Vida saludable

Los beneficios de una buena ducha

Sabemos que un baño de tina requiere de tiempo y, siendo realistas, muchas veces andamos apuradas. ¿Cómo hacer, entonces, para que la ducha logre efectos relajantes y beneficiosos para nuestro cuerpo? Aquí pasos indispensables para sacar el máximo provecho a esta rutina diaria.

El famoso chorro de agua fría

Luego de la exfoliación y de lavar e hidratar la piel se recomienda finalizar la ducha con agua fría sobre el cuerpo, ya que ayuda a cerrar los poros, afirmar la piel, entregar energía, hacer brillar el pelo y activar la circulación, entre otros beneficios. Hay dos buenas maneras de usar el agua fría:

Al finalizar la ducha, cambiar el agua tibia por agua fría y estar unos segundos bajo este chorro.

Si se tiene ducha teléfono, usarla para cerrar esta ducha combinando agua fría y tibia en cada zona del cuerpo. Partiendo desde los pies, subiendo por las piernas, abdomen, pecho, brazos y por último la espalda. Poner agua fría por unos segundos en la zona, luego agua más caliente, luego agua fría otra vez y cambiar a otra parte del cuerpo.

Exfoliar la piel

Siempre es bueno exfoliar la piel antes de la ducha; se desintoxica el cuerpo, se eliminan las células muertas y se logra una mejor piel.

Exfoliar en seco: elegir un cepillo o guante de materiales naturales como lufa o algas. Cepillar la piel en forma ascendente desde las piernas, sin saltar las zonas de ingle y axilas (ganglios linfáticos superiores e inferiores). En el abdomen, dar masajes en sentido de las agujas del reloj para estimular digestión. Es ideal contar con un mango o un paño para alcanzar la zona de la espalda. Se recomienda excluir el rostro, el que puede exfoliarse con productos especiales. Este cepillado puede realizarse diariamente en duraciones variables, dependiendo de la intensidad y el tiempo que se disponga. Normalmente toma entre 2 a 20 minutos. Luego del cepillado pasar a la ducha con agua templada, a la que se le puede agregar de forma semanal la exfoliación del rostro.

Lavar e hidratar

Usar aceites esenciales en el gel de ducha trae muchos beneficios, ya que potencia este producto, gracias a las propiedades específicas de cada aceite esencial. Lo importante es usar un gel de ducha neutro y lo más natural posible, para así disminuir las interacciones entre los aceites esenciales y los posibles ‘químicos’ del gel de ducha. Al gel de ducha se le agregan aceites esenciales para obtener un efecto particular y así personalizar la rutina de la ducha.

Ducha energizante: agregar gotas de aceite esencial orgánico de menta piperita al gel de ducha. Tiene propiedades tónicas y refrescantes. Su concentración en mentol lo hace perfecto para vivificar la musculatura y estimular la concentración. Su aroma es perfecto para despertar la mente.

Ducha relajante: agregar gotas de aceite esencial orgánico de lavanda verdadera. Actúa sobre el sistema nervioso para relajar la mente y los músculos. Es una fórmula perfecta para empezar o terminar el día sin estrés.

Fuente: revistamujer.cl