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Jazmín: cuidados y propiedades de la planta con más perfume y fragancia

Los jazmines son ideales para la decoración de jardines exteriores.

El jazmín es, junto con las rosas, una de las reinas de la perfumería y el aroma agradable. Son arbustos trepadores con follaje semi persistente o perenne nativo de la India. Pertenecen a la familia Oleaceae.

La naturaleza trepadora de esta planta se presta perfectamente para ser utilizada como una flor ornamental, tanto para las paredes externas de la casa como para las rejas, balcones, terrazas y ventanas.

En la actualidad, las flores del jazmín se utilizan para hacer té, cuya infusión preparada es una de las más famosas en China y otros países asiáticos.

Los pétalos contienen ácido salicílico, por lo tanto contiene propiedades ansiolíticas y analgésicas al mejorar la circulación de la sangre.

Asimismo, las flores del jazmín en infusión favorecen la digestión, es antiséptico y mejora el estado de ánimo en general.

Otro modo de utilizar el jazmín es mediante un aceite esencial, el cual va a concentrar muchos de sus beneficios, en especial para el cuidado de la piel.

Cuidados del jazmín

La planta del jazmín es ideal para decoración de jardines, pero requiere atención y algunos cuidados especiales.

El control del crecimiento del jazmín debe ser seguido de cerca, pues excede muchas veces lo proyectado debiendo podar regularmente.

Te presentamos otros cuidados extras que deben tener los jazmines:

– Los jazmines pueden crecer hasta 3 metros de altura. Son resistentes a temperaturas de hasta -15°C. Pero, deben ser protegidos en regiones con inviernos muy fríos.

– Asimismo, el suelo no necesita de ningún agregado especial, simplemente mantenerlo húmedo y controlar el correcto drenaje.

– En etapa de crecimiento se puede regar cada 2 días, duplicando la espera cuando están en flor cada 4 o 5 días.

– Uno de los problemas que podemos tener con los jazmines está relacionado directamente con que los capullos no se abran. Lo que tenemos que hacer en esos casos es darle más luz a la planta, aunque la misma no debe llegar de forma directa.

– Al ser una especie trepadora, el jazmín está sujeto a parásitos. Entre estos, los más comunes en el ataque a la planta son la cochinilla y los pulgones. Los insectos escamosos pueden aparecer en la planta durante la temporada de primavera.

– Para combatir estas plagas, si están contenidas, simplemente retírelas con algodón y luego desinfecte todas las áreas afectadas. Si los insectos son muchos y el tamaño de la planta es mayor, se deben usar sustancias especiales o insecticidas.

Cómo sembrar semillas de jazmín

– Las semillas de jazmín se deben sembrar a principios de la primavera o a finales del invierno bajo un refugio cálido o calentado a 25°C.

– Para sembrar una planta de jazmín se recomienda llenar las macetas o cubos con tierra de siembra y arena en parte iguales.

– Luego, coloca las semillas en la superficie y cúbrelas moderadamente con tierra para macetas.

– Cuando las plantas tengan al menos tres pares hojas puedes trasplantarlo a una maceta más grande o directamente al suelo del jardín.

– Se recomienda plantar los jazmines en un lugar soleado, al abrigo del viento. Debes tener en cuenta que se debe plantar cuando el sol no está dando directamente al lugar de cultivo, es preferible hacerlo al atardecer, un poco antes de que anochezca.

– Los jazmines no son demasiado exigentes en cuanto al tipo de suelo, crecen incluso en suelos secos, pobres y pedregosos. Sin embargo, favorecen los suelos ricos en materia orgánica, frescos, ligeros y bien drenados.

– A los jazmines no les gusta el exceso de agua, lo que provoca que las hojas se amarilleen y caigan.

– Mojar un poco el follaje por la noche realzará el aroma del jazmín. En invierno, se debe regar una vez a la semana en tiempo seco.

Fuente/repost: María Bermúdez / nuevamujer.com