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Día del Trabajador: un futuro del trabajo con igualdad de género

En ocasión del primero de mayo, cuando el mundo celebra el día internacional de los trabajadores, la OIT llama a gobiernos, empleadores y sindicatos a redoblar los esfuerzos para reducir las brechas de género en el mundo del trabajo. Hoy, sólo 5 de cada 10 mujeres participan de la fuerza laboral y, en promedio, ganan un 25 % menos que los varones, entre otras desigualdades.

Video: Las brechas de género en el mundo laboral en Argentina

En el marco del centenario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el 50º aniversario de su oficina en Buenos Aires, el organismo convocó a los representantes del gobierno, el sector sindical y empresarial a avanzar hacia una agenda transformadora y mensurable para la igualdad de género.

“Para la OIT es fundamental convocar a los líderes y decisores políticos a que asuman su rol como agentes de cambio, que transformen estructuras injustas y que impulsen medidas para asegurar la igualdad de género”, afirmó el director de la oficina de país de la OIT en Argentina, Pedro Américo Furtado de Oliveira. “En el país del ‘Nunca Más’, en el país del ‘ni una menos’, los argentinos y las argentinas merecen un futuro de trabajo con equidad de derechos y oportunidades”, agregó.

De acuerdo con el director, el primero de mayo es una fecha especial para reflexionar en torno a las diversas reivindicaciones sociales y laborales. “Desde la revuelta de Haymarket en 1886, el homenaje que cada año se rinde a los mártires de Chicago es también una oportunidad para fortalecer los derechos de los trabajadores”, declaró Furtado de Oliveira, quien afirmó: “Así como cien años atrás se buscaba reglamentar la jornada laboral de ocho horas, hoy, asegurar la igualdad de género en el mundo del trabajo es un tema fundamental”.

De cara a la 108ª Conferencia Internacional del Trabajo, que se celebrará en Ginebra del 10 al 21 de junio, la OIT inició un proceso para establecer una nueva normativa internacional, mediante un convenio vinculante y una recomendación, a fin de ayudar a los gobiernos a luchar contra la violencia y el acoso laboral. Para el director, “además de abogar por la igualdad, también es necesario que los trabajadores tengan protección frente conductas y lenguajes ofensivos relacionados con el género, la orientación sexual, la raza, la religión, la discapacidad o el estado de salud”. Al respecto, agregó, Argentina dio pasos significativos en ese terreno, como la formación de una Comisión Tripartita para la Igualdad de Oportunidades, el protocolo de actuación sobre violencia laboral, la Certificación para la Igualdad de Género y diversas leyes nacionales y provinciales sobre la materia.

“Vale la pena detenerse en las recomendaciones que brinda el informe de la OIT sobre el Futuro del Trabajo”, sostuvo Furtado de Oliveira, en referencia al primer eje del documento, que convoca a incrementar la inversión en las capacidades de las personas. “Para lograr la igualdad de género”, añadió, “debemos aplicar un programa transformador y mensurable con políticas salariales transparentes e incentivos para que las empresas asuman compromisos y metas concretos”.

En esa línea, el representante en el país de la agencia más antigua de las Naciones Unidas explicó que, actualmente, la perspectiva de género atraviesa de manera transversal todas las líneas de acción de la OIT, que recientemente publicó el informe Un paso decisivo hacia la igualdad de género: en pos de un mejor futuro del trabajo para todos. “A menos que se cambie la trayectoria actual, es decir que se tomen decisiones de política que consideren la igualdad de género como una cuestión central, la situación probablemente siga deteriorándose a medida que el trabajo continúa fragmentándose ante la perspectiva de un futuro incierto”, señala el informe.

La especialista en instituciones del mercado de trabajo inclusivo de la OIT Argentina, Elva López Mourelo, consideró que “el imperativo social y económico de la igualdad de género es incuestionable”, y agregó: “Entre las muchas transformaciones que se están dando en el mundo del trabajo, existe una demanda social por una igualdad de género real que cuestiona los enfoques utilizados durante décadas y determina un punto de inflexión del que no hay marcha atrás”.

Las brechas de género en Argentina

Las desigualdades entre varones y mujeres todavía persisten en el mundo del trabajo en Argentina. El desigual reparto de las tareas del cuidado, la participación en el empleo, la segregación ocupacional, la brecha salarial, y el acceso a puestos jerárquicos son algunos de los factores que marcan ese desequilibrio. Del total de personas en edad de trabajar, 7 de cada 10 varones participan de la fuerza laboral, pero solo 5 de cada 10 mujeres lo hacen. Además, para ellas es más difícil conseguir empleo: las cifras contrastan un 44 % de mujeres ocupadas versus un 64 % de varones.

“Existen brechas importantes en Argentina”, dijo López Mourelo, “brechas que se dan a lo largo de todo el ciclo de la vida”. De hecho, en el país, las mujeres son quienes llevan a cabo la mayor parte de las tareas del cuidado y del hogar. Esta desigualdad en la distribución de las tareas afecta a la inserción laboral. “Además es especialmente preocupante que en muchas ocasiones este trabajo del cuidado es realizado por niñas. Según los datos más recientes, el 5,6 por ciento de las niñas de 5 a 15 años en Argentina dedican 10 horas o más a tareas domésticas”, agregó la especialista, para quien “esto va a determinar la trayectoria laboral de esas niñas, porque las tareas del cuidado les restan tiempo para poder asistir a la escuela y las priva de formarse para poder desarrollar otras actividades. Eso condiciona cómo se insertan en el mercado laboral”.

Por otra parte, la informalidad afecta en mayor medida a las mujeres, con una tasa de empleo no registrado del 37 %, comparada con 32 % para los varones. “Esa no es una pauta común al resto del mundo, es muy propio de este país”, precisó López Mourelo, quien además expresó: “El 75 % del millón de trabajadoras domésticas en Argentina son informales. Apostar por el trabajo decente en el sector del cuidado es una inversión crucial para avanzar hacia la igualdad de género, pues permitiría mejorar las condiciones de trabajo del 33 % de las mujeres ocupadas en Argentina”.

Los estereotipos de género son otro aspecto relevante, debido a que contribuyen a encasillar a las mujeres en determinados roles. Por caso, las ocupaciones del cuidado, como trabajo doméstico, educación y los servicios de salud son las actividades con mayor presencia de mujeres. De acuerdo con la especialista de la OIT Argentina, la segregación ocupacional alimenta la brecha salarial. Las mujeres ganan un 25% menos que los varones y tienen menor presencia en los puestos jerárquicos: en el sector privado, un 64% de los varones accede a posiciones de mayor jerarquía, casi dos veces más que las mujeres (36%). En el sector público, por caso, las mujeres siguen siendo una minoría en el Congreso Nacional a pesar de que la ley nacional de Cupo Femenino lleva 25 años de vigencia. El impacto de estas diferencias se ve durante la trayectoria laboral, pero también después: en las pensiones por jubilación, la tasa de cobertura previsional para las mujeres es del 88,4%, que contrasta con el 91,5% de los varones.

En este contexto, Furtado de Oliveira remarcó que “para lograr un futuro del trabajo con justicia social es necesario garantizar la igualdad de género, algo que lograremos con medidas concretas y una agenda transformadora que, además de leyes y normas, promueva también una transformación cultural, un cambio de actitud que muchas veces puede ser el principal desafío”.

Fuente: www.elefete.com