Los riñones de un recién nacido son aún muy inmaduros
Estamos acostumbrados a que los médicos nos alerten de la importancia de beber dos litros de agua al día para depurar toxinas, reducir dolores en las articulaciones, mantenernos hidratados y tener mayor vitalidad y energía, pero ¿qué ocurre con los recién nacidos? ¿a partir de qué edad debemos dar agua a bebés menores de seis meses?
Por qué no dar agua a bebés recién nacidos
Cuando mis hijas nacieron- una en agosto y otra en abril- mi gran preocupación era que no sufriesen ningún episodio de deshidratación debido a las altas temperaturas. Recuerdo que se lo consulté a mi pediatra y me comentó que no me preocupara: «Si el bebé tiene sed, te pedirá comer más». Y eso fue lo que hice: aumentar el número de tomas y ponerlas al pecho cada que me lo pidiesen.
Después, a los seis meses, cuando comencé con la alimentación complementaria inicié la introducción de sólidos y empecé a ofrecerles agua en vaso con tetina. Y parece ser que es lo que, según los expertos, hay que hacer, porque las consecuencias que para la salud del bebé puede tener dar agua a los menores de seis meses pueden ser fatales.
Qué es la hiponatremia
La hiponatremia ocurre cuando la concentración en sodio en sangre tiene unos niveles bastante bajos y se suele producir, entre otros motivos, cuando se bebe mucha agua. Los riñones de un bebé recién nacido o con apenas unos meses de vida son todavía algo inmaduros y la ingesta de agua puede provocarle una intoxicación como resultado de un desequilibro de electrolitos como el sodio.
Las consecuencias de la hiponatremia en los bebés son convulsiones, espasmos, náuseas, vómitos, debilidad muscular, irritabilidad y, en los casos más graves, la muerte.
Dar agua a un bebé menor de seis meses puede también afectar a su alimentación diaria. Su estómago aún es muy pequeño y, al llenarlo de agua, estamos dejando de introducirle otros nutrientes importantes para su crecimiento y desarrollo físico e intelectual. Su cerebro recibirá la orden de que está saciado y querrá comer más.
Cómo evitar la deshidratación de los bebés
Una de las cosas que más preocupa a las madres es saber qué le ocurre a su bebé. El llanto es un síntoma de que algo le pasa: o está cansado, o tiene hambre, o le molesta la ropita… Pero, ¿cómo saber si el bebé está deshidratado?
Pautas que te servirán para detectar si tu pequeño está deshidratado:
– Han pasado varias horas y notas que el pañal no está mojado.
– El color de su orina ha cambiado y presenta un tono más oscuro.
– Se muestra inquieto y excesivamente nervioso.
– Muestra síntomas de ictericia (color amarillento de su piel).
– Sus membranas son mucosas en sus ojos y, en su boca, está secas.
Ante cualquiera de estos signos, acude a tu centro de salud para que le examinen y te puedan dar un diagnóstico más preciso. Y si tienes cualquier duda sobre introducción de agua u otros alimentos, consulta a tu pediatra. ¡Él mejor que nadie te puede aconsejar sobre qué es lo mejor para tu bebé!
Vía: guiainfantil.com
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