Se trata de una planta versátil que puede crecer tanto dentro de casa en macetas como en el jardín. Su follaje de tallos carnosos es llamativo, pero lo que realmente roba miradas son sus flores de distintos colores.
Cuidar plantas puede parecer una tarea desafiante, especialmente cuando se trata de especies que requieren atención constante en riego, luz y temperatura. Sin embargo, existen opciones resistentes y de fácil mantenimiento, perfectas incluso para quienes están comenzando en el mundo de la jardinería. Una de ellas es ideal para dar vida y color a tu jardín o interiores durante todo el año. No hablamos de las tradicionales petunias o geranios, aunque también son opciones populares y poco exigentes.
Nos referimos a la alegría del hogar (Impatiens walleriana), también conocida como «lizzy ocupada». Esta planta versátil puede crecer tanto en interiores como en exteriores, y su principal atractivo reside en sus llamativas flores, disponibles en una amplia gama de colores: rosa, rojo, blanco, lila, naranja y más. En climas cálidos, puede florecer de manera continua, convirtiéndose en una elección fantástica para añadir color a cualquier espacio.
Cuidados básicos para la alegría del hogar
La alegría del hogar se adapta con facilidad a suelos bien drenados, ricos en materia orgánica y con una humedad uniforme. Es ideal para zonas con sombra parcial o total, lo que la hace perfecta para interiores o áreas sombreadas del jardín. Aunque originaria de África, esta planta se ha aclimatado con éxito en los trópicos de América y es muy popular en hogares de todo Estados Unidos.
Para lograr una floración abundante, es importante colocarla en un lugar con buena iluminación. Si sus capullos caen antes de abrirse, esto puede indicar falta de luz. Aunque tolera algo de sol directo, este debe limitarse a las horas menos intensas, como las primeras de la mañana. Si decides plantarla al aire libre, elige un espacio en semisombra donde reciba luz suave matutina.
Temperatura y riego
La alegría del hogar prospera en temperaturas superiores a los 13 °C y no tolera las heladas, que pueden dañar sus tallos irreversiblemente. En cuanto al riego, este debe ajustarse según la estación: en invierno, es suficiente regarla una vez a la semana, mientras que en verano, con temperaturas más altas, lo ideal es hacerlo a diario.
Con estos cuidados sencillos, la alegría del hogar puede convertirse en una planta imprescindible para llenar de vida cualquier rincón de tu hogar o jardín.
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