Con los productos indicados y previa consulta con un especialista, una rutina facial se lleva con éxito y nuestra piel lo agradece. Aunque a veces buscamos y probamos muchos productos por nuestra cuenta y no nos convencen o no dan los resultados esperados. La rutina es algo seria y es clave tener en cuanta algunas recomendaciones para no cometes errores o hacer «experimentos» en nuestro rostro.
Para empezar, la clave está en la limpieza diaria, pese a que hay muchas mujeres que dicen «no tener tiempo» para limpiarse la cara al terminar el día o antes de irse adormir. Y consideran que lavarse bajo la ducha es suficiente, con el mismo jabón con el que se bañan. O que solamente se enjuagan con agua al levantarse, mientras se lavan los dientes. Estos son errores muy comunes.
Cómo higienizar la piel
Después de un largo día el cutis estuvo expuesto a agentes productores de grasa, el bloqueador solar tampoco queda exento, pues al poseer una ligera base de aceite, queda atrapado en los poros, dando como resultado posible la aparición de granitos.
Por estos motivos, es aconsejable hacer una doble limpieza, con diferentes productos, para higienizar la piel del rostro de verdad.
Por un lado, podemos aplicar una loción limpiadora bifásica, que retire los restos de productos e incluso el maquillaje. También podés optar por una leche limpiadora, que hará una barrida gentil de todo esto, mientras es amable con tu piel.
Una vez retirada la oleosidad, es momento de lavar la cara con un producto que se adapte a tu tipo de piel: hay geles y espumas que limpian en profundidad sin agredirla ni dejarla tirante. No es necesario ir con productos demasiado abrasivos.
Finalmente, la hidratación de la piel mediante una crema y un sérum de fácil absorción, será esencial en toda rutina básica. Y si es una rutina de día, se recomienda el uso del protector solar.
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