Psicología y coaching

¿Cómo afecta el autoengaño en las Adicciones Comportamentales?

Así es como el autoengaño influye en el desarrollo de las adicciones sin consumo de sustancias.

La persona que está inmersa en una adicción no es capaz de salir por sí sola del círculo vicioso que supone. Por ello, para lograr superarla, el/la afectado/a debe acudir a un especialista que le marque unas pautas a seguir y que conduzca todo el proceso. Uno de los pasos más difíciles es dar el paso y aceptar ir a terapia; sin embargo, esta no es la principal dificultad a la que deben hacer frente estas personas.

Una de las características principales de las adicciones son los sentimientos encontrados que sienten los afectados hacia su problema. Si han decidido acudir a terapia, es porque saben que su conducta no es beneficiosa y que necesitan ayuda; sin embargo, a menudo pueden sentir al mismo tiempo una especie de “añoranza” hacia su adicción y pueden promocionar, a través de justificaciones y excusas, el regreso a su antiguo modo de vida.

Existen dos tipos de adicciones: las que sobrevienen hacia sustancias concretas, como pueden ser las drogas, el alcohol o el tabaco, y las adicciones comportamentales. En este artículo nos centraremos en estas últimas y en cuáles son los principales autoengaños que pueden sufrir quienes han desarrollado una adicción comportamental, y cómo les afectan.

¿Qué son las adicciones comportamentales?

Tal y como hemos adelantado en el apartado anterior, las adicciones comportamentales son aquellas que manifiestan una dependencia hacia una conducta y no a una sustancia. Serían adicciones comportamentales, por ejemplo, la participación constante y descontrolada en juegos de azar, o la necesidad de estar siempre jugando a videojuegos online,o la adicción a la comida por ejemplo.

Es importante tener en cuenta que para que estas conductas sean consideradas adicciones, deben constituir un patrón repetitivo que deteriore la calidad de vida de la persona y le cause una serie de perjuicios, tanto físicos como psíquicos (mayor impulsividad, baja tolerancia a la frustración, agresividad…). Las adicciones en general pueden causar grandes perjuicios económicos y un considerable deterioro de las relaciones afectivas y sociales de la persona afectada.

Además, es interesante hacer constar también que, muy a menudo, las adicciones comportamentales van de la mano de las adicciones a sustancias, puesto que el marco en el que se desarrollan suelen estar vinculados al alcohol, las drogas y demás sustancias adictivas.

Los efectos del autoengaño en las adicciones comportamentales

Para la persona adicta, estar un tiempo concreto sin realizar el acto que supone la base de su adicción es una perspectiva que genera grandes dosis de ansiedad y de estrés. De esta forma, el/la afectado/a desarrolla una serie de pensamientos cuyo única misión es aliviar la presión que ello le supone. A este tipo de pensamientos los conocemos como pensamientos de autoengaño. A continuación, te presentamos 5 de los autoengaños más frecuentes en este tipo de adicciones:

1. No identificar las recaídas o restarles importancia

Habitualmente, la persona afectada es consciente de que está cayendo de nuevo en un episodio de conducta adictiva; sin embargo, a veces no lo acepta o trata de creerse que lo que está haciendo no tiene nada que ver con su adicción.

2. Disfrazar la adicción como algo “moralmente” aceptable

Algunas personas víctimas de adicciones comportamentales ponen distancia, a menudo de forma inconsciente, entre su problema y otro tipo de adicciones más evidentes o socialmente menos aceptadas, como la drogadicción. Así, es posible que una persona que es adicta al juego no vea el problema si se compara con otra que consume cocaína a diario.

3. No reconocer qué puede producir una recaída

Cuando una adicción se basa en sustancias, es mucho más fácil reconocer el acto que nos lleva a sufrir una recaída. Por ejemplo, en el caso de la adicción al tabaco, sería claramente encender un cigarrillo.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando la adicción se basa en conductas? Que será mucho más difícil para el/a afectado/a reconocer que está a punto de caer de nuevo en la ese impulso, lo que puede llevar a excusar comportamientos y a dificultar el proceso de sanación.

4. Pensar que puede “controlar”

Este es uno de los autoengaños más comunes. El/a afectado/a considera que ya ha avanzado suficiente para “controlar” su comportamiento, por lo que baja la guardia en cuanto a situaciones “peligrosas” se refiere.

5. Excusar la adicción con la idea de estar “aprendiendo”

Aunque parezca extraño o contradictorio, se trata de un autoengaño frecuente. La persona adicta realiza el comportamiento compulsivo bajo la excusa de estar entrenándose o mejorando su aprendizaje al respecto, experimentando con las distintas facetas de la adicción. En realidad, lo único que se consigue es volver de nuevo al círculo vicioso adictivo.

Fuente:www.psicologiaymente.com