Huerta y jardín

Animate a armar tu propia huerta urbana

Te mostramos cómo montar tu propia huerta urbana con poco dinero y materiales reciclados. Todo el paso a paso y las recomendaciones necesarias para que tu proyecto sea un éxito.

Dicen los expertos que parece más difícil de lo que realmente es: montar una huerta urbana para incursionar en el auto consumo. Es adaptable al espacio que tengas y no requiere demasiado dinero. Aparte, te brinda la oportunidad de emplear material de descarte: botellas de plástico, tubos PVC, madera y recipientes de plásticos pequeños. Lo que resulta fundamental para que el proyecto sea exitoso es el cuidado y la dedicación ¿por qué no tomarlo como algo terapéutico, energizante y que -además- colabora con el planeta?

Los tips fundamentales a seguir son:

  • Elegir el lugar donde armar la huerta según la cantidad de horas que reciba sol durante el día. Es importante que esté ventilado, que reciba luz solar directa y que te permita disponer de la profundidad de tierra suficiente para el óptimo desarrollo de las plantas.
  • Plantar semillas teniendo en cuenta la estación del año y las características del lugar de residencia. Una buena decisión es empezar con plantas que se puedan cultivar todo el año y que tengan un ciclo de crecimiento corto, como las cebollas o las lechugas, así tendrás una primera experiencia sobre cómo hacer un huerto urbano más que satisfactoria.
  • Si optás por cultivar en macetas, tené en cuenta que éstas deben tener entre 7 y 15 centímetros de profundidad para favorecer el correcto crecimiento de las plantas. No te olvides de perforar las bases de los recipientes para favorecer el drenaje de agua y evitar la asfixia de las raíces de las plantas.
  • Recolectar los frutos y verduras cuando estén maduros, es cuando mayor sabor y valor nutritivo tienen.

Cómo construir tu huerto urbano paso a paso

1. Introducí el sustrato: cuanto más ecológico sea, mejor, es recomendable el compost, que contiene una mezcla de restos de otras plantas y estiércol. Recordá que el sustrato que elijas va a determinar el éxito de tu plantación.

2. Elegí la forma de siembra: podés hacerlo directamente en la tierra, en la maceta que hayas elegido o en otra más pequeña para luego trasplantarla. Algunas hortalizas como la zanahoria no se pueden trasplantar, así que tendrás que tenerlo en cuenta.

3. Si elegiste trasplantar, cuando la planta esté lista debes hacerlo con mucho cuidado, sin dañar las raíces y prensando ligeramente la tierra alrededor. También la debés regar inmediatamente.

4. Es recomendable abonar al menos dos veces al año, añadiendo más compost para que los minerales y nutrientes de la tierra se recuperen.

5. El riego: por goteo es la mejor opción, para poder ahorrar recursos y hacer un consumo más responsable del agua. Tené en cuenta que en verano hará falta que riegues al menos dos o tres veces al día, por eso cuanta menos agua gastes, mejor.

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