El krill es conocido por su alto contenido en ácidos grasos omega-3 y por su gran cantidad de antioxidantes, por lo que mejora el sistema circulatorio y inmunológico, reduce el colesterol y disminuye la inflamación.
¿Qué es el aceite de krill?
El aceite de krill procede de un pequeño crustáceo parecido al camarón que se alimenta principalmente de fitoplancton, y que es el principal alimento de ballenas, mantas y tiburones ballena. Habita en los mares de la Antártida, la costa oeste de la isla de Vancouver, Rusia, Ucrania y Japón.
En estos países y otros como Corea del Sur y Taiwán el krill es un alimento tradicional y se utiliza para variedad de platos, sopas y ensaladas. Es conocido como okiami por los japoneses y es fuente de alimento desde el siglo XIX.
El aceite que se encuentra naturalmente en el krill, se extrae y se vende como suplemento nutricional.
Lo que hace que el aceite de krill sea cada vez más popular y consumido por mayor número de personas es sin duda que combina perfectamente los aceites omega-3 (DHA y EPA) con una gran cantidad de antioxidantes, esenciales para la salud y nuestro estado de ánimo. Una de las personas más influyentes del mundo, el Papa Francisco I según fuentes del Vaticano y por indicación de su cuerpo médico consume a diario aceite concentrado de Krill.
Entre los beneficios atribuidos al consumo regular de aceite de krill se encuentran favorecer la salud vascular, controlar el colesterol, regular los niveles de azúcar en sangre, mejorar la función del sistema nervioso, la concentración, la memoria y el aprendizaje, luchar contra la depresión, aliviar el síndrome premenstrual (PMS) y períodos menstruales dolorosos, fortalecer el sistema inmunológico, la salud de la piel y las articulaciones, disminuir la inflamación, y luchar contra los signos del envejecimiento.
Mientras que el aceite de pescado tradicional es rico en omega3 pero débil en contenido de antioxidantes, el aceite de krill sin embargo combina sinérgicamente los antioxidantes con los omega-3. Contiene naturalmente un antioxidante llamado astaxantina, pigmento rojo que da al krill y otros crustáceos su color rojizo, y que combate el estrés oxidativo y es muy beneficioso para la piel, la vista, y la salud celular.
Beneficios para la salud de aceite de krill
El aceite de krill es una sustancia natural que contiene numerosos nutrientes beneficiosos para tu salud. Existen pocos productos que presenten una densidad mayor de ácidos grasos omega-3, omega-6 y omega-9 (el famoso ácido oleico), antioxidantes naturales, vitaminas A y E y varias clases de flavonoides.
El aceite de krill es rico en ácidos grasos poliinsaturados omega 3 EPA (ácido eicosapentaenoico) y DHA (ácido docosahexaenoico), que son componentes estructurales del cerebro humano, la corteza cerebral, la piel, el esperma, los testículos y la retina.
El consumo de ácidos grasos omega-3 EPA y DHA puede reducir el riesgo de enfermedades coronarias, reduciendo los niveles altos de colesterol y triglicéridos. Las personas que sufran o hayan sufrido problemas de corazón tienen aquí un valioso aliado. Los ácidos grasos omega-3 en el aceite de krill se absorben más fácilmente por las células del cuerpo que los del aceite de pescado.
También las personas con problemas de colesterol experimentan mejorías rápidas si consumen regularmente aceite de krill. Investigadores de distintos países europeos han constatado que basta con ingerir dos gramos de este aceite al día durante dos meses para conseguir más del doble de los niveles de omega-3 en el organismo, un hallazgo que abre la puerta a la prevención de enfermedades como la hipercolesterolemia. Esta y otras conclusiones están presentes en un estudio presentado en 2011 en la prestigiosa Journal of Agricultural and Food Chemistry.
La presencia de omega-3 que ayuda también a prevenir enfermedades neurodegenerativas y contribuye a una mejor salud mental, lo que hace que su consumo sea especialmente recomendable a partir de cierta edad.
Ciertos pescados como el atún o el pez espada pueden contener toxinas como el mercurio, lo que lleva a algunos consumidores a evitar el consumo de aceites de pescado para obtener ácidos grasos omega-3. El aceite de krill es más seguro debido a los niveles más bajos de contaminantes.
El poder antioxidante del aceite de krill
Por lo que respecta a los antioxidantes, el aceite de krill es notablemente superior a la de otros aceites de pescados. Es rico en astaxantina, un antioxidante carotenoide, que inhibe la oxidación y puede neutralizar el efecto oxidante de los radicales libres.
Aunque muchos alimentos contienen antioxidantes, la ingesta de antioxidantes como suplemento nutricional son una valiosa ayuda para optimizar tu salud, neutralizar los radicales libres, retardar los signos del envejecimiento, promocionar la salud del corazón, el sistema inmunológico, y la memoria.
El aceite de krill también sirve para reducir el dolor de las articulaciones y aumentar la flexibilidad, lo que permite llevar un estilo de vida más activo y saludable. Un estudio en el Journal of the American College of Nutrition concluyó que el aceite de krill fue eficaz en la reducción de los síntomas de la artritis y la inflamación: con una dosis diaria de 300 mg se inhibe significativamente la inflamación y reducen los síntomas artríticos dentro de un periodo de tratamiento corto de 7 y 14 días.
También alivia los trastornos premenstruales y períodos menstruales dolorosos.
Otra de las ventajas respecto al aceite de pescado es que no tiene regusto a pescado, ni produce reflujo, un efecto secundario desagradable común en los suplementos de aceite de pescado.
Contraindicaciones y efectos secundarios
El aceite de krill es SEGURO para la mayoría de las personas adultas cuando se usa en las dosis adecuadas durante un periodo de tiempo determinado (hasta tres meses). Sin embargo puede causar algunos efectos secundarios similares al aceite de pescado en algunas personas, como el mal aliento, acidez, sabor a pescado, malestar estomacal, náuseas y diarrea.
No deben consumirlo, o al menos sin indicación médica, personas que tengan alergia al pescado o al marisco, especialmente a los camarones. Ronchas, dificultad para respirar; hinchazón de la cara, labios, lengua o garganta: si tienes alguno de estos síntomas es probable que tengas una reacción alérgica y deberías acudir al servicio médico más cercano.
Existe cierta controversia y preocupación social por la explotación comercial del krill para su uso en los suplementos, ya que puede poner en peligro las especies que lo consumen como alimento principal, como las ballenas o las focas, alterando el equilibrio natural de los océanos.
Sin embargo la alergia al marisco normalmente es causada por las proteínas y aceite de krill puro no debería contener ninguna, por lo que es poco probable que alguien pudiera tener una reacción alérgica de tomar aceite de krill. No obstante es mejor proceder con cautela y seguir el consejo de su médico.
Asegúrate también de revisar la etiqueta del producto en busca de otros ingredientes activos o inactivos que puedan causar una alergia. Si no estás seguro pregunta al farmacéutico.
Las personas que consuman anticoagulantes deben informar a su médico antes de tomar el suplemento. Otros medicamentos (estrógenos, analgésicos, diuréticos, etc) también pueden interactuar con el aceite de krill con lo que siempre es conveniente consultar a su médico. También si estás embarazada o planeas quedarte.
Otros efectos secundarios del aceite de krill pueden incluir diarrea y indigestión.
Donde puedes comprar aceite de krill
El aceite de krill se vende en herboristerias y dietéticas. También lo puedes comprar en tiendas online en internet en forma de cápsulas.
El proceso de producción del aceite de krill determinará la calidad y seguridad del suplemento. Elige marcas certificadas que cumplan con estándares de calidad. Si el producto es excesivamente barato desconfía.
Respecto a la dosis es conveniente tomar el aceite de krill exactamente como está prescrito en la etiqueta del suplemento, o como lo indique tu médico. No lo tome en cantidades mayores o por más tiempo de lo recomendado.
El aceite de krill se puede oxidar y echar a perder por lo que revisa siempre la fecha de caducidad. Guarda el aceite de krill a temperatura ambiente en un sitio sin humedad ni calor. No lo congeles.
Fuente: www.superalimentos.es
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