Estás a gusto con tu peso, pero te gustaría que se notaran todos esos abdominales que haces; puede que el problema esté en la mesa. En este artículo te mostramos las pautas para que tu dieta anti-barriga sea efectiva.
parte de una cuestión estética, una zona media prominente indica que hay grasa de más entremezclada con tus vísceras y órganos vitales y hasta profundamente arraigada al interior de tus arterias, y eso es peligroso para tu salud.
Hacer muchos abdominales sirve de poco contra esa grasa acumulada en el vientre. La pérdida de grasa en una zona concreta es imposible. Tu cuerpo pierde de forma global a medida que adelgazas y te afinas. No por hacer 1.000 abdominales al día vas a definir tu zona del vientre, aunque eso sí, ganarás un tono muscular importante.
La cruda realidad es que para tener unos abdominales definidos tu porcentaje de grasa corporal ha de estar en torno al 18% o menor si eres mujer y alrededor del 10% o menor si eres hombre. Eso se consigue con entrenamiento de cardio, y de fuerza, redondeando el plan con ejercicios abdominales y con la “dieta anti-barriga”. Si no tienes que perder una cantidad importante de peso y sólo pretendes afinar esa capita de grasa puede que te baste con algunos buenos consejos nutricionales.
Las normas básicas
Procura que en cada comida haya alimentos de los tres tipos: proteínas, hidratos de carbono y grasas.
Elige carbohidratos complejos y olvídate de los azúcares refinados y la panaderia industrial. Es mejor tomar grasas saludables como aceite de oliva, frutos secos, la de los pescados azules, etc. que no tomar grasa en absoluto.
Haz cinco comidas diarias: tres principales y dos tentempiés a media mañana y media tarde.
¿Y qué como?
Desafortunadamente, todos los alimentos engordan porque aportan calorías, pero algunos te ayudarán a alcanzar el porcentaje de grasa ideal por sus propiedades beneficiosas. A continuación tienes una lista de esos alimentos. Incluye dos o tres de estos alimentos en cada comida principal y al menos uno en cada una de las otras dos comidas. Toma nota de estos 15 consejos:
- Aceite de oliva: grasa buena que ayuda a eliminar las perjudiciales.
- Alcaucil: contenido calórico bajísimo y diurética, hace que las grasas se digieran con más facilidad.
- Avena: gran alimento que aporta energía y fibra.
- Carnes magras: ricas en proteínas e imprescindible para el desarrollo muscular.
- Cereales integrales: energía y vitaminas que necesitas para el perfecto funcionamiento de tu metabolismo.
- Cítricos: propiedades antigrasa.
- Frutas del bosque: muy bajas en calorías, ricos en vitaminas y sabor.
- Frutos secos: alimentos ricos en grasas pero de la variedad más sana posible, con los famosos ácidos grasos monoinsaturados y los omega 3 y 6.
- Huevos: uno al día te aporta proteínas de alto valor biológico.
- Lácteos: en contra de los que se pensaba, disminuyen los riesgos de contraer enfermedades cardiovasculares.
- Legumbres: contienen hierro y fibra, ambos componentes muy apreciados en la lucha por afinar cintura.
- Pescado azul: ayudan a quemar las grasas que se acumula en los sitios más complicados (por ej, sardina,atún,salmon,caballa,jurel)
- Soja: hace más fácil controlar tu porcentaje de grasa.
- Té verde: previene la diabetes y propiedades antioxidantes.
- Vino tinto: Ayuda a retrasar en envejecimiento celular y previene las enfermedades cardiovasculares.
PAUTAS FUNDAMENTALES
- La regla del 15 Si necesitas perder peso trata de cortar tu consumo calórico en un 15% sobre lo que ahora estás ingiriendo. No bajes de este porcentaje porque los cambios drásticos hacen que tu cuerpo se ponga a la defensiva, interpretando lo que está pasando como una situación de emergencia en la que hay que recortar el gasto calórico a toda costa.
- Muchas veces y muy seguido Si eres de los que toman desayuno, una comida fuerte a mediodía y una cena importante, necesitas cambiar de hábitos. Estás sometiendo a tu cuerpo a periodos de ayuno demasiado prolongados y esto, (comprobado científicamente), hace que se acumule la grasa en vez de quemarse, como recurso de tu sabio organismo para disponer de energía cuando sea necesario.
- Has de repartir las calorías de tu jornada en cinco o seis tomas, con un tentempié a media mañana y otro a la hora de la merienda, incluso debes tomar algo antes de dormir, si es que cenas pronto. No tienes que sentir hambre durante el día.
- Dale a las proteínas Intenta que en cada comida haya al menos un alimento con alto contenido en proteínas. Se ha comprobado que las proteínas tienen menos tendencia que los carbohidratos, y por supuesto que la grasa, a acumularse en la panza como reserva. Pero ten en cuenta que muchos alimentos ricos en proteínas también contienen grasa en su forma natural, es el caso de las carnes, por lo que habrás de elegir las más magras como pollo, pavo y filetes sin grasa.
- Un poquito de por favor… Es importante no obsesionarse con seguir una dieta muy estricta. Si lo pasas mal no vas a poder mantener mucho tiempo tu nueva pauta de alimentación, así que una vez a la semana dale rienda suelta a tus caprichos alimenticios en una de las comidas. No es cuestión de que te vuelvas loco en esa ocasión y que te comas lo que no has tomado en siete días, pero sí que es bueno que te relajes y comas lo que te apetezca de forma controlada, como unas onzas de chocolate, un plato de papas fritas pequeño, un helado, una hamburguesa, etc.
- De sólido a líquido Una licuadora, o en su defecto una batidora, pueden ser tus mejores herramientas para luchar contra la “curva de la felicidad”. Te permitirá mezclar frutas, yogur desnatado, leche y hasta polvo de proteína y lo que se te ocurra, dentro de los ingredientes sanos, para fabricarte tentempiés saludables y de fácil digestión. Un batido es especialmente recomendable también como recuperante, para aportar energía justo después del esfuerzo que es cuando más necesaria resulta.
- De líquido a sólido Cuidado con lo que bebes, porque se puede “transformar en barriga sólida” sin que tengas la sensación de estar aportando calorías y por tanto sin notar saciedad. Es el caso del alcohol, que contiene mucha energía pero no te alimenta. Además, hay estudios que afirman que el alcohol hace que tu cuerpo acumule con más facilidad la grasa. Las bebidas carbonatadas azucaradas también son energéticas y lo mismo ocurre con muchos zumos “de tetrabrik”, que te tomas un par de vasos junto a las comidas y te hacen seguir acumulando renta positiva en el balance de tu tripa, sin enterarte. Bebe 9 vasos de agua al día como mínimo para mantener la hidratación y, si sales, toma zumos de fruta naturales, cerveza sin alcohol, una copa de vino, etc.
Fuente: www.sportlife.es
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