Las calles de la capital de Perú fueron, el pasado viernes 15 de Octubre, testigo de la lucha de cientos de mujeres indígenas llegadas de varios países de América Latina que marcharon para defender sus derechos y visibilizar su aporte económico, social y ambiental en la región, con motivo del Día Internacional de las Mujeres Rurales.
«Somos mujeres revolucionarias, somos mujeres del campo, de lucha y necesitamos que entiendan los grandes capitalistas que también nosotras tenemos derechos que tienen que respetar (…). Somos mujeres fuentes de vida y vamos a seguir luchando en búsqueda de la igualdad», declaró a Efe Angélica Ponce, ejecutiva nacional de la Confederación Sindical de Mujeres de Comunidades Interculturales de Bolivia.
Desde este país vecino, Ponce llegó a Lima convocada por la Segunda Cumbre de Mujeres Indígenas de Abya Yala, que reunió en la capital peruana a unas 500 mujeres indígenas de todo Perú y otras 145 provenientes de más de diez países de la región, según detalló a Efe Lourdes Huanca, presidenta de la Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas y Asalariadas del Perú (Fenmucarinap).
«MILES A UNA SOLA VOZ»
La marcha de este viernes fue la primera actividad pública de este encuentro internacional, que se inició con un acto simbólico en el Parque Andrés Avelino Cáceres, en el distrito de Jesús María.
En el centro de esa plaza limeña, centenas de vegetales, frutas, flores, semillas y artesanías representaron la silueta de una mujer en una ofrenda mística a la Pachamama (Madre Tierra).
Alrededor de esta gran figura, las voceras de las delegaciones de Perú, Bolivia, Guatemala, Colombia y México, entre otras, entonaron discursos en los que ensalzaron el rol de la mujer indígena y campesina en el cuidado del territorio, el medio ambiente y la familia, y en el desarrollo económico y social de la región.
Clamaron, también, hacer respetar sus derechos, poner fin a la discriminación y a la violencia de género, con un llamado a seguir luchando, siempre unidas.
«Ahora somos miles, a una sola voz», «desde lejos he venido en defensa de mi pueblo», «vamos mujeres, carajo, las mujeres no se rinden, carajo», cantaban.
Luego, el pasacalles recorrió las principales avenidas de Lima hasta llegar al centro histórico de la ciudad, donde se realizó otra ofrenda mística en el Palacio del Gobierno peruano.
REFORMA AGRARIA PERUANA
A las demandas regionales se sumaron también reclamos a nivel nacional. En este sentido, la presidenta de la Fenmucarinap mencionó la ineludible necesidad de considerar a las mujeres indígenas y rurales en la segunda reforma agraria que el presidente peruano, el izquierdista Pedro Castillo, lanzó el pasado 3 de octubre.
«Reforma sin mujeres, no es reforma agraria», gritaron al unísono sus compañeras, en alusión a este nuevo programa gubernamental que incluye una serie de medidas para impulsar la agricultura mediante tecnología, asesoramiento técnico y vías de comunicación.
Huanca agregó que, con la marcha en Lima, las más de 500 mujeres llegadas de distintos rincones del Perú también querían «decir al presidente de la República ‘aquí estamos las mujeres luchando al lado de él'».
«Sabemos que la derecha lo quiere tumbar, pero con la fuerza de las mujeres campesinas indígenas no lo van a lograr, pero él también tiene que escuchar y tiene que respetar y cumplir la promesa que hizo para los pueblos indígenas originarios», apostilló a Efe.
DOS CUMBRES ANUALES
A partir del sábado, la cumbre seguirá con varios foros virtuales en los que se abordarán temas como la soberanía alimentaria, el respeto al territorio y al cuerpo de la mujer, la igualdad de género, la crisis climática, las reformas constitucionales y el derecho al buen vivir.
De estas mesas de debate, que se extenderán hasta el próximo lunes, saldrá una agenda conjunta, «una declaración en voz de todas las mujeres», dijo Huanca, que se presentará «a todos los presidentes de los países» participantes de la cumbre y ante el Foro Permanente de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Este es el segundo encuentro de mujeres indígenas Abya Yala, luego de la primera cumbre celebrada en Bolivia los días 27 y 28 del pasado mes de mayo.
La idea, según informaron a Efe las organizadoras, es instaurar dos citas anuales y, para 2022, se prevé que Guatemala y México sean las sedes de las cumbres que se celebrarán en marzo y octubre próximo, respectivamente.
Vía: nuevatribuna.es
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