Psicología y coaching

Tu vida es un reflejo del estado de tu mente

Entornos desordenados, relaciones tóxicas, problemas y dificultades no son más que el reflejo de una mente que precisa orden y calma. Te contamos cómo influyen en tu estado emocional.

Tu vida es un reflejo del estado de tu mente
Mujer con ansiedad
Hombre pensando

¿Alguna vez has sentido que la vida es injusta, que no recibes las oportunidades que mereces o que los demás no te tratan como deberían? Todos hemos atravesado temporadas en las que nada parece salir bien, en las que nos sentimos estancados o perseguidos por la mala suerte. En realidad, todo lo que te rodea es, en gran parte, un reflejo del estado de tu mente. Y, por lo mismo, tienes la posibilidad y la responsabilidad de actuar para cambiarlo.

Muchos de nosotros hemos caído en el victimismo y en el sentimiento de indefensión ante la vida. Hemos permanecido durante años creyendo que lo que sucede está fuera de nuestro control y que, por ende, no podemos hacer más que resignarnos ante ello.

Sin embargo, si no te gusta el estado en el que se encuentra tu vida, tienes la opción de dirigir la mirada hacia dentro para encontrar las respuestas.

El estado de tu vida es un reflejo del estado de tu mente

Cuando estamos descontentos con la realidad que, creemos, nos ha tocado vivir, no siempre somos capaces de precisar qué es lo que nos incomoda. Tal vez nos sentimos poco exitosos, faltos de amor o reconocimiento o cansados de luchar contra circunstancias adversas.

Como hemos dicho, está en nuestras manos realizar un cambio; pero, para ello, primero debemos identificar qué es lo que deseamos modificar. Un ejercicio tan sencillo como esclarecedor consiste en observar el estado de nuestra vida, analizarlo y responder a las siguientes cuestiones.

¿Cómo está tu entorno?

Los espacios en los que habitamos, trabajamos o pasamos gran parte de nuestro tiempo son un claro reflejo del estado de nuestra mente. ¿Cómo están los tuyos? ¿Mantienes tu espacio ordenado, limpio y despejado o, por el contrario, convives con la desorganización, el caos y la acumulación de objetos?

Es cierto que el desorden potencia la creatividad y el pensamiento original. Y, del mismo modo, una excesiva atención a la pulcritud puede ser signo de pensamiento obsesivo. Sin embargo, cuidar de nuestros ambientes es también una forma de cuidarnos a nosotros mismos y, si no hallas la motivación o el tiempo para ocuparte de lo primero, probablemente también estés desatendiendo lo segundo.

Mira a tu alrededor, ¿hay confusión, acumulación y sensación de dejadez? Eso es también lo que está ocurriéndote a nivel interno. Así, es probable que te cueste soltar el pasado, priorizar y encontrar orden dentro de tus propios pensamientos.

¿Cómo están tus relaciones?

Somos la suma de aquellas personas con las que más tiempo pasamos. Y, a la vez, las relaciones que mantenemos con ellas son un reflejo de la que mantenemos con nosotros mismos. ¿Sientes que estás rodeado de personas cariñosas y respetuosas, que te enriquecen y te aportan positividad? Perfecto, esta es una buena pista de que esas mismas cualidades predominan dentro de ti y, por lo mismo, seleccionas vínculos que te las reflejan.

Ahora, si sientes que quienes están a tu alrededor son egoístas, desconsiderados o tóxicos, piénsalo antes de culpar a la mala suerte. ¿Por qué aceptas ese trato y continuas en esas relaciones? ¿De qué manera puedes estar contribuyendo tú a este tipo de dinámicas?

¿Cómo están tus circunstancias?

Por último, plantéate cómo están tus circunstancias. ¿Crees que tienes una vida sencilla y feliz y repleta de opciones o sientes que todo es complicado y oscuro? Los adjetivos que utilizas para designar tu realidad son los que también aplican para el estado de tu mente. No vemos las cosas como son, sino como somos. Tanto el sufrimiento como las oportunidades parten de nuestra mente.

Cambia el estado de tu mente

En suma, si no te gusta lo que ves fuera, comienza por modificar lo de dentro. Cuando algo de tu realidad exterior te perturbe, pregúntate qué parte de ti puede estar reflejando. ¿Tu armario está lleno de objetos inservibles? Trabaja el desapego, aprende a soltar cargas del pasado. ¿Sientes que no te respetan? Comienza a respetarte tú mismo. ¿Todo parece complicado?: empieza a apreciar los detalles sencillos de la vida.

Pelearte contra la realidad que no te gusta es como romper un espejo para cambiar lo que se refleja en él. Todo inicia en ti, trabaja contigo.

Pon orden a tu caos externo para ser más feliz