Nutrición

Fruta deshidratada, energía concentrada

Confundida frecuentemente con los frutos secos oleaginosos, la fruta desecada tiene cualidades nutricionales específicas y son una gran ayuda en la dieta de un deportista.

Las frutas deshidratadas, a diferencia de lo que se pueda pensar, son beneficiosas para el organismo. De manera que constituyen el snack perfecto y saludable para comer en el momento que uno quiera.

Hay que remarcar que las frutas deshidratadas son frutas a las que se les ha extraído la mayor parte de su contenido en agua, a través de determinadas técnicas de secado o deshidratación.

Propiedades y beneficios de las frutas deshidratadas

Aportan una gran cantidad de energía

Esta clase asegura una buena parte de la energía que necesitamos para funcionar diariamente. Como muestra podemos avanzar que una ración de fruta deshidratada aporta a nuestra ingesta alimentaria unas 50-70 Kcal. Las más energéticas son las uvas pasas, los higos y las ciruelas.

Diversas vitaminas y minerales

Cuentan con un buen aporte de minerales: calcio, hierro, potasio y magnesio, entre otros, además de vitaminas A y E y las vitaminas de tipo B, que aseguran la energía que necesitamos, regulan el funcionamiento del organismo y también protegen el sistema inmunológico.

Acción saciante

De la misma manera que sucede con muchos otros alimentos, las frutas deshidratadas ofrecen una acción saciante importante. Esto beneficia a nuestro sistema digestivo sin necesidad de comer excesivamente y más de la cuenta.

Alto volumen de fibra

Las frutas llevan un buen aporte de fibra, y las deshidratadas cuentan con una gran cantidad. En concreto, suelen contener un promedio de 12 gr. de fibra por cada 100 gr. de producto. Y por ello nos ayudan a regular nuestra digestión.

Antioxidantes

En general, las frutas son antioxidantes, y comer deshidratadas también nos da los antioxidantes necesarios para proteger nuestro corazón, eliminar toxinas y beneficiarnos de las propiedades que llevan para dejar la piel mejor y evitar su envejecimiento.

Aptas para las personas diabéticas

Las personas que padecen diabetes no pueden comer una gran cantidad de frutas por su alto contenido en azúcar. Determinados estudios confirman que, gracias a su elevado contenido de fibra y antioxidantes polifenoles, las frutas deshidratadas tienen un índice glucémico entre bajo y medio.

Fortalecen los huesos

Este tipo de frutas tiene diversas vitaminas y minerales, como el calcio y la vitamina K que refuerzan los huesos y previenen el desarrollo de ciertas enfermedades relacionadas con los huesos.

Fuente: www.sportlife.es