La historia de la cantante australiana e icono feminista de los años 70, Helen Reddy, revive con la película ‘I am woman’, que narra su vida artística desde que arribó a Nueva York en 1966, junto a su hija de 3 años.
Reddy, quien falleció en septiembre de este año en Los Ángeles (Estados Unidos), alcanzó su fama mundial con el lanzamiento del sencillo ‘I am woman’, número uno en ventas en 1972, que se ha convertido en un himno del movimiento feminista de la segunda ola y que ha animado a toda una generación de mujeres a luchar por el cambio.
El camino hacia el éxito no fue nada fácil para ella pues tuvo que incursionar y romper esquemas en un mundo lleno de hombres que al inicio la rechazó. Ese intenso recorrido musical e incluso familiar es abordado durante el filme que se estrena hoy en los cines de España.
“No solo se convirtió en la artista femenina más exitosa de su tiempo, sino que también rompió los estereotipos y abrió el camino durante el período más crucial del movimiento de liberación de la mujer. No solo allanó el camino para las artistas australianas que querían tener un impacto internacional, sino que se convirtió en un modelo a seguir de lo que todas las mujeres podían lograr”, señala Unjoo Moon, directora de la biografía audiovisual.
La historia de un icono feminista
Helen Reddy llegó desde Australia tras ganar un concurso musical por el que le otorgaban un contrato con una importante discográfica en Nueva York, pero en la primera reunión le dijeron que eso no iba a suceder.
Con los sueños frustrados, pero de la mano de su hija decidió quedarse para probar suerte y empezó a cantar en pequeños bares donde, pese a la gran aceptación que tenía del público, le pagaban menos que a los hombres.
En Nueva York se hizo amiga de la periodista Lillian Roxon, que años después fue conocida como “la madre del rock”, y quien la anima a escribir sus propias canciones, entre ellas la que la catapultó a la fama: ‘I am woman’. Tras conocer a Roxon, se involucra con Jeff Wald, un aspirante a gerente de talentos que se convierte en su agente y esposo.
Aunque Wald la ayuda a llegar hasta la cima, sus actitudes machistas y su adicción a las drogas terminan por deteriorar la relación. Ella decide dejarlo tras descubrir que estaba llena de deudas y que la vida caótica que llevaban no le hacía bien a sus hijos.
Reddy estaba convencida de que quería ser parte de un mundo donde las mujeres y los hombres gozaran de igualdad de derechos, y tuvo que romper los techos de cristal impuestos incluso por su misma disquera. También apoyó abiertamente la Enmienda de Igualdad de Derechos que se debatía en esa época.
Entre 1972 y 1974, Reddy se convirtió en la intérprete femenina más vendida del mundo y también en la primera australiana en ganar un Grammy. En 2002 se retiró definitivamente de los escenarios.
FUENTE: EFE
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