Cada vez son más los padres que se separan. Seguramente, si miramos a nuestro alrededor, veremos muchas personas divorciadas o separadas, si nos fijamos en los compañeros de clase de nuestros hijos, es probable que muchos de ellos sean hijos de padres separados o divorciados. Pero, ¿qué consecuencias puede traer esta situación a nuestros hijos? ¿Qué piensan los hijos de padres separados? ¿Cómo es su comportamiento? ¿Afecta a su rendimiento escolar? ¿Los hijos de padres separados son felices? Si quieres saberlo, no dudes en seguir leyendo este artículo de Psicología-Online: hijos de padres separados: ¿tiene consecuencias?
Hijos de padres separados y sus consecuencias
El proceso de adaptación a la nueva situación es la principal consecuencia de un divorcio o separación en los hijos. Las personas, tanto padres como hijos, no siempre están preparadas para afrontar todos los cambios. Si determinado cambio, como la separación matrimonial, supone una dificultad para los padres, para los hijos también puede resultar un proceso estresante y de difícil adaptación. La separación de los progenitores puede resultar una situación de difícil adaptación para los hijos cuando no han sido preparados de forma anterior al suceso.
Además, cabe destacar que los niños perciben con facilidad las preocupaciones y los estados de ánimo de sus progenitores, por lo que es importante que, durante el proceso de separación, los progenitores procuren transmitir a sus hijos mensajes tanto de seguridad como de tranquilidad y pacifismo.
Aunque los hijos de padres separados puedan crecer felices, los primeros momentos durante y después de la separación pueden resultar complicados, sobre todo en función de la gravedad de la situación y la relación entre los progenitores. A continuación presentamos las consecuencias del divorcio en los hijos más comunes.
Hijos de padres separados: comportamiento y emociones
La primera de las consecuencias del divorcio en los hijos y la más habitual es el desajuste emocional.Este desajuste emocional puede provocar que los niños no reflejen felicidad, por ello, es importante atender a una serie de factores de riesgo que aumentan las posibilidades de presentar un desajuste emocional:
- Gravedad del conflicto parental: por ejemplo, discutir y agredirse verbal y/o físicamente delante de los hijos puede resultar un factor de riesgo agravante para el desajuste emocional.
- Cumplimiento del régimen de visitas pactado en el juicio: este factor hace referencia al cumplimiento de las visitas que cada progenitor tiene establecidas para estar con los hijos.
- El progenitor que tiene la custodia de los hijos: normalmente la custodia es de la madre, pero si los hijos tienen una mayor afinidad con el padre, puede agravar el riesgo de desajuste emocional.
- Pensión económica: habitualmente uno de los progenitores debe satisfacer al otro mediante una pensión económica para poder cubrir las necesidades de los hijos. Cuando esta pensión no es pagada puede generar un desajuste en el cubrimiento de las necesidades, hecho que lleva a los hijos a un cambio inesperado. Por ello, en general, los cambios que se den después de una separación, se recomienda que sean los mínimos posibles, ya que los hijos tienen las mismas necesidades antes que después de la separación.
- Tiempo: otro factor de riesgo a tener en cuenta es el tiempo que ha transcurrido desde la ruptura hasta el momento actual. Cuanto más tiempo haya transcurrido no significa que los problemas se hayan resuelto, pero sí que es cierto que, en general, la situación se verá más calmada y los hijos estarán más adaptados a ella.
- Separación de los hermanos: en una separación no es recomendable separar también a los hermanos, es decir uno de los hermanos con un progenitor y el otro hermano con el otro progenitor. En caso de separación entre hermanos, aumenta la posibilidad de desajuste e inestabilidad tanto emocional como psicológica y conductual.
- Período de tiempo antes de la separación: este factor de riesgo hace referencia a la situación tensa que se da habitualmente antes de la separación (discusiones, agresividad, hostilidad, conflicto…). En estos casos es importante tener en cuenta tanto el nivel de gravedad como su duración.
- Características de los hijos: por ejemplo, intolerancia a la frustración, dificultades para manejar el estrés, intolerancia al cambio, dificultades de adaptación, temperamento, etcétera.
Consecuencias del divorcio en los hijos por edades
La adaptación de los hijos al cambio depende en gran mesura de su edad. El desajuste emocional en los hijos, como consecuencia del divorcio de los padres, se mostrará de forma diferente según la edad de los hijos. En los niños de menor edad se suelen detectar desajustes en la conducta (regresiones, problemas de sueño y alimentación…), en cambio, en los mayores, se suelen detectar desajustes en las competencias sociales (autoculpa, traición del progenitor, vergüenza…).
Hijos de padres separados: ¿nueva pareja?
El hecho de tener que realizar una adaptación a las nuevas parejas de los progenitores, ya sea en convivencia o no, puede constituir una dificultad añadida y, por tanto, un factor de riesgo.
Rendimiento académico
Según diversos estudios se considera que una de las posibles consecuencias del divorcio en los hijos es una disminución del rendimiento académico. Se observa que la disminución del rendimiento académico en los hijos de padres divorciados no dura para siempre, sino que está presente durante el proceso de ruptura y persiste hasta un año después aproximadamente.
Así pues, durante este período de tiempo, se suelen observar, por un lado, que los niños de menor edad suelen presentar problemas de aprendizaje, dificultades escolares y dificultades de rendimiento. Por otro lado, los hijos de mayor edad suelen practicar mayor absentismo escolar, menor rendimiento académico, menos motivación y pocas aspiraciones en relación al mundo educativo. Además, algunos estudios destacan que los hijos de padres separados tienen mayor probabilidad de no lograr obtener una titulación universitaria ni tampoco finalizar los estudios secundarios obligatorios, es decir, mayor probabilidad de fracaso escolar.
¿Los hijos de padres separados son felices?
Si bien es cierto que cada situación es un mundo, en función de cada familia y las características del proceso del divorcio, pueden darse unas consecuencias u otras, pero, en general, como padres solemos preocuparnos por las consecuencias que todo esto puede conllevar a nuestros hijos. Por eso, la mayoría de padres se suelen preguntar si los hijos de padres separados son felices, ya que les preocupa la felicidad de sus hijos durante el proceso de ruptura y después de la misma.
El divorcio de los padres no es algo divertido ni agradable para los hijos, pero no por ello dejan de ser felices. La felicidad de los niños no depende de la estructura de su familia, ya sea monoparental, homoparental, reconstituida, etcétera.
La felicidad de los hijos depende en mayor mesura del cubrimiento de sus necesidades y de sus relaciones afectivas. En otras palabras, si los hijos, a pesar de la separación de sus padres, siguen recibiendo el afecto de sus padres y, además, estos cubren sus necesidades tanto de protección como de afecto y cariño, los niños seguirán siendo igual de felices que como lo eran antes de la separación.
Además, cabe destacar, que los niños también son capaces de percibir la felicidad de sus padres después de una separación, ya que los progenitores ya no tienen que convivir en un mismo hogar manteniendo una relación insana. Por lo tanto, la separación o el divorcio pueden llegar a entenderse como un suceso que lleva a un cambio positivo y a una oportunidad de mejora, fomentando, así, mejores relaciones entre progenitores e hijos.
Fuente: psicologiaonline.com
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