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¿Cómo volver con energía y motivación a la oficina?

La vuelta al trabajo presencial genera dudas entre los empleados, que en su mayoría se verán obligados a cambiar sus rutinas para adaptarse a un modelo laboral híbrido. ¿Qué recomiendan los expertos para que este trance no sea traumático?

La vuelta a la oficina comienza a ser una realidad para miles de españoles. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que el porcentaje de personas que teletrabajan ha pasado en los últimos 12 meses de representar el 16,2% de todos los ocupados al 9,4%, lo que supone casi siete puntos porcentuales menos. Las previsiones indican que, tras el verano, la presencialidad o la semipresencialidad en los puestos de trabajo continuará creciendo.

Fede Martrat, socio director de la consultora ActitudPro, advierte de que el regreso va a ser más traumático que cuando la gente tuvo que adaptarse a trabajar desde casa. “Va a costar mucho más. Hay gente que no tiene ganas de pisar la oficina de nuevo y volver a cambiar su rutina. Además, habrá un nuevo estilo de trabajo [más flexible, en el que las habilidades emocionales tendrán mucho peso y que estará más enfocado en los resultados que en las horas empleadas] que las empresas tendrán que adoptar si quieren sobrevivir”, explica este experto.

Todos estos cambios pueden generar estrés, inseguridades e incluso un rechazo a ir a trabajar. Tres factores que empeoran la productividad, pero también la salud mental. ¿Cuáles son los pasos para llegar con la energía suficiente a la oficina, no perder la motivación y seguir creciendo profesionalmente?

‘Resetear’ la mente

Para los expertos, es fundamental aprovechar las vacaciones para resetear la mente y liberar el estrés acumulado durante este año de incertidumbre. “Nos van a obligar a hacer cambios. Eso es seguro. Ahora, los trabajadores necesitan reponer fuerzas para llegar a la oficina descansados al máximo”, destaca Martrat. Para lograrlo, este experto aconseja, si es posible, coger mínimo tres semanas seguidas de vacaciones y no marcarse metas difíciles. “Todo el mundo tiene expectativas, desde bajar de peso hasta finalizar una larga lista de actividades. A veces, es difícil cumplirlo todo y, cuando vuelves al trabajo, te das cuenta de que no has podido hacerlo y eso genera frustración. Hay que ser equilibrado en lo que puedes pedirte a ti mismo y en lo que no”, anuncia.

PRINCIPALES CONSEJOS PARA LIBERAR LA TENSIÓN Y LOGRAR UN DESCANSO FÍSICO Y MENTAL

Acabar el trabajo. Lo más recomendable es, antes de dar comienzo al periodo vacacional, culminar todos los asuntos laborales pendientes. Eso permitirá no pensar en el trabajo durante esas semanas libres. Una buena idea es informar al resto de colaboradores vía correo electrónico del periodo de ausencia, rematar los últimos flecos de los proyectos pendientes y delegar el resto del trabajo en un compañero.

Cuidarse. El objetivo debe ser llegar con energía y para ello es importante adaptar hábitos saludables y no caer demasiado en los excesos.

Hacer planes diferentes. Para combatir la monotonía que puede suponer el trabajo, es recomendable practicar actividades más dinámicas y variadas.

Viajar. Con las restricciones impuestas para controlar el número de contagios es mucho más complejo, pero, según los expertos, esta actividad sigue siendo la forma perfecta para desconectar y recuperar la motivación.

Usar menos el celular. El tecnoestrés es otro de los factores que agota a los trabajadores y que, incluso, acaba afectando a su salud mental. En las vacaciones, dejar a un lado la tecnología reduce la ansiedad y ayuda a conciliar mejor el sueño.

Marcarse retos para estar motivado

La motivación en el trabajo es una mina de oro, tanto para los empleados como para la empresa. Un estudio publicado en 2020 por la Universidad de Warwick (Reino Unido) afirma que un trabajador feliz y con energía es un 12% más productivo y un 31% más eficiente. Pero, ¿cómo lograr que el síndrome posvacacional no afecte a la motivación? Martrat afirma que deben marcarse unas metas. “Para volver motivado, lo principal es ponerse retos. Nuevos objetivos que, por pequeños que parezcan, para un individuo pueden despertar muchas ganas de hacer las cosas”, comenta.

Además, insiste este experto, es tan importante cumplir estos objetivos (lo que se conoce como motivación intrínseca) como ser capaz de transformar un estado de ánimo negativo en uno positivo (motivación extrínseca). “Hay que pensar en que te pueden pasar cosas positivas”, comenta. Este sentimiento, además, es necesario para progresar y crecer laboralmente. En este ámbito, Martrat expone tres variables necesarias para ascender en una empresa: ser ambicioso, mejorar constantemente las habilidades y tener una buena autoestima.

Adaptarse al modelo híbrido

Los expertos calculan que adaptarse a la vuelta a la oficina llevará en torno a tres o cuatros semanas, ya que el nuevo modelo de trabajo híbrido se pondrá en marcha por primera vez en muchas empresas. Saber organizarse esos días (tanto para los empleados como para los jefes) será esencial para que el regreso sea un éxito. El paso más importante es establecer qué días se trabajará en remoto y qué días habrá que acudir al puesto presencial. Para que la incertidumbre tampoco sea un lastre, lo ideal es acordar estas cuestiones antes de la vuelta a las oficinas para que los trabajadores vayan asimilando poco a poco los cambios que tendrán que hacer para reorganizar su día a día de nuevo.

“Se tiene que llegar a un acuerdo entre el jefe y los empleados. No se puede imponer cuántos y qué días se trabajará de una forma u otra. Tampoco se puede llevar a cabo de un día para otro”, explica el socio director de la consultora ActitudPro. La solución que propone Martrat es crear un calendario, similar al de las vacaciones y días libres, que sirva para que el empleado se organice a corto y a largo plazo.

El segundo paso para favorecer esta adaptación es incorporar, desde el principio, los buenos hábitos que se han ganado durante el tiempo que han estado trabajando desde la vivienda y erradicar las malas costumbres que existían antes del estallido de la pandemia. “Los viajes se pueden minimizar mucho más gracias a las videollamadas. Hemos aprendido a trabajar por objetivos y no por horas, a no enrollarnos tanto e ir a lo efectivo. Eso se tiene que quedar, pero hay que eliminar, por ejemplo, las largas pausas que había antes [de la pandemia en las oficinas] cuando tomábamos un café”, matiza Martrat. Claves que, además de facilitar el asentamiento del modelo híbrido, ayudarán a la conciliación, a reducir el estrés y a aumentar la motivación entre los empleados.

Fuente: www.elpais.com