Seguramente hemos escuchado alguna vez sobre las características del «Síndrome de Peter Pan». Detrás de alguien que padece este síndrome, siempre hay una persona cuidando de él: esa persona es Wendy, y tiene una necesidad imperiosa de satisfacer al otro, principalmente si es su pareja o sus hijos.
Ejemplos del Síndrome de Wendy serían el padre o la madre que prácticamente le hace los deberes a su hijo, que le despierta todas las mañanas para que no llegue tarde a la escuela aunque ya tenga edad de hacerlo solo, busca hacerle siempre la vida fácil a quienes le rodean o también el ama de casa que asume todas las responsabilidades en el hogar para que el marido y los hijos no tengan que hacerlo; o un miembro de una pareja que asume todos los deberes y toma las decisiones y además justifica la informalidad de su pareja ante los demás.
Características del Síndrome de Wendy
Para que quede más claro, las características de una persona con el Síndrome de Wendy son:
- Se siente imprescindible para los demás.
- Entiende el amor como sacrificio y resignación.
- Siente la necesidad de cuidar y proteger a los demás asumiendo una figura maternal. Termina por asumir el papel de padre o madre de su pareja. Evitar a toda costa que las personas a su alrededor se enfaden o se disgusten.
- Intenta hacer feliz a los demás constantemente.
- Busca agradar siempre a quienes la rodean.
- Insiste en hacer las cosas y asumir responsabilidades en lugar de la otra persona.
- Pedir continuamente perdón por todo aquello que no ha hecho o no ha sabido hacer aún cuando la responsabilidad no es suya.
- Se deprime por falta de atención y depende de la aceptación social.
Necesidad de seguridad
Hasta ahora esta descripción puede hacernos recordar a nuestras madres y padres y puede que el lector opine que no sea negativo ya que todo esto parece algo bonito y altruista, pero Wendy no hace esto por placer genuino, sino que este conjunto de comportamientos los realiza por miedo al rechazo, por la necesidad de sentirse aceptada y respaldada y por el temor a que nadie le quiera. Lo que, en resumidas cuentas, les lleva a que ser exageradamente serviles con los demás sea una necesidad de seguridad.
Dependencia emocional
Otro de los aspectos negativos de este trastorno del comportamiento es que quienes padecen el Síndrome de Wendy difícilmente controlan su propio rumbo en la vida, por lo que se enfocan en tratar de controlar la vida de otras personas. También es probable que una madre Wendy tenga un hijo con Síndrome de Peter Pan.
Quien padece este síndrome difícilmente reconoce que esta sea su realidad y su diagnóstico, aunque se trata de una entidad clínica no establecida, se realiza porque las personas acuden a la consulta sintiéndose «quemadas», sobresaturadas o agobiadas. Quienes padecen este síndrome acuden al especialista por voluntad propia.
- Como en el SPP, con frecuencia el origen del síndrome se encuentre en el pasado familiar de quien lo padece, en el que la persona se sintió apartada y desprotegida, por lo que en la edad adulta compensa la falta de dirección y protección asumiendo el rol de los padres ausentes o que deseó tener. Y a diferencia del SPP, el Síndrome de Wendy afecta más a mujeres que a hombres, esto puede ser debido a debido a factores culturales y educativos.
*Por Ana Gimeno (Psicóloga clínica)
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