Eliminar las células muertas de la piel es un paso de tu rutina de belleza que no debes dejar en el olvido si quieres que se vea hidratada, luminosa y con buen tono. Y tienes, además, a tu alcance, un buen número de opciones caseras para elaborar tú misma dichos exfoliantes, con la ayuda de productos que seguro que tienes en tu cocina. Tienes que tener en cuenta, eso sí, que son las zonas más expuestas las que más necesitan exfoliarse (cara, brazos…). Y la frecuencia dependerá del grado de sensibilidad de tu piel, aunque hay opciones válidas para los cutis más delicados. Con la ayuda de la farmacéutica Meritxell Martí, propietaria de Farmacia Meritxell, hemos hecho un repaso por algunos de ellos, útiles en algunos casos para la piel del rostro y en otros para la del cuerpo, con el objetivo de que aprendas a realizarlos y a sacarles partido en esos momentos que dedicas al cuidado de tu dermis.
Con glicerina y azúcar
- Dos o tres cucharadas de glicerina líquida.
- Una cucharada de azúcar fino (depende de la fuerza que queramos exfoliar).
- Una cucharada de zumo de limón.
Se puede mezclar bien y exfoliar masajeando poco a poco hasta que el azúcar se vaya fundiendo y después aclarar abundantemente. Se puede usar en el cuerpo, tanto en zonas más gruesas como delicadas. Y si no añadimos el zumo de limón, esta mezcla es ideal en los labios, sobre todo cuando se notan algunas pieles en ellos.
Con aceite y sal gorda
- Tres cucharadas de aceite de coco u oliva suave.
- Añadir unas hojas de albahaca y dejar a temperatura media durante una hora a fuego muy suave, simplemente para que las hojas de albahaca puedan dejar el aroma y las propiedades al aceite, también se puede usar unas gotas de aceite esencial.
- Filtrar el aceite y añadir sal gorda.
En la ducha o en la bañera con el cuerpo mojado, hay que aplicarse este aceite e ir “rascando” el cuerpo, insistiendo en zonas más sensibles como los codos o los talones. Aclararse con agua abundante, la piel queda muy hidratada.
Con café y azúcar
- ½ vaso de café molido ya usado.
- ½ vaso de azúcar moreno.
- ½ vaso de aceite de coco.
Hay que combinar todos los ingredientes hasta hacer una mezcla que podemos aplicar por todo el cuerpo, a modo de masaje. Esto ayudará a eliminar las células muertas. “Sin embargo, es un scrub bastante fuerte, por lo que aconsejo su uso en partes más duras y resistentes como pueden ser los pies o los codos. Se puede aplicar con la piel húmeda, de hecho, es lo ideal”, nos cuenta Meritxell Martí.
Con copos de avena y cáscara de naranja
- Poner dos cucharadas de aceite de almendras o coco.
- Añadir un puñadito de copos de avena finamente machacados.
- Añadir una cucharadita de cáscara de naranja seca y triturada finamente.
Se puede aplicar el scrub para exfoliar la piel y luego aclarar. Simplemente hay que eliminar las pequeñas partículas de piel seca con un algodón. Se trata de un exfoliante que no irrita la piel, y por ello se puede usar en pieles secas o más sensibles. Dependiendo de la fuerza con la que se masajee la zona, será más o menos potente.
Exfoliante con arcilla de bentonita y polvo de almendras
- ½ vaso arcilla de bentonita, la verde es ideal si la piel es grasa y con problemas.
- ½ vaso de almendras trituradas muy finas, no como harina, pero sí muy finas.
- 2 cucharadas de leche en polvo.
Mezclar todos los ingredientes, y una vez este todo unificado, se pueden añadir unas cucharadas de aceite de almendras para hacer una pasta ligera. Esta la usaremos para masajear. La piel sensible la admite perfectamente porque no irrita la dermis. Si la piel es muy grasa y la queremos usar en la cara, se puede cambiar y en lugar del aceite, poner agua, hasta obtener la textura de pasta. Ambos hay que aplicarlos como una mascarilla, dejarlo un poco para que actúe y masajear. Nos ayudará a absorber el exceso de grasa de la piel.
Exfoliante suave con yogur
Para preparar este exfoliante, la experta nos cuenta que es ideal usar una batidora, pues de esta forma conseguiremos una mayor unificación del scrub o exfoliante. En este caso, la farmacéutica nos cuenta que no va a “rascar“ tanto como los anteriores, lo consideraremos más un exfoliante enzimático y ligeramente ácido.
- 2 cucharadas de copos avena finos y triturados.
- 2 cucharadas de semillas de amapola, más o menos cantidad dependiendo de cómo queramos la exfoliación.
- 4 cucharadas de yogur.
- 2 cucharadas de miel templada.
Primero hay que mezclar las partes duras y después añadir el yogur y la miel, hasta hacer una pasta. Se aplica a modo de mascarilla donde lo deseemos (es ideal en el cuerpo, pero también en escote). Lo dejamos 3 o 4 minutos y acabamos masajeando en círculos de forma suave. Finalmente aclaramos e hidratamos la piel.
Exfoliante con bicarbonato
La textura de este exfoliante es súper suave; sin embargo, es la propia composición la que hace que tenga una acción exfoliante y, sobre todo, que ayude a absorber el exceso de grasa de la piel.
- Una cucharadita de bicarbonato.
- Una porción diaria de limpiador como puede ser la espuma de limpieza.
Solo hay que añadir un poco de bicarbonato en el limpiador, y ponerlo en la mano directamente con un poco de agua y usarlo como hacemos con el limpiador de forma habitual. Lo único que se aconseja dejarlo actuar un poco más en la piel, antes del aclarado, ya que así se consigue que el limpiador exfolie ligeramente y absorba el exceso de grasa de la piel.
Con harina de arroz
- 2 cucharadas de harina de arroz
- 1 clara de huevo batida
Este exfoliante es ideal si la piel es más grasa y está irritada. Simplemente a una clara de huevo batida muy fuerte se añaden con cuidado dos cucharadas de harina de arroz. Se usa como mascarilla durante 3 o 4 minutos, y hay que acabar con un masaje suave en forma de círculos. Se puede usar en la cara, pero deberíamos tener en cuenta si se es alérgico al huevo, pues en ese caso no conviene usarlo. Aclarar y aplicar un tónico al final, antes de la hidratación con una crema.
Vía: Pilar Hernán / hola.com
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