Mascotas

¿Tienes un «perro aspirador» o «un gato paracaidista»?

¿Tu masccota parece inclinada al suicidio? Lo más seguro es que sufra un problema de adaptación o padezca una conducta patológica.

¿Por qué este gato se comió un hilo de 90 cm de longitud? Podría estar aburrido, o tal vez hambriento o tal vez la enseñanza de la madre naturaleza, donde los errores se pagan con la propia vida del individuo, no opera en estos felinos desde la cueva y la hoguera. Las consecuencias de la ingestión de hilos y cuerpos lineales en gatos pueden ser funestas.

«El efecto acordeón sobre las asas intestinales, la peritonitis, el dolor abdominal, los vómitos, sobrevienen ineludiblemente. La cirugía de urgencia y la extracción de la cuerda ingerida, serán más que necesarias, imprescindibles. Muchos propietarios se preguntan el por qué de esta especie de suicidio de su mascota», comenta el veterinario Javier Álvarez de la Villa del madrileño Centro Veterinario Víctor de la Serna.

Como lo pueden volver a repetir, lo mejor será volver los hilos al costurero y demás. Pero en perros sucede similar. Por ejemplo, cuando nace un bebé humano, motivo de gran alegría, al perro le da por ingerir al chupete. Si el chupete es lo insuficientemente grande, originaría una obstrucción esofágica o intestinal.

El perro sufre síntomas agudos preocupantes que terminan en el quirófano. Pero lejos de aprender del error, lo podrían repetir una o más veces… Esta conducta es inaceptable, pues conlleva un riesgo enorme para su salud. Vemos otros perros que se comen tuercas, clavos, agujas, navajas ,castañas de indias, calcetines, ropa interior,…se comen todo lo imaginable, no sólo el asado de Navidad que reposaba sobre la mesa de la cocina, también se comen hasta un guante de béisbol, pues el gigantesco Dogo Alemán así lo deseó.

Aspirador, basurero, paracaidista

Esta conducta ya famosa, se denominaría «Síndrome del perro aspirador o basurero». Se lo comen todo, como vemos. Pero hay perros que se persiguen la cola. Algunos terminarán agotados, postrados y jadeantes. Incluso dejarán de comer por ello. Por perseguir a una cola que nunca atraparán. ¿Por qué lo hacen?. «Pues aquí, esta, es una conducta inaceptable y podría ser patológica», asegura Javier Álvarez de la Villa. Por ejemplo, los estados pre epilépticos la explican y su tratamiento, podría dar buenos resultados.

Los gatos investigan. A veces se meten en bolsas, e incluso en la lavadora….y si el propietario no se da cuenta…, pero esa investigación felina, cuando se traslada a los balcones y ventanas, conlleva el riesgo de caída desde las alturas. Es el «síndrome del gato paracaidista», que produce politraumatizados de enorme gravedad, y por tanto, enormes disgustos. El gato no aprende y podría repetir la funesta experiencia. Debemos colocar mosquiteras o cerrar ventanas.

Pero también perros y gatos se aficionan a la jardinería. Los primeros se comen la tierra, que escarban con frenesí, arruinando la estética de la parcela cuidada con esmero por sus propietarios y además, arruinan su sistema digestivo, pues la tierra no es un alimento, evidentemente. Los gatos se aficionan a todas esas plantas ornamentales tan bonitas como venenosas. Se comen azaleas, lirios, troncos de Brasil , hortensias y toda la guía botánica. Cuadros de intoxicación que son gravísimos por este afán. Otra conducta inaceptable. Los propietarios apartan las plantas a lugares más inaccesibles, todo por evitar nuevos problemas de nuestra especial mascota.

Sillas y mesas, las otras víctimas

Pero sigamos. Nos hemos ido de casa y a la vuelta, el perro se la ha comido; mesas y sillas roidas, paredes y puertas con agujeros….y además el vecino tiene cosas que decir, el perro no dejó de quejarse, aullar, ladrar….los ruidos fueron tan exagerados que finalmente llamaron a la Policía. Nueva conducta inaceptable. Es el «síndrome de ansiedad por separación». Ha aparecido de repente, como por arte de magia y ahora será difícil de corregir.

Otro perro camina con dificultad, se muestra triste y esquivo, y además, al acariciarlo nos ha propinado un mordisco. Menudo disgusto! El «personaje» más querido, mimado y atendido de la casa, nos ha mordido. Claro, pero le dolía la cadera, tenía displasia y era tal el dolor…..Esto es típico de la agresividad por causa orgánica que responde al tratamiento analgésico. Y muchas causas orgánicas pueden originar agresividad como el hipotiroidismo, la diabetes, la epilepsia, y un largo etcétera. Lo peor es cuando la agresividad procede de una inadecuada educación. Perros mimados en exceso, que no han sido ubicados adecuadamente en su nicho familiar.

Entonces intentarán ser los alfa, dominar a la fuerza. Conducta inaceptable conocida como «agresividad jerárquica dominante». Hemos expuesto sólo alguna conducta inaceptable. Algunas son graciosas, pero cuando conllevan un riesgo para ellos mismos o sus propietarios, la cosa cambia. Será necesario comenzar bien con ellos desde que son cachorros. Utilizar el sentido común y la ayuda de veterinarios y expertos en asesoramiento para evitar problemas. La naturaleza ya no está ahí como tutora infalible, y ahora nos tocará a nosotros asumir este delicado e importante papel.

Trucos naturales para salvar los muebles

Los aceites esenciales son repelentes caninos y felinos deben usarse con cuidado y moderación. Son bastante efectivos sobre todo si no queremos que destrocen las patas de una silla o una mesa. Se pueden utilizar en gotas: citronela, lavanda, limón, menta piperina o clavo… eso si, siempre de forma diluida (unas diez gotas por litro de agua) y emplearlo en pequeñas cantidades. Estos aceites esenciales los encuentra en herbolarios y en tiendas on line; (los precios oscilan entre los 2,80 €, dependiendo del tamaño del recipiente) pero antes de emplearlos consulte con su veterinario.

FUENTE. ABC

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