Psicología y coaching

La muerte de Diego Maradona y la psicología: por qué nos impacta tanto la pérdida de un ídolo

No lo podemos creer. Estamos shockeados. La muerte de Diego Maradona nos dejó una sensación extraña. El psicólogo Flavio Calvo nos explica por qué estamos tan impactados.

La noticia de la muerte de Diego Armando Maradona cae como un mazazo y produce una sensación de desolación y tristeza infinita inabordable, porque nunca estamos preparados mental ni emocionalmente para el fallecimiento de los ídolos, esos referentes que con el paso del tiempo pasan a ser parte de nuestra familia. «Un ídolo involucra recuerdos personales y en él depositamos los aspectos positivos que quisiéramos tener», dice Flavio Calvo (M.N. 66.869), licenciado en psicología, docente, tallerista y autor.

Según el experto, al ser humano le cuesta aceptar su propia finitud, su propia muerte, y con el fallecimiento de un ídolo como Maradona queda expuesta esa debilidad. «El fallecimiento de Diego expone la realidad de que las cosas pueden tener un final, lo que nos involucra indefectiblemente con la propia muerte», añade Calvo.

Diego Maradona sufrió un paro cardiorrespiratorio y no pudo ser reanimado. Se estaba recuperando de manera positiva según los partes médicos de una operación y había recibido el alta el pasado 11 de noviembre. Su vida fue una montaña rusa de éxitos. Tocó el cielo con las manos alcanzando los mayores logros deportivos. Fue amado y admirado en el mundo entero. En palabras de Calvo, «un ídolo es un tótem donde proyectamos nuestros anhelos de éxito, nuestros deseos y vivencias más fuertes».

Y agrega que cuando un tótem fallece, el impacto es tan profundo porque cae todo lo que proyectamos en él y se visualiza nuestra propia mortalidad. «Aunque no los conozcamos en persona, ídolos de las talla de Maradona son parte de nuestra vida y el duelo que sentimos por ellos es real», explica el psicólogo. Y añade que, como todo duelo, debemos transitarlo. «Algunos van a necesitar llorarlo, a él y a todo lo que depositamos en el ídolo. Y será necesario expresar esas emociones, aunque no lo hayamos conocido en persona, porque en los ídolos se vuelcan recuerdos de momentos vividos y emociones transitadas».

Calvo explica que en nuestra memoria se hacen «anclajes» y aparece esa sensación que «todo lo que se va con ese ídolo que ha muerto, tiene que ver con nuestra historia». Y añade que «el ídolo deja recuerdos, una impronta y una trascendencia que más allá de sus elecciones de vida, de su historia».

Según el especialista, solemos tener la creencia de que los ídolos van a estar siempre. «Más en el caso de Diego Maradona, que de alguna manera para muchos es Dios. Entonces, su muerte es la muerte de Dios, la muerte de un imposible. Y no se puede creer porque con su fallecimiento, estamos doliendo los ideales y los sueños que teníamos depositados en él».

Fuente: parati.com