En el proceso de la menopausia es normal que se produzcan cambios en la apariencia de la piel, como consecuencia de la revolución a nivel orgánico que se produce en ese período de vida de las mujeres. Ocurre después del fin del ciclo menstrual, tiene duración de entre 4 a 5 años y en esa etapa la piel puede volverse más sensible.
Por caso, pueden aparecer brotes de acné en la mandíbula o en la barbilla, o aumentar la deshidratación o también la aparición de vello facial. Durante la madurez hay una disminución de colágeno que la hace ver menos firme, mientras pueden manifestarse manchas, fruto de la exposición solar a lo largo de la vida.
Estos son algunos de los síntomas que pueden presentarse y que podemos ir combatiendo con ciertos hábitos de cuidado.
- No sólo la sequedad de la piel se puede combatir bebiendo, al menos, dos litros de agua al día. Es algo que mejora todas las funciones vitales en general. Además, será idóneo sumar a tu rutina de cuidado de la piel productos hidratantes.
- Se recomienda usar protector solar diariamente, ya que la piel se encuentra en una etapa sensible y siempre hay que protegerla de la exposición solar.
- La limpieza facial debe ser un hábito, al levantarnos y antes de irnos a dormir, usando productos gentiles, que cuiden nuestra piel sensible.
- La renovación celular la seguimos haciendo semanalmente para evitar que la piel se torne opaca, siempre con productos exfoliantes suaves.
- Una aliada de toda la vida es la Vitamina C, que aporta luminosidad y mejora la apariencia de la piel: optá por cremas, sérums o geles formulados con este ingrediente tan noble.
- Otro componente beneficioso son los retinoides, que ayudan a reducir las arrugas y mejoran la apariencia de la piel.
- Un pilar a tener en cuenta en esta (y en todas) las etapas de la vida es la alimentación saludable y equilibrada, ya que se reflejará en el estado de tu piel. Procurá que los alimentos aporten los nutrientes indispensables, como vitamina E y ácidos grasos esenciales, que son específicos para el buen estado de la epidermis.
- Haciendo ejercicio y meditación vas a poder reducir los niveles de estrés, otro aspecto que impactará beneficiosamente en tu piel.
Por último y no menos importante, siempre consulta a tu dermatólogo/a de cabecera para que evalúe tu situación y recomiende los mejores productos para tu tipo de piel.
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