En vísperas de la Navidad y el Año Nuevo, las familias comienzan a planear los productos de la mesa dulce y principalmente cuál será el plato principal para las cenas. Lo cierto es que muchos suelen sentir temor el día posterior tras los festejos, ante un posible atracón luego de «hacer desarreglos».
Para eso, te traemos una serie de consejos para evitar sentirse mal el 25 y 1 de año, y así poder relajarnos el día de las fiestas al momento de comer.
- Según especialistas, se recomienda antes de salir de casa, realizar una colación o comida saludable, con el objetivo de evitar llegar con hambre y tentarse en exceso con los alimentos ultraprocesados y con alta concentración de calorías, sodio o azúcar y grasas no saludables
- Comer una porción permitida sin repetir
- No es necesario probar todo lo que haya en la mesa, se recomienda comer una sola comida y no en raciones abundantes.
- Para el alcohol, elegir una bebida, y consumir una medida. Por ejemplo: un vasito de vino tinto o una copa de bebida espumante a la hora de brindar
¿QUÉ PASA CON LAS COSAS DULCES?
Para los especialistas en la materia, no es necesario abandonar las garrapiñadas, el pan dulce o el turrón, lo importante es no excederse. Para eso es fundamental que durante el día se hayan respetado todas las comidas.
Por ejemplo, una rodaja grande de pan dulce tiene entre 300 y 400 calorías, 20 gramos de turrón 100 calorías, una copa de sidra 110 calorías, una copa de champagne 130, una botella de cerveza o vino entre 600 y 700 calorías y 14 unidades de frutas secas alrededor de 100.
EL DÍA DESPUÉS DE LAS FIESTAS
Los nutricionistas recomiendan que es bueno volver al plan alimentario habitual, y o se descarta que sea un poco más restrictivo si es que hubo «mucho relax» en las fiestas.
La clave está en ingerir mucha agua, frutas y verduras. Asimismo, tampoco se refiere a que hay que comer de menos, porque no solo no es saludable para el organismo, sino que en algún momento del día o semana, se va a terminar compensando con cosas que no corresponden.
Otro consejo es mantener el movimiento, seguir con los horarios de ingesta en el día también, para que el cuerpo funcione de manera equilibrada a nivel hormonal respetando los ritmos circadianos (cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo diario).
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