El té es la bebida más popular a nivel global, luego del agua. Su atractivo radica en varios factores: su versatilidad, que permite una amplia variedad de sabores y tipos; su rica tradición cultural, que abarca desde las ceremonias ancestrales en Asia hasta las modernas casas de té en Occidente.
Además, muchas variedades de té ofrecen beneficios para la salud. Un ejemplo es el té de hibisco, que ha sido destacado en numerosos estudios como un valioso aliado para el sistema cardiovascular, ayuda a combatir el colesterol LDL y mejora la digestión, además de favorecer la pérdida de peso. Esta infusión se elabora a partir de las flores secas de la planta Hibiscus sabdariffa, originaria de África, aunque se cultiva y consume en todo el mundo. Sus flores, de un vibrante color rojo, también pueden encontrarse en tonos naranjas y blancos. Su sabor, que combina notas dulces y ligeramente ácidas, lo convierte en una opción popular tanto en infusiones frías como calientes.
Un momento para disfrutar
Uno de los beneficios más destacados del té de hibisco es su capacidad para ayudar a reducir la presión arterial. Un estudio publicado en el Journal of Nutrition reveló que quienes consumieron esta infusión diariamente durante seis semanas mostraron una disminución significativa en la presión arterial sistólica y diastólica en comparación con un grupo control.
La Universidad de Harvard ha señalado que el té de hibisco proporciona beneficios antivirales y cardiovasculares, gracias a las antocianinas, que son compuestos antioxidantes presentes en él. Además, se ha demostrado que es efectivo contra ciertas cepas de gripe aviar. Otro de sus atributos es su capacidad para reducir los niveles de colesterol LDL (el “malo”). Revisión de estudios sugiere que tanto el té como su extracto pueden ayudar a disminuir el colesterol LDL y los triglicéridos.
El hibisco es también una fuente rica en vitamina C y antioxidantes que combaten el daño celular causado por los radicales libres. Esto no solo fortalece el sistema inmunológico, sino que también protege el hígado, ayuda a eliminar toxinas y contribuye a la salud de la piel. Algunas personas incluso incorporan el té de hibisco en su rutina de cuidado de la piel por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para mejorar la hidratación.
Finalmente, el té de hibisco puede ser útil para quienes desean perder peso. Algunos estudios sugieren que, al ser consumido caliente, podría tener un efecto termogénico, reducir la absorción de almidones y azúcares en el intestino, y actuar como diurético, ayudando a disminuir la grasa abdominal.
Es importante señalar que la pérdida de peso saludable implica un enfoque integral que incluye una alimentación equilibrada, ejercicio regular y supervisión médica.
Para preparar esta bebida a partir de flores naturales, se deben colocar tres flores en una taza de agua hirviendo, dejarlas reposar durante cinco minutos y luego colar. Se recomienda consumirlo media hora después de la cena, pero al menos 45 minutos antes de dormir, para que el organismo tenga tiempo de absorberlo y aprovechar sus propiedades. Como siempre, es aconsejable consultar a un profesional de la salud antes de incorporar nuevas infusiones en la dieta, especialmente para quienes tengan condiciones médicas preexistentes o estén tomando medicamentos que puedan interactuar negativamente.
Referencias de la noticia:
The health benefits of 3 herbal teas. Universidad de Harvard. 2021.
Hopkins AL, Lamm MG, Funk JL, Ritenbaugh C. Hibiscus sabdariffa L. in the treatment of hypertension and hyperlipidemia: a comprehensive review of animal and human studies. Fitoterapia. 2013 Mar;85:84-94
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