¿Qué es Yoga?
El Yoga (del sánscrito yoga “unión”) es una disciplina ancestral que proviene de la antigua India. Su intención es, como lo sugiere el nombre, fusionar y armonizar la interrelación de los campos que componen nuestro ser entre sí y el universo, entre nuestra alma individual y el “gran alma” o divinidad.
¿Cómo funciona?
La práctica del Yoga va liberando bloqueos en la conciencia, nos revela las limitaciones en nuestro cuerpo y mente y, al mismo tiempo, ayuda a disolverlas.
Se realizan “Asanas”(posturas corporales) que ayudan, no solo a tonificar y acondicionar el cuerpo, sino también a estimular la fluidez y emanación de centros energéticos llamados “Chakras” que residen a lo largo de nuestra columna vertebral y todo el cuerpo. El Yoga utiliza ejercicios de respiración conocidos como “Pranayamas” que crean un puente entre la energía vital del entorno y nuestro interior y que sirven también como herramienta fundamental para mantener la mente aquietada en la práctica. Seguro habrás oído del famoso “Om” u otros “Mantras” que son una parte clave en la práctica del Yoga. Según nuestra intención o necesidad entonaremos estos cánticos que ayudarán a conectarnos con otros niveles de conciencia. Sirven, además, para hacer vibrar zonas específicas del cuerpo y la mente estimulando glándulas u órganos. Sirven para pedir u orar a maestros o entidades espirituales y para agradecer.
Así, progresivamente vamos trascendiendo nuestras limitaciones y descubriendo nuestro potencial, que es infinito como el universo que nos envuelve.
¿Quiénes pueden practicarlo?
[mks_pullquote align=»left» width=»300″ size=»24″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]¡Hay Yoga de todos los sabores y para todos los gustos![/mks_pullquote]En el imaginario colectivo es común escuchar que las personas asocian al Yoga a dos situaciones: en una, se encuentran con posturas complejas que requieren de una flexibilidad que pareciera imposible de alcanzar y, por lo tanto, piensan “esto no es para mi, soy un tronco” y se rinden para siempre. En la otra, que es común entre quienes lo practicaron alguna vez, dicen “yo me duermo con el yoga, es muy aburrido”.
Pues, me vale decir que ¡quizás han ido a la clase equivocada!. ¡El Yoga no viene sobreviviendo hace milenios porque si! Sino que ha sido modificado por maestros y escuelas para que su práctica sea accesible y placentera para toda clase de personas. Hay cientos de métodos y estilos, como el “Nydra Yoga”, que son súper estáticos y que ponen énfasis en la relajación, como también hay, y se los aseguro, métodos que son los más intensos y dinámicos que existen hoy por hoy como práctica física en el mundo, como lo son el “Ashtanga Yoga” (el Yoga que practica Madona) el “Power Yoga” o el “Brikram”
¡Si! Aunque parezca increíble, son tan o más intensas que el street work-out o el crossfit. Atletas y deportistas de Elite como Pau Gasol, LeBron James, Kobe Bryants, Novak Djokovic, Maria Sharapova, Ryan Giggs, Joachim Low y muchos más pueden dar fe de ello.
Hay AcroYoga o Yoga en duplas para practicar en pareja y hay Yoga para niños. Métodos especializados para embarazadas, para personas en la tercera edad, etc. Así que solo es cuestión de probar y decidirse por uno de estos que nos siente bien y en el que notemos que crecemos íntegramente, pues, ese es el fin del Yoga.
¿Por qué tanto énfasis en que el Yoga llegue a todas las personas?
Para quienes lo hemos practicado con constancia podemos decir que el Yoga nos cambió la vida radicalmente. Más allá de los ejercicios de respiración o las posturas, el Yoga lleva consigo una carga milenaria que brinda a quien lo practique la capacidad de controlar las alteraciones mentales,de reducir los sufrimientos, de desarrollar la espiritualidad y la capacidad de discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Sus beneficios son notables.
Desde la primera práctica, se siente algo distinto, nuevo, como si abriéramos una puerta que nos transporta a un mundo desconocido y, lo curioso aquí es, que es el mismo mundo, pero el Yoga nos cambia la manera de percibirlo, el modo de habitarlo y vivirlo. Tanto así que se crea un vínculo fuerte de admiración y agradecimiento entre aquellas personas que lo practican y quienes lo enseñan. Se consolidan lazos tan poderosos como la misma familia. Son muchas las personas que se enamoraron de esta disciplina milenaria y terminaron por capacitarse y así contribuir al desarrollo y a la trascendencia del Yoga, al mismo tiempo que lo convirtieron en su trabajo y pueden vivir tranquilamente de los frutos y la ganancia que les genera.
Sus beneficios:
Podemos dividirlos en tres tipos: los instantáneos, los de medio plazo y los que definirán nuestra vida a lo largo de los años…
- La primera categoría es la que resulta por la toma de conciencia de acciones que hacemos automáticamente como respirar, la manera de caminar y la posición en la que nos sentamos. Desde la primera clase comenzamos a mejorar en ello, a sentarnos con la columna más erguida, a caminar distribuyendo el peso equilibradamente y en cuanto a la respiración, deja de ser algo meramente involuntario y se convierte en una herramienta con la que podemos sentirnos mejor y más presentes.
- Los beneficios de medio plazo son las destrezas que vamos adquiriendo como la fortaleza íntegra de las cadenas musculares, la flexibilidad, el equilibrio y que en conjunto mejoran la calidad del sueño, la capacidad de recuperación, dificultan la posibilidad de lesionarnos, disuelven el stress y nos predisponen a afrontar mejor los desafíos de cada día. Poco a poco vamos modificando el estilo de vida, nuestros hábitos y la conciencia se expande brindándonos la capacidad de discernir y reconocer aquello que nos hace sentir mejor. Por lo que comenzamos a deconstruir y reconstruir la manera en la que nos alimentamos, el cómo descansamos y la manera de relacionarnos con el entorno y las demás personas.
- A Largo Plazo; la optimización de nuestra inmunidad podría destacarse en los beneficios de por vida. La predisposición a enfermarse disminuye por el impacto que ejerce el Yoga sobre el sistema nervioso, por la mejora en la calidad de la perfusión sanguínea, por el masaje sobre los órganos que se realizan en las posturas durante las prácticas.
La paz sería otro buen ejemplo de “beneficios de largo plazo”. En Yoga existe la ley del Karma, la acción y reacción que podríamos explicarla imaginando un boomerang que, según como lo lanzamos,volverá. Cuando entendemos íntegramente esta regla resolvemos el cotidiano con gentileza y en armonía entonces el universo nos provee de la misma manera.
«La paz comienza a colarse en nuestra vida y con ella se disuelve la ansiedad y todas las enfermedades que ella acarrea. Aprender a escuchar las necesidades de nuestro cuerpo, las inquietudes de la mente e instruirnos en la práctica de lo espiritual llena de gozo los días y nos acerca más y más hacia la felicidad». Zaro Drube
Hermosa experiencia de aprendizaje y autoconocimiento físico y espiritual. Un placer haber crecido un poco mas de la mano del profe Zaro 🙂
Es lo mejor q podemos hacer para nuestro cuerpo y mente.
Gracias zaro x tu esfuerzo y dedicacion en cada clase
Zaro estoy feliz de q seas mi profe!