Medio ambiente

Quién es Txai Suruí, la joven que deslumbró en la cumbre climática de Glasgow

Pertenece a la comunidad indígena de la Amazonia, tiene 24 años y es la única voz de Brasil en la COP26. Txai Suruí dejó al público con la boca abierta en la ceremonia de apertura

Un discurso simple y contundente y una actitud admirable, la joven brasileña perteneciente a la comunidad indígena de la Amazonia es la única voz de Brasil en el evento. Con sólo dos minutos y una vestimenta tradicional indígena, llamó la atención de todo el mundo.

Txai es estudiante de derecho y activista en el Estado de Rondônia (Norte). Además es activa en las redes sociales con casi 20 mil de seguidores y usa su perfil para dar voz a su comunidad. Txai trabaja en el departamento jurídico de la Asociación de Defensa Etnoambiental de Kanindé, entidad referente en materia de la causa indígena en la Amazonia.

“Mi padre, el gran jefe Almir Suruí, me enseñó que debemos escuchar a las estrellas, a la luna, a los animales y a los árboles”, dijo al empezar su discurso. Sus padres, el cacique Almir Suruí, jefe del pueblo Paiter-Suruí, es reconocido mundialmente por su lucha contra los depredadores de la selva tropical, y su madre, Ivaneide Bandeira Cardozo, una importante historiadora y indigenista de Amazonia.

La joven Txai, fue la primera decana indígena del Centro Académico de Derecho de la Universidad Federal de Rondônia. Su etnia es conocida por unir la tecnología a la vida en la selva desde que se asoció a Google para la documentación digital y el mapeo satelital de tierras, a través de la capacitación de la aldea por el gigante tecnológico.

“Hoy, el clima se está calentando, los animales están desapareciendo, los ríos están muriendo y nuestras plantas ya no florecen como antes. La tierra está hablando y ella nos dice que no tenemos más tiempo. Necesitamos tomar otro camino con cambios audaces y globales. No es 2030 o 2050, ¡Es ahora! Los pueblos indígenas estamos a la vanguardia de la emergencia climática, por lo que debemos estar en el centro de las decisiones que se toman aquí”, siguió en su breve pero contundente discurso.

Y remató: “Tenemos ideas para retrasar el fin del mundo. Detengamos la emisión de promesas falsas e irresponsables; acabemos con la contaminación de las palabras vacías y luchemos por un presente y un futuro vivibles. Que nuestra utopía sea un futuro en la Tierra”.

Delante del discurso de la joven indígena Txai, se puede hacer un comparativo con lo que los científicos también alertan. Estudios sobre los gases de efecto invernadero mundiales y una proporción similar de dióxido de carbono, el gas producido por la quema de combustibles fósiles, es la principal causa del aumento de las temperaturas globales que están provocando intensas olas de calor, sequías, inundaciones, incendios y tormentas.

Sumado a esto, el uso indiscriminado del suelo y la ocupación de vastos territorios por el ser humano, generando cambios con graves consecuencias sobre los ecosistemas, haciendo desaparecer especies nativas. Cuando Txai dice que los pueblos indígenas deben estar en el centro de las decisiones que se tomarán en la COP-26, es realmente una señal de lo que su padre, Almir Suruí, habló sobre la sabiduría tradicional ancestral que detienen: es necesario una alianza con la ciencia, recursos tecnológicos y los conocimientos indígenas, como parte fundamental para la conservación del planeta.

Fuente: https://www.infobae.com/