Hacer mermelada casera es una tradición que se ha transmitido a lo largo de los años, y es una excelente manera de aprovechar las frutas frescas. En el caso del durazno, su pulpa dulce y fragante se convierte en una conserva ideal para untar sobre pan, rellenar postres o acompañar tus desayunos. Prepararla en casa tiene la ventaja de controlar la cantidad de azúcar y evitar los conservantes, logrando un producto mucho más natural y saludable.
Ingredientes
- 1,3 kilos de duraznos maduros
- 800 g de azúcar
- 3 cucharadas de jugo de limón
- 1 ramita de canela
Preparación
Paso 1:
Pela los duraznos y quítales el hueso. Procesa la pulpa hasta que quede bien triturada. Agrega el azúcar, el jugo de limón y la ramita de canela. Mezcla bien todos los ingredientes.
Paso 2:
Coloca la mezcla en una cacerola de fondo grueso (las de cobre son ideales para que el calor se distribuya de manera uniforme). Cocina a fuego bajo, revolviendo de vez en cuando con una cuchara de madera.
Paso 3:
Para saber si la mermelada está lista, coloca una cucharada en un platito y refrigérala durante 2 minutos. Luego, pásale la cuchara de madera, trazando un surco. Si el surco se mantiene, está lista. Si se junta, sigue cocinando un poco más.
Paso 4:
Mientras aún está caliente, vierte la mermelada en frascos esterilizados, dejando aproximadamente 1 cm de espacio antes de llegar al borde. Tapa con tapas nuevas y esterilizadas, luego coloca los frascos boca abajo durante 10 minutos. Después, dales la vuelta y deja enfriar. Guarda los frascos en un lugar fresco, seco y oscuro, donde se conservarán hasta por un año. Una vez abierto, guarda el frasco en la heladera y consume dentro de los 15 días.
Tips
- Utiliza duraznos maduros, ya que aportan el mejor sabor y la cantidad justa de pectina natural, lo que ayuda a espesar la mezcla sin necesidad de añadidos.
- El jugo de limón no solo mejora el sabor, sino que también ayuda a estabilizar el color y a conservar la mermelada por más tiempo.
Add Comment