Actualidad Género

¿Escuchaste hablar sobre el género fluido?

Con el correr del tiempo, las discusiones en torno a la libertad de género y sexualidad toman mayor relevancia. Ciertamente es que siempre existió la necesidad de este debate. Sin embargo, las nuevas generaciones y las luchas sociales nos permiten, en la actualidad, poner en tela de juicio la sexualidad vista en términos binarios. En este contexto, surge el concepto del género fluido.

Vamos a ver algunas características e intentar definir lo más certeramente posible este nuevo concepto.

Para empezar, deberíamos comprender que el género fluido designa a los estados transicionales entre diferentes géneros. Veamos más al respecto y sus características.

Para la mayoría de las personas, su género y su sexo coinciden. Hay dos géneros (masculino y femenino), que se complementan con los sexos (hombre y mujer). Para una parte de la población, sin embargo, esta categorización binaria es insuficiente. Hoy te enseñamos qué es el género fluido y cuáles son sus características.

El concepto de género fluido se ha popularizado los últimos años, en parte por la reivindicación que han hecho algunas personas famosas. A pesar de ello, no dudamos en afirmar que es una etiqueta desconocida para muchos o, en todo caso, que se presta a malinterpretaciones. En las próximas líneas te explicamos en qué consiste y desterramos algunas dudas.

¿Qué es el género fluido?

Características del género fluido

Tal y como nos recuerda Harvard Healt Publishing, el género fluido se caracteriza por el cambio que una persona hace a lo largo del tiempo con respecto a su identidad de género y su expresión de género. Antes de proseguir, es muy importante definir a qué aluden ambos conceptos, ya que son claves:

  • Identidad de género: es la autopercepción de carácter subjetivo que una persona hace sobre su propio género. Es decir, la forma en que interpreta y asimila desde el punto de vista psicológico su género.
  • Expresión de género: es la forma en que la identidad de género se expresa en un contexto social a través de actitudes, comportamientos y roles.

La identidad de género no siempre coincide con la expresión de género. Por ejemplo, una persona puede autopercibirse como mujer, pero decide no expresarlo por diversos motivos (miedo, estigma, discriminación, preceptos morales o religiosos).

Una vez aclarados estos conceptos, podemos regresar a la definición que hemos dado. Alguien que se identifique como de género fluido transita por fluctuaciones entre su identidad de género (su autopercepción) y su expresión de género (la forma en la que la manifiesta). Incluimos así otra categoría: cisgénero.

Cisgénero es una palabra que se utiliza para describir la coincidencia entre el sexo y el género de una persona, con independencia de su orientación sexual. Por ejemplo, un hombre homosexual que se perciba a sí mismo dentro del género masculino es un cisgénero. Una mujer heterosexual que se percibe a sí misma dentro del género femenino, también.

La etiqueta género fluido engloba a la de cisgénero, pero también se aleja de ella. La incluye en la medida en que durante una etapa de la vida, una mujer se puede autopercibir como parte del género femenino, pero la rechaza porque en otra etapa puede no existir esta correspondencia (autopercibirse como hombre, por ejemplo).

Género fluido.
El género fluido es una denominación sobre la que puede haber confusión cuando no se comprenden los conceptos de base.


¿La fluidez de género es una identificación inmutable?

La respuesta a esta pregunta es que no. De hecho, el término fluidez se incluyó para representar el constante cambio.

Piensa, en este sentido, en la fluidez de un río. Siempre está en constante movimiento y nunca se detiene. La fluidez de género transita a través de diferentes estados sin que exista un carácter de inmutabilidad.

Es en este punto que surgen los malentendidos. Quien se defina con esta categoría no experimenta las transiciones todos los días. De acuerdo con muchas variables (emocionales, geográficas, culturales) puede autopercibirse por un tiempo indefinido con tal género.

No existe, por tanto, un límite temporal establecido. Pueden pasar años e incluso décadas antes de experimentar una transición, aunque también un par de semanas o meses. No hay lugar para un criterio general.

Por todo lo que hemos presentado, y tal como señalan los investigadores, esta etiqueta le da la espalda a las tradicionales divisiones entre hombre y mujer y su correspondiente masculino y femenino. Se piensa que la identidad de género se empieza a consolidar en torno a los 3 años de edad, de manera que el género fluido puede surgir durante esta etapa.

La idea erosiona los preceptos sociales clásicos de división binaria y los reemplaza por un panorama más abierto y libre. A pesar de lo que hemos comentado, no existe una definición total de fluidez de género. Cada persona lo asimila a su manera. La identidad, la expresión y el panorama de géneros aceptados varía con cada caso.

Derechos del género fluido.
El reconocimiento de la categoría de género fluido es parte de los derechos que se promueven en cuanto a la libertad sexual.


Ideas erróneas con respecto al género fluido

Al igual que sucede con otras etiquetas similares, esta categoría tiende a generar malinterpretaciones, prejuicios o ideas erróneas. Una de las más frecuentes es equiparar la fluidez de género con la fluidez sexual. Estos son conceptos diferentes. Mientras en el primer caso se orienta hacia el género, en el segundo lo hace hacia el sexo.

Género y sexo son ideas diferentes que, aunque guardan algunas relaciones, nunca se deben interpretar como sinónimos. La fluidez sexual con frecuencia se asocia a la polisexualidad o la bisexualidad. Es decir, la atracción por más de un sexo. Quien se define con el concepto de género fluido no necesariamente es polisexual o bisexual.

Esto nos lleva a otro prejuicio: creer que todos son polígamos. Por supuesto que existen personas de género fluido que lo son, como también existen hombres, mujeres, gais o lesbianas que mantienen esta práctica. No es un condicionante universal.

Otro idea errónea es equipararlos con los transgéneros. Un transgénero es una persona cuya identidad de género es diferente al sexo asignado al nacer. Sin embargo, no atraviesa por transiciones. Esta es la idea capital que diferencia ambos conceptos.

La fluidez de género es más compleja de lo que se piensa en un principio y sus diferentes matices y relaciones dan lugar a equivocaciones. Dado que es una idea que se ha introducido hace poco tiempo, es natural que aún falten piezas del rompecabezas para construirla por completo.

Vía: mejorconsalud.as.com