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Matías Zanotti: Como buen argentino, uno viene entrenado en materia de crisis

El artista cordobés Matías Zanotti vive en Madrid desde hace 15 años. Mientras sostiene la cuarentena en esa ciudad, convierte su balcón en una vidriera donde se respira arte y glamour.

Una foto y el video en su balcón fueron los estímulos para consultar a Matías Zanotti, el talentoso artista cordobés dedicado al diseño escénico y radicado en Madrid. Matías se fue 16 años atrás a Italia por una beca en diseño que ganó en Córdoba en 2004. Luego se instaló en Madrid.

Cuando comenzó la pandemia estaba terminando la realización del vestuario para una compañía de teatro independiente mientras empezaba las reuniones para una producción de gran formato de flamenco contemporáneo. El espectáculo es un homenaje a Pablo Picasso en el que tiene a cargo el diseño y realización de vestuario, pero ese proyecto se ha pospuesto hasta el año que viene. Le preguntamos al creador del inolvidable Teatro Lírico de Muñecas sobre los modos de supervivencia en medio de la pandemia.

–¿Qué pasa en tu balcón?

–Desde que estamos encerrados en casa, lo de salir a aplaudir a los balcones se ha vuelto para muchos una ceremonia casi indispensable. Sirve para que asomemos nuestras cabezas al exterior y nos reconozcamos unos a otros como náufragos del mismo barco. Eso ha hecho que se creen nuevos vínculos entre los vecinos. Madrid está llena de callejuelas de balcones enfrentados con lo cual día a día se han ido creando contactos a través de las miradas cómplices y las sonrisas cotidianas, para darle un poco de sentido al día a día y sabernos un poco más acompañados en esta situación desoladora. Así fue como me di cuenta que la vecina del 2º es una cantante y actriz de musicales maravillosa, que la vecina de enfrente es una bailarina con una línea exquisita y que mi otro vecino del segundo que es fotógrafo y filmmaker vive con un actor y dramaturgo.

Actores desde el balcón. Fotografía: Jesús Mayorga.

Actores desde el balcón. Fotografía: Jesús Mayorga.

Juntos armaron un pequeño documental que titularon CONfinARTEque puede verse por Instagram. Como en su casa/taller tenía muchos retazos de tela, cosió metros y metros de banderines de tiras de distintos colores que pusieron con la ayuda de los vecinos de enfrente, pasándonos sogas de un balcón a otro y eso creó un efecto dominó en toda la calle.

«Este proyecto colectivo entre los vecinos me puso en mi rol habitual de darle un toque de glamour, vistiendo con mis personajes a cada uno para el documental. Cuando vi que por las noches después de los aplausos la gente en los balcones seguía ávida de socializar y pasar un rato de ocio se me ocurrió proponerle a mi vecino hacer alguna de mis performances en el balcón y que él las grabara. Así llevamos ya dos fines de semana montando un micro escenario en el balcón y con algunas de sus luces del estudio y mis telones y complementos varios creamos un espacio escénico para dar rienda suelta a la diversión y la fantasía con estas apariciones esporádicas.

–¿Cuál es tu reflexión sobre la cuarentena?

–Siempre trato de sacar el lado positivo a todo y creo que desde luego, como en todo parón (sic) hay una oportunidad para observar, y en este caso, más que nunca para mirar hacia dentro, ahora que nos hemos tenido que guardar en nuestras casas. Al principio no dejaba de ver el lado fascinante de este momento histórico, la oportunidad de hacernos conscientes y por ende más responsables, sobre la locura de vida que llevamos, sobre esta sociedad de consumo desalmada que hemos ido forjando entre todos. Además del impacto perjudicial que ejercemos en el planeta con nuestro antropocentrismo desmedido.

Sensaciones ambiguas

Matías señala que como artista la sensación es ambigua. Lo asaltan los mismos temores que a la mayoría sobre este panorama tan incierto que afecta al sector de la cultura y, en especial, a las artes escénicas.

Pero por otro lado comenta: “Como buen argentino uno viene entrenado en materia de crisis y si le sumamos que me he dedicado al mundo artístico desde los 19 años, creo que, como tantos colegas de profesión, tenemos herramientas para buscarnos la vida y llevar el ingenio y la creatividad como armas de supervivencia. El arte siempre te obliga a estar en el presente. Lo cierto es que siempre he vivido al día, cambiando de un proyecto laboral a otro y haciendo un ejercicio de entrega y confianza constante. Ahora esta situación nos pone a todos al extremo en esa lección de hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos aquí y ahora».

Y agrega: «Por eso los artistas en ese aspecto tenemos alguna ventaja. Después de pasar algunos días angustiado, me di cuenta de que si hay algo que me caracteriza y que agradezco de mis orígenes en el teatro independiente en Córdoba es justamente la capacidad de resolver con poco y en cualquier espacio. Intuyo que esta coyuntura va a complicar las grandes producciones por un tiempo y justamente quizás eso abra una brecha para volver a lo pequeño que es donde yo siempre he sabido moverme bien”.

En Madrid están levantando paulatinamente la cuarentena, un plan de «desescalada” en el que poco a poco irán abriendo algunos sectores comerciales. Dentro de un mes se prevé que abran los teatros y espacios culturales con bastantes restricciones, como el 30 por ciento del aforo y respetando las medidas de distancia social.

“Me parece demasiado complicado y hasta absurdo en algunos casos. De hecho creo que no es rentable para muchos teatros, porque los gastos fijos son los mismos y no compensa económicamente. La próxima semana ya se podrán hacer reuniones en casas de máximo 10 personas y supuestamente poco a poco iremos llegando a lo que ya han dado en llamar la ‘nueva normalidad’, esta nueva realidad más profiláctica que me sigue pareciendo muy surrealista, pero que trato de mirar con cierto humor”, concluye.

FUENTE: www.lavoz.com.ar