atribuidos al género masculino, se vuelven obsoletos, dando paso a una revolución ideológica que desdibuja los códigos del sistema hetero-patriarcal.
La agencia Another revela los resultados del estudio “La masculinidad deconstruida”, que identificó los puntos clave de la actual crisis que atraviesa la masculinidad impulsada por el cambio de roles de los géneros binarios. El estudio se realizó entre enero de 2020 y enero de 2021 y analizó la conversación sobre la categoría en redes sociales, en idioma español, entre hombres y mujeres de Argentina, México, Colombia y Chile.
Las mujeres finalmente rompieron las barreras, ocuparon más y mejores espacios en el mercado laboral y validaron distintos comportamientos dentro de ellas mismas, permitiéndoles ganar mayor fuerza y apoyo en la agenda política y en los medios Pero, a su vez, esto pone en riesgo el modelo tradicional de masculinidad, porque los hombres se cuestionan su rol y posibilidades.
El informe “La masculinidad deconstruida” analizó la conversación sobre la categoría en redes sociales, combinado distintos reportes, artículos, casos de estudio y tendencias en distintos países de América Latina. «Esta coyuntura exige que las marcas adapten sus mensajes y tono de comunicación para apelar a los nuevos conceptos masculinos, en donde la intención es ampliar las posibilidades y oportunidades de este segmento», explican desde el equipo de estrategia de la agencia.
El rol del feminismo, fundamental
Ideológicamente los latinoamericanos aún no están completamente desarraigados de los paradigmas asociados a la masculinidad tóxica. Sin embargo, debido a la enorme visibilidad que el tema ha alcanzado en los últimos años, poco a poco se comienza a detectar una dilución del mismo.
Entre los países en donde se llevó a cabo el análisis, sobresalen los siguientes 4 indicadores:
- Aceptación de la jerarquía y estructuras de poder
- Arraigo a conceptos “masculinos” (éxito, fuerza, poder) por encima de los “femeninos” (empatía, sensibilidad y equidad)
- El apego a la tradición (rechazo a la incertidumbre)
- La búsqueda de aprobación social, poco criterio individual
- A mayor feminismo, aumenta la presión
El feminismo, que viene ocupando la agenda política en toda la región, aumenta la presión sobre los «hombres», y lleva a varios cuestionamientos: «¿Cuál es mi rol?»; «¿Cómo apoyo la igualdad de género sin disminuir mis derechos?», y aumenta las posibilidades de las nuevas masculinidades.
«A medida que el feminismo se fortalece, los hombres se cuestionan más su rol. Las mujeres dejan claro que no necesitan de ‘los hombres’ para luchar por sus propias causas, dando paso a nuevos cuestionamientos en la cancha de los hombres -sobre todo de generaciones más adultas- ya que pierden claridad sobre su papel, que tradicionalmente fue mantener y proteger a la mujer», explicó Ana Elena Gómez Rubio, de Another.
En este sentido, el estudio identificó algunos puntos clave respecto a la nueva masculinidad:
- La masculinidad dejó de ser anti-sensible: Hoy existe mayor permisividad cultural para que los hombres muestren sus emociones y sentimientos, sin que se les señale como personas débiles o frágiles, y las marcas cada vez impulsan más esta necesidad
- La limitación del rol de género comienza a disolverse: tanto hombres como mujeres aprenden los roles de “género” durante la infancia, mismos que tienen orígenes en las primeras civilizaciones, Hoy, el cambio permite visibilizar diversos comportamientos en el hombre que van más allá de ser proveedor y protector.
- El ingreso de los hombres en categorías que antes eran exclusivas de la mujer: a medida que las barreras de género se diluyen, cada vez más hombres, especialmente los jóvenes, se atreven a experimentar con nuevas prácticas que ya son parte esencial de sus rutinas diarias; por ejemplo el cuidado personal o preocupación por la imagen.
Retos y oportunidades para las marcas
Habilitar espacios y plataformas que motiven a niños y hombres a expresar una amplia gama de emociones y comprendan la diferencia positiva que pueden marcar cuando lo hacen, seguramente crearán masculinidades más saludables. Otro punto, es facilitar la exploración de los hombres en nuevas categorías, al multiplicar espacios no intimidantes para que se atrevan a hacerlo con mayor confianza y seguridad. En este sentido, las nuevas generaciones son la clave para seguir deconstruyendo y cuestionando la masculinidad.
Perfiles como Soy Amo de Casa (@soyamodecasa) o Mark Bryan (@markbryan911) son muestras de hombres que ya rompen preconceptos y estereotipos impuestos. Anulan los paradigmas sociales y generan debate sobre la paternidad responsable, comportamiento masculino en el mercado laboral y lo que es ser hombre hoy. Los artistas asiáticos del grupo BTS, así como Mike Amigorena, Harry Styles o Timothée Chalamet, también sobresalen no sólo por su talento, sino también por su estética disruptiva.
En resumen, las marcas tienen la responsabilidad de habilitar espacios de experimentación para que los hombres exploren las distintas caras de la nueva masculinidad y promover la posibilidad de “jugar” con los símbolos de masculinidad y animar a los hombres a sentirse preparados para emprender nuevos caminos en la vida, a sentirse libres para ser ellos mismos, incluso cuando eso implique desafiar las expectativas de la sociedad establecida.
También se realizó un análisis general de la situación de la categoría, mediante la consulta de reportes, artículos, casos de estudio y tendencias que aportan una perspectiva experta sobre el tema.
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