Según los especialistas, son muchos los pacientes que solo les prestan atención a esta afección cuando sufren crisis y solo alivian sus síntomas en ese momento, lo que se vuelve algo perjudicial.
Aún, a pesar del avance terapéutico, algunas personas con dificultades para respirar siguen recurriendo periódicamente a dispositivos (broncodilatadores) para salir de las crisis que sufren. Cabe destacar, que en las últimas décadas el conocimiento médico y sus progresos convirtieron al asma en una condición que, cuando está adecuadamente controlada, no implica obstáculos en la calidad de vida de las personas.
Más frecuente de lo que se cree
El asma se caracteriza por ser una enfermedad respiratoria no transmisible que es más frecuente de lo que se cree. En nuestro país afecta a casi uno de cada 10 personas. Desde la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR) estiman que un tercio de la población no tiene su cuadro adecuadamente controlado.
Desde la iniciativa Global para el Asma (GINA) destacan que «Aunque el asma no se puede curar, es posible controlarlo para reducir y prevenir los ataques». Este año, GINA busca poner el foco en la importancia de «cerrar brechas en la atención».
Los incorrectos tratamientos de la enfermedad
Los especialistas coinciden en que el uso de broncodilatadores de acción corta como único tratamiento es un indicador de manejo inapropiado del asma. Sin embargo, su uso sigue muy presente en nuestra sociedad. Según una encuesta realizada en farmacias de la provincia de Córdoba, con el fin de conocer el consumo de SABA para el asma, mostró que para el 63% de los pacientes que los compran en esos establecimientos, es el único tratamiento que reciben para su enfermedad.
Fuente: https://www.clarin.com
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