La MET Gala 2025 volvió a ser el epicentro de la moda internacional, reuniendo a las figuras más influyentes del mundo del espectáculo en una alfombra roja donde el estilo fue protagonista absoluto. Bajo el lema “Superfine: Tailoring Black Style”, el evento celebró la elegancia del dandismo negro como símbolo de identidad, resistencia y expresión cultural, marcando un nuevo capítulo en la historia de la moda con looks tan audaces como significativos.
Entre las celebridades que más llamaron la atención se destacó Demi Moore, quien impactó con un diseño de Thom Browne que transformó la tradicional imagen de una corbata masculina en una pieza de alta costura. El vestido, completamente negro con detalles en blanco, fusionó la arquitectura del diseño con una minuciosa confección artesanal. Para lograr ese nivel de detalle, se invirtieron más de 7.600 horas de trabajo, incluyendo el uso de más de un millón de canutillos negros, cientos de miles de cuentas talladas y lentejuelas perfectamente aplicadas.
Desde su participación en “La Sustancia”, Moore ha vivido una nueva etapa dorada en su carrera, consolidándose también como ícono de moda. Parte de este éxito se debe al trabajo de su estilista de cabecera, Brad Goreski, quien también asesora a figuras como Kaley Cuoco, Liv Tyler y Ashley Park.
Para completar su look de gala, Demi optó por un peinado recogido con raya lateral, maquillaje sofisticado que enfatizaba su mirada, y una selección de accesorios que complementaban el diseño del vestido: pulseras anchas, aros largos y un anillo brillante, todos en sintonía con la estética del outfit.
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