Las célebres pasas, un alimento unido de forma estrecha a nuestra dieta mediterránea, se pueden emplear tanto para tomar a puñados, como si de un complemento energético se tratase, como formando parte de una receta, añadiéndola a guisos o ensaladas.
De las variedades existentes, las más famosas son las denominadas pasas sultanas (rubias) o de corinto (negras) al tratarse de sendas variedades que carecen de semillas en el interior aunque, atendiendo a su sabor y textura, son mucho más aconsejables nuestras clásicas pasas “de Málaga”, con mucho mejor paladar.
El proceso de fabricación de este producto es bastante simple, básicamente se trata de colgar los racimos de uvas en un lugar aireado, alejado del sol directo, durante varias semanas. Para evitar que se estropeen algunas uvas se pueden escaldar durante unos segundos en agua hirviendo antes de colgarlas, de esta manera eliminamos cualquier tipo de bacteria que pudiera deteriorar las uvas durante el proceso de secado. Es bastante fácil desecarlas uno mismo en casa, pudiéndose almacenar en un lugar fresco, aireado y oscuro.
Es importante buscar unas uvas pasas procedentes de cultivo y procesado ecológico ya que, las grandes compañías que se dedican a su comercialización utilizan sulfitos como producto conservante, un aditivo que, además de poco saludable, causa alergia o intolerancia a un gran número de personas.
Los nutrientes que este alimento nos proporciona son los siguientes (por 100 gramos de producto):
Nutriente | Contenido |
---|---|
Carbohidratos | 64% |
Agua | 25% |
Fibra | 8% |
Proteínas | 3% |
Potasio | 710 mg |
Magnesio | 36 mg |
Cloro | 16 mg |
Sodio | 20 mg |
Calcio | 95 mg |
Fósforo | 40 mg |
Azufre | 31 mg |
Caroteno | 30 mcg |
Ac. Fólico | 11 mcg |
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