Según un relevamiento que indagó sobre las sensaciones y los hábitos que adoptaron los ciudadanos en la Argentina ante el aislamiento social obligatorio, la mayoría se mostró preocupado por no poder pagar los servicios o perder el empleo y sólo un 28% mantiene alguna rutina de ejercicio físico
El aislamiento social obligatorio impuesto por el Gobierno comenzó a la hora cero del viernes 20 de marzo. Pareciera que fue hace años que el presidente Alberto Fernández firmó un decreto de necesidad y urgencia para que la gran parte de la población -salvo algunas profesiones y actividades declaradas esenciales- permanezca en sus hogares a fin de evitar la propagación del coronavirus. La medida obligó a pasar un tiempo inédito dentro de casa al grueso de las personas.
Sumado al cambio de hábitos necesarios para evitar el contagio, todo esto transformó la vida de quienes de repente debieron pasar más tiempo dentro que fuera del hogar.
Una encuesta de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) indagó sobre la percepción de los argentinos y esta medida inédita.
Si bien casi el 70% contestó estar a gusto en su hogar, el resto dijo que el encierro se le está haciendo muy complicado.
El porcentaje más alto de respuestas sobre con qué ocupa su tiempo lo ganó la TV (noticieros, películas y Netflix, son los principales pasatiempos con ese medio) con el 25,2%. MIrar televisión fue seguido por la limpieza y el orden (19,6%), mirar redes sociales (12,2%), cocinar (11,8%) y leer (7,4%), entre otras.
La mayoría (42%) no realiza ninguna actividad física puertas adentro, mientras que el resto sí manifestó hacer rutinas (28%), caminar (6%), utilizar la bicicleta fija (6%) y bailar (4%), entre otras. Respecto de algo muy emparentado a lo anterior, el 53% siente que come igual que antes de la cuarentena. Un 35% aseguró que come mucho o bastante más y casi el 12% asegura lo hace menos que antes del encierro.
Ante las preocupaciones sobre esta situación única, el 34% teme que el esfuerzo de quedarse en casa no valga la pena. El 55,6% se repartió entre quienes temen que no le paguen el sueldo, no poder pagar los servicios, perder el empleo, no sostener su comercio, no pagar el alquiler y contraer deudas. Sólo el 10,4% dijo que no tiene preocupaciones por cómo se desarrolle la economía tras la pandemia.
Otros datos que dejó ver el relevamiento
– Poco más del 76% utiliza aplicaciones de videollamada para ver a sus familiares.
– Entre lo más se extraña de poder salir de casa, las reuniones en familia encabezaron las respuestas con un 37,4%, seguido de pasar tiempo al aire libre (18,8%), ir al trabajo (16,3%) y juntarse con amigos (16,2%).
– Consultados sobre los cambios de hábitos que trajo consigo la pandemia, lavarse las manos y el distanciamiento social se llevaron la mayoría de las respuestas (95%), tras lo que se ubicó estornudar en el pliegue del codo (casi 92%). Pero compartir el mate aún es una costumbre muy arraigada: el 59% cambió este hábito, pero el 41% aún no. En tanto, salir a comprar con guantes y barbijos no es algo que la gente lo tenga en cuenta y solamente poco más del 23% contestó sale así de preparado.
– Aburrimiento (21,5%) y ansiedad (19,8%) son las sensaciones que más les genera estar encerrados.
– Casi el 30% contestó que realiza home office, frente al 33,2% que dijo no estar trabajando actualmente.
– Casi el 37% realiza compras una vez por semana, mientras que casi el 29% sale cada dos o tres días.
El muestreo, que se realizó vía mail sobre mil casos en población de más de 16 años de CABA y gran Buenos Aires GBA, indicó que el 29,5% de quienes contestaron manifestó que vive con otra persona. En el 20,7% de los hogares eran tres, en el 19,4% vivían más de cuatro, el 18,9% cuatro y el 11,5% de los encuestados vivía solo.
Para cerrar, sobre qué medidas se debería tomar con aquellas personas que no cumplen con la cuarentena, más del 50% dijo que debieran pagar una multa económica y hacer trabajos comunitarios.
Fuente: www.infobae.com
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