En tiempos de confinamiento muchas personas han aprovechado para hacer deporte, pero es importante saber cómo agendarlo en esta nueva rutina diaria. Todo depende de si buscamos quemar grasa o queremos afianzar una rutina.
Hasta hace apenas unas semanas parecía que el día no tuviera suficientes horas. Ahora parece que los días tengan demasiadas. Por eso hay mucha gente que, en este tiempo de confinamiento, ha decidido no estar todo el día pegado a la televisión, a la computadora o al celular, e intentar estar lo más activa posible. Eso pasa por practicar deporte y moverse, aunque sea dentro de casa. La cuestión es que antes se hacía deporte básicamente en el hueco que se podía, bien saliendo a correr antes de trabajar, escapándose a nadar en la hora de la comida, o yendo al gimnasio al salir de la oficina. Ahora, con tantas horas por delante, hay muchas personas que se hacen una pregunta: ¿hay una hora mejor que otra para hacer deporte?
La respuesta corta es un “depende”. La larga, precisa de matizar muchos factores que pueden influir en nuestra forma de agendar el deporte en nuestra rutina diaria y que precisan de la opinión de los expertos.
Antes de analizar el tipo de deporte o la hora del día, lo primero que hay que tener en cuenta en un entrenamiento son nuestras propias características. Tal y como explica Alberto Suárez Agustín, director técnico corporativo de Altafit, “es importante tener un entrenamiento lo más individualizado posible, seleccionando los ejercicios mejor adaptados a nuestro perfil”. Si bien siempre será mejor optar por apuntarnos a clases online, en las que recibir una asesoría previa, en vez de coger entrenamientos al azar en Youtube, no está de más tener algunas ideas en cuenta. “Nuestra experiencia será un punto muy importante ya que marcará la selección de ejercicios que podemos realizar y la frecuencia con la que podemos entrenar. En estos días lo más importante es generar una adherencia al entrenamiento y, en caso de que nuestra experiencia sea baja, comenzar entrenando 2-3 días a la semana e ir aumentando progresivamente”. Si ya hacíamos algún deporte con anterioridad, habrá que prestar más atención al propio ritmo biológico. “Hay que preguntarse a qué hora realizábamos actividad física con anterioridad. Sabiendo esto, debemos de tener en cuenta que los horarios en los que entrenábamos anteriormente serán los más óptimos para realizar el ejercicio físico intenso del día”, insiste el experto.
¿Adelgazar o muscular?
La siguiente pregunta que podríamos hacernos es cuál es el objetivo del entrenamiento. ¿Se trata solo de mantenernos activos? ¿De no subir de peso? ¿Seguir con nuestra rutina de musculación? A este respecto, Ana Meca, instructora de fitness y pilates y coach nutricional, explica que “si lo que buscamos es una pérdida de grasa, se recomienda hacer ejercicio por la tarde coincidiendo con la disminución de nuestro metabolismo. Así, haciendo ejercicio, prolongamos el tiempo en el que este se mantiene activo”. Por otra parte, tambien hay estudios que apuntan que el ejercicio realizado antes de comer, es decir, en ayunas, puede ejercer efectos beneficiosos sobre la utilización de lípidos
En cuanto a los ejercicios de fuerza y musculación “parece ser que es mejor practicarlos en horario de tarde, ya que la eficiencia muscular es mayor (entre otras cosas porque la temperatura corporal es más alta a esta hora) y además tenemos más energía)”, explica la experta.
Conseguir mantener rutinas
El primer día de encierro todo el mundo parecía entusiasmado con la idea de ocupar sus horas, pero con el paso del tiempo y la falta de ánimo resulta más difícil mantener ciertas rutinas. Por eso, lo ideal es pensar a largo plazo y buscar una hora que sepamos que es fácil de mantener. A la hora de elegirla, según el director técnico corporativo de Altafit, no solo se trata de encajar un rato que sepamos que siempre vamos a tener libre, sino que también hay que tener en cuenta diferentes factores. “Hay que evitar periodos de digestión de las comidas o evitar hacerlo a últimas horas del día”, porque será cuando nuestro cuerpo más se resienta. De esta forma, hay expertos que apuntan a que, aunque levantarse temprano para hacer deporte dé más pereza, ayuda a generar mas constancia y continuidad. Aunque lo más importante es “escuchar a nuestro cuerpo y saber qué es lo que necesita, dejar ese trabajo intenso para la hora a la que está acostumbrado a estar más activo”. Asimismo, el experto recomienda tener en cuenta que es importante “comenzar con una actividad progresiva, que favorezca a nuestro organismo y que nos cree una adherencia a medio largo plazo”.
El tipo de ejercicio
Una vez que hemos profundizado en nuestro ritmo de vida y costumbres llega la hora de analizar el tipo de ejercicio a realizar. Y es que nuestro cuerpo no responde igual a los diferentes ejercicios, según la hora del día. Desde la perspectiva de Ana Meca, lo ideal sería “evitar los ejercicios más dinámicos a última hora del día, ya que al generar adrenalina puede resultarnos difícil a posteriori conciliar el sueño”. De esta forma, resulta más práctico “reservar las últimas horas del día para ejercicios más tranquilos como el yoga o los estiramientos, que por otra parte es mejor evitar hacer recién levantado, ya que las torsiones, flexiones y otros estiramientos requieren que el cuerpo haya entrado previamente en calor”. Así, si hubiera que resumir, la experta en fitnes y pilares propone realizar ejercicios aeróbicos y de resistencia durante la mañana, los de fuerza, tonificación y musculación por la noche, y los estiramientos, el yoga y la relajación por la tarde noche.
Divide y vencerás
Por último, no se trata solo de realizar ejercicio a una sola hora, sino de saber repartir el ejercicio a lo largo del día. Y es que, si el objetivo es mantenerse activo, no tiene sentido realizar una sesión intensiva de una hora, para pasarse el resto de la jornada tumbados en el sofá. Como explica Alberto Suárez Agustín, dadas las circunstancias, “es más recomendable realizar al menos dos entrenamientos, ya que nos ayudará a mantenernos activos durante todo el día”, no solo físicamente, sino también mentalmente, teniendo una ocupación o un objetivo en mente. Además “separando los entrenamientos puedes afrontar los mismos con mayor energía sin perder la técnica al no aparecer la fatiga”. De esta forma, y a modo de veredicto, Ana Meca concluye que el ejercicio ideal en estos días de confinamiento, pero también en nuestro día a día cuando volvamos a la rutina habitual, debería ser “una sesión más intensa para trabajar la capacidad pulmonar o la resistencia o bien una sesión de ejercicios de fuerza y tonificación por la mañana y una segunda sesión de ejercicio más relajante y terapéutico, como una buena sesión de stretching, a última hora del día”.
Fuente: www.elpais.com
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