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Un fármaco para la osteoporosis podría ayudar a la inmunoterapia en el cáncer de mama

La inmunoterapia, válida para algunos tipos de cáncer, sigue sin ser eficaz para el de mama, un tumor de los llamados ‘fríos’ que consiguen evadir al sistema inmune y que hacen fracasar las terapias inmunológicas pero, ahora, un fármaco que se emplea en el tratamiento de la osteoporosis podría cambiar las cosas.

Un artículo publicado en Nature Communications avanza que el grupo de investigación de Eva González-Suárez, antes en el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge (IDIBELL) y ahora en el Centro de Investigaciones Oncológicas (CNIO), ha identificado una terapia que puede convertir tumores ‘fríos’ en ‘calientes’, en los que la inmunoterapia sí funciona.

Los tumores fríos, como el de mama, usan estrategias para evadir la vigilancia inmunitaria, estrategias que hacen que el cáncer de mama no responda a los tratamientos inmunológicos y que contribuyen al mal pronóstico de este tumor en mujeres jóvenes.

Identificar terapias que puedan revertir los tumores inmunitariamente fríos en calientes supondría un paso importante para aumentar la eficacia de las terapias inmunológicas para el cáncer de mama, explica el CNIO en una nota.

Un estudio y un ensayo clínico

En este contexto, el estudio realizado por Eva González-Suárez junto al equipo de Christos Sotiriou, del Instituto Jules Bordet de Bélgica, han confirmado que una vía de señalización celular denominada RANK puede modular la respuesta inmunitaria en los tumores de mama, algo que además han demostrado con un ensayo clínico en pacientes premenopáusicas con cáncer de mama luminal, uno de los más resistentes a la inmunoterapia.

El estudio observó que la inhibición de la proteína RANK promovía el reclutamiento de células inmunes al interior del tumor y que, además, los tumores parecían ser más sensibles a la inmunoterapia después de inhibir esta vía en las células tumorales, lo que sugiere que esta proteína juega un papel esencial en la comunicación entre células tumorales e inmunológicas.

Posteriormente, el ensayo clínico con pacientes de mama en estadios tempranos demostró que las pacientes toleran bien la administración de un anticuerpo monoclonal inhibidor de RANK.

Además, el ensayo mostró buenos resultados aumentando la infiltración de células inmunitarias en los tumores y se identificaron biomarcadores que podrían ayudar a seleccionar pacientes que se beneficiarían de la terapia.

«El anticuerpo monoclonal que estamos probando en este estudio se utiliza de forma rutinaria para el tratamiento de enfermedades óseas como la osteoporosis y metástasis en los huesos, pero no para el tratamiento del cáncer. Nuestros resultados apoyan el uso de este anticuerpo en combinación con la inmunoterapia contra el cáncer de mama», explica González-Suárez.

«Con esta estrategia podríamos convertir los tumores de mama inmunológicamente fríos en tumores sensibles a la actividad del sistema inmunológico», concluye.

FUENTE: EFE

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