El pequeño chef de General Rodríguez subió un video a sus redes para contar a sus seguidores que seguirá activo compartiendo contenido sobre pastelería, pese a las agresiones que sufrió: «Nada ni nadie va a frustrar mis sueños», dijo.
En los últimos días Joaquín, el niño de 10 años proveniente de General Rodríguez, sufrió agresiones en las redes por parte de haters que se burlaron de él y las tortas que hace. Su madre Raquel, utilizó las redes para contar los momentos difíciles que estaba pasando su hijo, luego de recibir mensajes hirientes en Twitter. Ante los ataques cibernéticos, la mujer anunció que iba cerrar la cuenta de Joaquín para protegerlo.
«Soy la mamá de Joaco. Sepan disculpar, pero ya no va a tener TW. Le dijeron pastelero discapacitado, que su brazo no es lo único deformado. Yo entiendo que TW sea así pero es un nene y esto le está haciendo mal Empezó con preguntas y es por eso que empecé a revisar. Le dijeron que sus tortas se quemaron como él y empezó a preguntar si es discapacitado, si sus tortas son feas, entre otras preguntas», redactó Raquel en su posteo.
Sin embargo, el propio protagonista contó que no dará un paso al costado y enfrentará el cyberbullying del que fue víctima. El niño difundió un video en el que hizo su descargo tras lo sucedido. «No voy a dejar que nada ni nadie frustre mis sueños. Voy a darle para adelante. Les doy el mismo consejo a los que pasan el mismo que yo, que no dejen que nadie impida sus sueños. Una discapacidad no nos hace menos ni más. Agradezco mucho a toda la gente que me sigue», manifestó Joaquín.
Su historia de vida hizo que sea furor en redes sociales. Hace dos años, él sufrió un accidente doméstico. Tras tirar alcohol en brasas encendidas de una parrilla, el joven pastelero terminó con el 25% de su cuerpo afectado. Luego de pasar un mes en terapia intensiva en el Instituto del Quemado, logró recuperarse. Sin embargo, debió afrontar un largo tratamiento que consistía en colocarle injertos para reemplazar partes de su piel. Debido a la pandemia, el niño debió suspender su rehabilitación, lo que derivó a que sus médicos no puedan seguir colocándole injertos ya que sus heridas habían cicatrizado. Los profesionales ofrecieron ponerle 4 expansores debajo de la piel para lograr su reconstrucción facial, pero cada uno de ellos tiene un valor U$S 500.
Para poder recaudar el dinero necesario, Joaquín comenzó a hacer tortas y muffins con decoraciones. Días atrás, informó en un video que gracias a sus ventas y donaciones recibidas, ya reunió el dinero para la cirugía. Ahora, lo que recaude lo destinará a la instalación de su propio local.
Fuente: https://zonales.com
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