Hizo una soñada carrera como supermodelo, desfilando y haciendo campañas para las más prestigiosas firmas de moda. Partió de Argentina rumbo a Nueva York, en donde vivió varios años hasta llegar a Miami, que es hoy su lugar en el mundo. Desde allí cambió por completo sus hábitos para mantener bajo control enfermedad que le diagnosticaron casi tres años atrás.
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Inés Rivero fue una de las supermodelos argentinas que, en los noventa, además de ser una estrella local, forjó una impresionante carrera internacional.
Comenzó modelando a los 14, en Córdoba (su lugar de nacimiento), donde sus primeros pasos con Chicha Osorio, una reconocida socialité que formó a varias beauties en la escuela Mannequins. Y en poco tiempo llegó a Buenos Aires y viajó a París y al mundo. Fue musa de grandes couturiers, como Karl Lagerfeld y John Galliano, y «ángel» de Victoria’s Secret.
Con una vida vertiginosa a una corta edad, a los 19 se casó con el excéntrico fotógrafo francés Alé de Basseville. Pero no fue su único matrimonio: a los 24 se casó con el financista cubano Jorge Mora (se separaron en 2004), y tuvieron a su única hija, Maia. Su tercer marido fue el empresario ecuatoriano Ernesto Estrada, con quien estuvo diez años.
Actualmente, se encuentra en pareja con John Boord, de 53. Habían estado en pareja durante tres años pero se separaron y se reencontraron en 2019, cuando Inés atravesaba un momento muy difícil en su vida: fue diagnosticada con esclerosis múltiple.
Con su hija Maia son muy compinches: la joven terminó la secundaria y ya se encuentra asentada en Pennsylvania, donde asiste a la Universidad.
En plena pandemia, entrevistada por Guillermo Andino, la modelo contó cómo había comenzado todo: “Yo soy bastante sana y sentía la parte derecha de mi cuerpo débil. Iba al gimnasio para hacer pesas y sentía que tenía menos fuerza del lado derecho, se me caían cosas de las manos, si me maquillaba no era lo mismo… Fui a ver al neurólogo, que al principio creyó que no era nada en particular porque me veía bien. Hay personas que arrastran las piernas o tienen afectada la vista. En mi caso no se me notaba. Pero, en la resonancia (magnética) salieron dos lesiones, una en la parte posterior del cerebro y otra en la parte torácica».
Con respecto a cómo lo lleva en su vida diaria, señaló: “Estoy muy bien, lógicamente tuve que hacer muchos cambios en mi vida. El doctor me dijo que tenía que meditar, hacer yoga y cuidarme con la dieta para quitarme el estrés de la vida”.
Según expresó Inés, se siente bastante tranquila más allá del diagnóstico porque el médico le indicó que habían podido descubrir la enfermedad en una etapa temprana y que por el momento “está dormida”, luego de realizarse varios estudios médicos.
La modelo se puso en manos del doctor Saud Sadiq, considerado una eminencia en escelórisis múltiple, que atiende en Nueva York. Dejó los caballos y el polo para no tomar riesgos innecesarios, siguió con sus rutinas de actividad física y, por recomendación médica, incorporó el yoga y la meditación.
Fuente: www.parati.com.ar
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