¿Sabés cómo podes modificar las vibras de un espacio? Conocelo en esta nota.
El Feng Shui es un arte ancestral que se basa en la cosmogonía china y busca alcanzar el bienestar del individuo con su entorno de acuerdo a las condiciones ambientales.
Según este arte, organizar el entorno de cierta manera puede mejorar el flujo de energía positiva, haciéndolo más agradable para el individuo; aunque también puede generar el efecto contrario. Por eso, es necesario conocer bien cómo utilizar sus principios.
Como base principal, el Feng Shui considera que la distribución de los 5 elementos es indispensable a la hora de hacer fluir correctamente la energía. Y los colores se relacionan directamente con los elementos.
- Agua
- Fuego
- Tierra
- Metal
- Madera
Por eso, es posible usar ciertos colores para crear la energía que deseas dentro de tu casa.
Azul: agua
El azul es un color que simboliza la paz, la pulcritud y que se relaciona directamente con el elemento agua. Es un color que favorece el descanso, también la introspección, el pensamiento y la tranquilidad interior. Por eso, es un color ideal para implementar en dormitorios. Combina bien con el blanco, que ayudará a resaltar los detalles.
Rojo: fuego
El rojo dentro del Feng Shui se relaciona con el elemento fuego. Simboliza la pasión, también con la alegría y la diversión. El rojo y otros colores que se relacionan con el fuego (como el púrpura y el naranja) son perfectos para el salón de estar, o una sala de juegos.
No son colores recomendados para personas que tienen problemas de estrés o ansiedad, porque intensifican esos sentimientos. En cambio, quienes tiendan a tener estados de ánimo depresivos, deberían aprovechar estos colores. Incluso, pueden poner algunos detalles en rojo dentro de la habitación.
Marrón: tierra
Los tonos naturales como la madera o el beige se vinculan con el elemento tierra. Esto simboliza el equilibrio y la seguridad. También dan sensación de confort y comodidad.
Los colores en esta gama son perfectos para espacios donde compartir un momento de relajación y sentirse cómodo. Si se lo complementa con una luz cálida, mucho mejor.
Blanco: metal
El blanco es un color que se relaciona directamente con el metal, igual que los colores dorado, plateado y gris. El metal se vincula con la fuerza, la resistencia y también la individualidad.
Por eso, el exceso de blanco puede llevar a un cierto distanciamiento. Es mejor no abusar de él. Es ideal para estudios porque también fomenta la creatividad.
Verde: madera
El color verde y sus derivados se relaciona con el elemento madera, y este a su vez con la naturaleza y la abundancia. Además, tiene como virtud especial propiciar la vitalidad, la tranquilidad y descansar la vista.
El verde y sus tonalidades son ideales para un dormitorio, un living, un baño o la pieza de los niños.
Fuente: LA BIOGUIA
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