CÓRDOBA.- Con unas 200.000 hectáreas quemadas en los últimos cuatro meses en Córdoba, distintas instituciones ya proyectan las acciones de reforestación, que comenzarán en unos meses porque primero se deben esperar las primeras lluvias para determinar cómo reaccionan los suelos. La Secretaría de Ambiente de Córdoba trabajará asesorada por la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Un equipo técnico interdisciplinario resolverá el abordaje integral a los problemas forestales y ambientales que dejaron los incendios.
Marcelo Conrero, decano de Ciencias Agropecuarias, explicó a LA NACION que donarán un millón de semillas del Banco Nacional de Germoplasma de Prosopis «algarrobo» para la producción de plantines y, además, entregarán 15.000 plantines ya desarrollados. «Antes de avanzar en plantarlos, haremos un diagnóstico de las zonas arrasadas porque la flora nativa tiene gran capacidad de adaptación; hay que esperar que se haga nuevamente una masa vegetal que hará de sostén y allí ubicar ejemplares de 30 a 40 centímetros que son los que mejor capacidad de arraigar tienen», describió.
Los especialistas coinciden y advierten que lo primero que se debe hacer es dejar «cicatrizar» los suelos. Piden a los habitantes de zonas afectadas que no comiencen a plantar inmediatamente. Guillermo Díaz, director de la Reserva Natural San Martín (último resabio de bosque nativo original en el ciudad de Córdoba), apunta que el proceso debería comenzar en unos seis meses: «No hay que salir a invadir las sierras ahora; debe lavarse el suelo, surgir los primeros brotes. Aunque el bosque quemado parece muerto, siempre sorprende porque hay un proceso natural de recuperación. Donde está muy afectado, hay que evaluar la oportunidad de intervención».
En la Reserva, que depende de la Municipalidad de Córdoba, están preparando «bombas de semillas» (tres partes de tierra orgánica, una de arcilla y semillas de bosque nativo) para cuando empiece la reforestación. Díaz indica que se trata de una técnica japonesa que hasta ahora no se usó en las sierras, por lo que no está comprobado su efectividad, «pero nunca provocará problemas; es una forma secundaria de reforestar». La distribución se coordinará con la Provincia.
Juan Scotto, secretario de Ambiente provincial, señala que se cuidará de que no pasen autos en las tierras afectadas; tampoco se recomienda que haya ganado. Según sus planes, para la asistencia forestal se realizará la implantación de 400.000 plantines (cree que 65.000 serán este año), además de un plan de picadas perimetrales y cortafuegos, como medidas de prevención para futuros siniestros.
Lluvias
Los expertos estiman que, con lluvias, en 15 o 20 días habrá pasto en algunas zonas. A su vez, cuando el agua empiece a correr sobre el suelo con cenizas provocará problemas en los lagos, ya que arrastrará esa ceniza y tierra. «Habrá mucha materia orgánica que genera mal olor. Son las etapas que se prevén cuando lleguen las precipitaciones», dice Scotto.
Desde Ciencias Agropecuarias instrumentan capacitaciones para producir plantines, cosechar, y también concientizar a los ciudadanos. «Hay que ser muy insistentes en un plan de conservación; no somos cuidadosos de las sierras, tiene que haber prohibiciones claras respecto de lo que se puede y no se puede hacer -dice Conrero-. Las primeras plantaciones seguramente serán en los márgenes de los pueblos, donde se pueden controlar y cuidar mejor».
Fundado en 1985, el Banco Nacional de Germoplasma de Prosopis es el único en su tipo en el país; cuenta con una parte pasiva, de conservación de una cierta cantidad de material que no se toca, y una activa que se usa y comercializa. Sus integrantes exploran y recolectan material germoplásmico que es acondicionado y conservado con referencias geográficas y discriminado por especie.
Jacqueline Joseau, directora del Banco, enfatiza que cada región tiene especies propias. «No todas están en todos los lugares: por más que sea la misma [especie] no se puede traer de una región y ponerla en otra porque no hay que interferir en su adaptación», señala.
Y destaca que en el suelo de los bosques quemados, aunque no lo parezca, hay un banco de semillas: «Hay que esperar a ver si pueden surgir por sí solas, hay que darles tiempo para que respondan. Y si no hay distintas técnicas de restauración».
Las semillas y los plantines que se entreguen incluirán su origen para que Ambiente las ubique en las zonas más degradadas y también en plazas de áreas urbanas, siempre manteniendo su trazabilidad. Es una forma de ir devolviendo algo al bosque perdido. En 2013 había menos de un 4% de formaciones boscosas en la provincia de Córdoba y ahora está en el 2%. Joseau advierte que el porcentaje de bosque necesario en una región dada debe ser del 25% «para no esperar catástrofes ante situaciones ambientales adversas».
Querellante
El Gobierno de Córdoba solicitó ser querellante en todas las causas judiciales abiertas por los incendios en las que, hasta el momento, hay 13 imputados, de los cuales ocho están detenidos, acusados de provocar los diferentes focos. El hecho más grave fue en la zona de Villa Albertina, donde se ordenó la detención de dos personas acusadas de provocar un incendio que consumió 30.000 hectáreas, aparentemente por una supuesta enemistad con el dueño del campo.
Por otra parte, el Gobierno también presentó una denuncia penal por los intentos de vender terrenos afectados por los incendios, a raíz de una situación que se vivió en las últimas horas en redes sociales, en la ciudad de Villa Carlos Paz.
Fuente: escrito por Gabriela Origlia para www.lanacion.com.ar
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