El cambio climático es algo que pasó de ser inminiente a ser un presente que augura un futuro nada favorable si no optimizamos nuestros recursos y nuestro ingenio.
Las fuentes de las que disponemos son caducas y finitas pero tenemos buenas noticias, hay una fuente inagotable que está en nosotros mismos, la buena voluntad para querer cambiar las cosas.
La energía solar se está aprovechando para llevar a cabo infinidad de proyectos sostenibles, pero hay muchos escépticos que temen que en unos años se enfrente a la problemática de su eficiencia si no se dan las condiciones climáticas ideales.
Es por eso, que el estudiante Carvey Ehren Maigue de la Mapua University ha diseñado un sistema llamado AuREUS para seguir cosechando luz incluso durante los días nublados.
Maigue pensó que su sistema podía funcionar de la misma manera que lo hace una aurora boreal. Como él mismo explica, «las partículas de alta energía son absorbidas por partículas luminiscentes que las reemiten como luz visible».
El panel solar diseñado por este estudiante recupera las partículas luminiscentes que se encuentran en algunos desperdicios de comida y los atrapa en un sustrato de resina.
Cuando estas partículas son impactadas por la luz ultravioleta, absorben y reflejan la luz. Los reflejos de la luz visible se concentran en los bordes de los paneles, donde las células fotovoltaicas los capturan para convertirlos en electricidad de CC.
Esta es la idea central detrás de ambos sistemas de AuREUS: Borealis Solar Window y Astralis Solar Wall que pueden transformar la luz del sol en energía renovable casi la mitad del tiempo, mientras que los paneles actuales solo producen entre el 15% y el 25% del tiempo.
La recuperación real de estas partículas bioluminiscentes se produce triturando frutas y verduras y filtrando la mezcla resultante.
El desperdicio de alimentos utilizado en la producción es el resultado del cambio climático ya que por esta problemática actual, Filipinas ha visto como millones de hectáreas de vegetación han sido dañadas y han dado lugar a frutas y verduras no aptas para el consumo humano.
El panel AuREUS es ideal para instalarse en fachadas de edificios sin perjudicar su funcionalidad arquitectónica y su naturaleza flexible ofrece margen para la experimentación lo que le ha valido el reconocimiento con el premio James Dyson Sustainability Award.
«…podemos mostrarle a la gente que adaptar la sostenibilidad para combatir el cambio climático es algo que puede beneficiar tanto a la generación presente como a la futura y, al hacerlo, podemos unir a más personas en esta lucha contra el cambio climático».
Guía: cultura inquieta
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