La premisa de Project Power : en las calles de Nueva Orleans se está distribuyendo una nueva droga: Power. Cuando te la tomas, la pastilla hace que tengas un superpoder durante cinco minutos exactos. Dependiendo de quién seas, tienes un superpoder diferente: práctica invisibilidad, rapidez, capacidad de combustión, poder para repeler las balas. El problema es que Power también puede hacer simplemente que mueras. No le sienta bien a todo el mundo. Insisto, no juzgues a Project Power por su versión reducida (trailer).
En lugar de caer en todos los tópicos del género de acción y superhéroes, la película nos presenta a tres personajes con los que es difícil no sentirse identificado. Joseph Gordon-Levitt (Looper) es Frank, un policía preocupado por lo que está sucediendo en su ciudad a causa del tráfico de Power. Jamie Foxx es Art, un exsoldado que acude a Nueva Orleans por motivos muy personales. Dominique Fishback (The Deuce), y aquí es donde esta película huye de la fórmula clásica, es Robin, una adolescente que vende Power para tratar de ganar un poco de dinero. Robin es la dealer de Frank. La joven también acabará entablando una relación cordial con Art. Project Power es un poco una buddy movie pero a tres bandas.
A pesar de que la película plantee un argumento solemne (las consecuencias del tráfico de una droga muy poderosa y difícil de controlar) los cineastas aprovechan todos los momentos posibles en las poco menos de dos horas de duración de la Proyecto Power para incluir mucho sentido del humor. Frank tiene una secuencia en la que se referencia esta icónica escena de Dirty Harry. Art acaba vestido con una camiseta con la que aboga por la adopción perruna, después de ser remendado de una herida en una clínica veterinaria. Aunque mi anécdota preferida provocadora de carcajadas aparece de hecho en el tráiler de Project Power. Una camarera le pregunta a Art si quiere algo más. Él responde que no, que está bien. Y ella simplemente concluye: «Sí, ya lo veo», después de una mirada muy apreciativa hacia su físico a la que Frank no puede dejar de sonreír. El talento de Foxx y Gordon-Levitt para la comedia se aprovecha al máximo aquí.
También para el drama claro. Aunque en ese registro mi intérprete preferida en la película haya sido Fishback. La adolescente está tratando de salir adelante a pesar de que su madre esté enferma y no tengan seguro de salud. También tiene sueños: la música rap. Art la advierte sobre la necesidad de luchar por seguir sus sueño y buscar un futuro alejado del tráfico de estupefacientes. «Eres joven, eres negra, eres una mujer. El sistema está diseñado para tragársete entera», le dice.
Sí, hay crítica racial en esta película que también trata de hacernos pensar en las consecuencias de tener superpoderes. Tomarse una pastilla de Power no es gratuito. Los protagonistas de este título tienen que plantearse si realmente quieren arriesgarse a ingerir una sustancia sin saber qué efectos tendrá, sobre todo la primera vez que lo hacen. Y nadie suele regresar de un viaje de Power exactamente igual que cuando lo empezó. Si tu poder es encenderte en llamas, es posible que te quemes irreversiblemente en algunas partes del cuerpo. Si tienes la capacidad de que no te perforen las balas, eso no significa que no te puedan causar moretones.
El duo de directores formado por Henry Joost y Ariel Schulman, responsable de Paranormal Activity 3 y 4, toma las riendas en esta producción de dimensiones no modestas. Proyecto Power se filmó en su integridad en Nueva Orleans y se nota. Los cineastas filman la ciudad desde el aire. Los puentes que conectan la urbe están retratados a la hora del crepúsculo. Se puede apreciar la característica arquitectura a base de casas shotgun de madera de la zona. Incluso los tranvías que forman el entramado de transporte público de la ciudad se capturan en una secuencia adrenalínica de persecución policial.
La fotografía de la película, que en su mayoría transcurre de noche, se ha confeccionado a base de colores saturados y entre los que predomina el rojo, un color con el que también se viste a los protagonistas de esta historia. Y la acción tiene un buen equilibrio entre explosiones, secuencias de lucha cuerpo a cuerpo y persecuciones sin que en ningún momento el espectáculo domine por encima del drama humano por el que están pasando estos personajes. Lo que estoy tratando de decir es que Project Power es una película bien escrita.
No sé cuál es el método de Netflix para forjar sus películas de acción. No sé si es un tema de escoger bien a los directores, guionistas y protagonistas, y darles libertad creativa. O es que realmente usan todos los datos a su disposición sobre aquello que la gente quiere y en qué momento el espectador se aburre y abandona un título. Las películas de acción de este servicio de streaming, títulos recientes como Extraction, The Old Guard o esta Project Power cuentan con repartos interesantes, guiones sólidos y son efectivas. Logran ante todo un objetivo importante: entretener sin alienar la capacidad del espectador de reflexionar sobre aquello que está viendo.
Otra cosa que consigue Project Power es despertar el ritmo del espectador. Quédate a ver los títulos de crédito de esta película para saborear la canción «My Power» escrita por la rapera, cantante y compositora CHIKA.
Fuente: www.cnet.com
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