Cada año, con la llegada del invierno las recomendaciones para el cuidado de la piel pasan por prevenir resequedad a causa de los cambios bruscos de temperaturas, la calefacción excesiva, el uso de agua muy caliente, el frío y los vientos intensos. Pero este año, la cuarentena trajo cambios en nuestra piel y con ellos nuevos consejos para mantenerla saludable.
Según Florencia Paniego, dermatóloga y alergista (MN.94996), el confinamiento alteró el ritmo circadiano del sueño-vigilia, es habitual sufrir de insomnio por la falta de horarios prefijados, lo que activa el cortisol, es decir la hormona del estrés, que hace que el cuerpo empiece a sentir ansiedad, además de la que ya se vive por el aislamiento y la pandemia. «Empiezan a surgir problemáticas como la caída del pelo, brotes de acné, rosáceay dermatitis atópica, entre otras enfermedades psicosomáticas que se agravan por el estrés», explica Paniego. Durante este período, la dermatóloga asegura que el foco de las consultas que recibe cambió y que el 90% son por acné y dermatitis.
La rosácea es otra problemática que se incrementó ya que también es muy sensible al estrés y a los cambios térmicos. «Hoy pasamos más tiempo en casa con la calefacción, junto a la estufa, o realizando tareas culinarias cerca de la cocina, usamos agua caliente, la toma infusiones, la ingesta de alcohol, todos agravantes de la rosácea», señala Paniego. También se hace presente la dermatitis atópica que se caracteriza por presentar piel seca, que se pone colorada y con escoriaciones por el rascado, porque el paciente siente un gran prurito o picazón. «En general, notamos que la piel está estresada, porque se torna seca, se deshidrata, pierde brillo y naturalidad», aclara.
Por su parte, la doctora Mónica Maiolino, dermatóloga (MN 86473, MP 444334), advierte que, a los factores propios del invierno, este año se suma el uso de productos de limpieza abrasivos con mayor frecuencia como la lavandina, así como jabones y alcohol en gel para higienizar las manos, lo que aumentan las posibilidades de daño cutáneo. Otro factor que incide sobre la salud de la piel es el barbijo que incrementa las incomodidades porque se coloca sobre una zona sumamente sensible. Verónica Tosi, dermatóloga (MN 116620) asegura que el uso frecuente del barbijo genera fricción y oclusión de la piel alterando la integridad de la barrera cutánea, desencadenando una cascada de eventos inflamatorios.» Además, favorece la acumulación de suciedad y de sebo en los poros permitiendo el sobrecrecimiento de cuti bacterium acnes, la principal bacteria involucrada en la fisiopatología del acné, lo que va a ocasionar un desbalance en el microbioma desencadenando o empeorando el acné», advierte. Por eso recomienda que al retirar el tapabocas siempre se utilicen limpiadores suaves para luego hidratar la piel con cremas emolientes, fluidas y no comedogénicas. «En algunos casos, se puede llegar a necesitar el uso de cremas recetadas para controlar la inflamación de la piel. Es recomendable la higiene del barbijo o tapabocas luego de cada uso», concluye.
EL AUGE DE LOS TRATAMIENTOS EN CASA
Son un boom, pero no solo porque tenemos más tiempo para hacerlos sino porque la piel sufre las consecuencias de las semanas que llevamos encerrados. «La flaccidez va in crescendo y de un día para el otro la ley de gravedad se impuso, así aparecen surcos nasogenianos más marcados, párpados caídos, ovalo desdibujado», dice Cristina Sciales, médica cirujana y especialista en belleza (MN 66744). ¿Pero no era un proceso paulatino y cronológico? Muchos factores inciden a que este cambio se vuelva abrupto durante la cuarentena como las alteraciones del sueño, las hormonales por estrés, las alteraciones en la alimentación como, por ejemplo, la ingesta de muchos dulces que producen trastornos de la glicación que destruyen las fibras de colágeno y elastina.
Para solucionarlos, los sérums están entre los tratamientos de belleza más elegidos en esta etapa, logran un buen efecto al instante, son de textura ligera y de fácil aplicación. Para pieles secas, se recomienda apostar por sérums que contengan ácido hialurónico y vitamina C, mientras que para aquellas afectadas por la polución mejor apostar por sérums que sean antioxidantes que vuelvan a darle una mejor apariencia a la piel. Se aconsejan también aquellos sérums que contengan retinol por su efecto regenerativo.
«El auge de los serums se produce porque es un vehículo agradable y fácil de aplicar en todo tipo de piel: oleosas, secas, sensibles; y permite vehiculizar fundamentalmente antioxidantes y ácido hialurónico», explica Irene Bermejo, médica dermatóloga (MN 60438). También se están usando mucho los tratamientos nocturnos con acción antiage. Un hábito que se sumó es la aplicación de ácidos en aquellas pacientes que no lo hacían. «Hoy la telemedicina, las videollamadas permiten que el paciente pueda hacer una consulta, porque estas aplicaciones tienen que ser guiadas de la mano de un profesional ya que los ácidos pueden irritar. Entonces, la persona puede incorporar el retinol, el glicólico o el retinoico, ya que no hay otras alternativas de tratamientos hasta que la cuarentena pase», añade Bermejo.
En períodos de encierro no hay que descuidar la salud de la piel, por eso se recomienda una higiene facial diaria con limpiadores suaves, no usar astringentes ni exfoliantes duros, además de la hidratación diaria con cremas que restauren la barrera cutánea, humectantes y uso de protector solar. Una dieta balanceada y el manejo del estrés también ayudan a tener una piel saludable. Tampoco hay que dejar de lado la hidratación corporal, conviene elegir cremas con vitamina A, E y alantoína. Se recomienda aplicarlas luego de la ducha, que es cuando hay mayor absorción.
AL PELO
El cabello también se ve afectado por el estrés del aislamiento y la pandemia. El aumento de la caída, la falta de brillo y de fuerza son signos para estar alerta. Conviene no descuidarlo, usar siempre un champú indicado para nuestro pelo y aplicar acondicionador solo en las puntas para evitar que se engrasen las raíces. Si lo notamos muy opaco, son buenas las máscaras que se aplican de medios hacia abajo y que pueden usarse cada 10 días.
Si tenemos tiempo es bueno masajear el cuero cabelludo porque estimula la circulación sanguínea lo que otorga más brillo y suavidad, por la misma razón también es bueno cepillarlo con frecuencia. En lo posible conviene no tenerlo todo el día atado, porque suele debilitarse y quebrarse.
Siempre conviene evitar el agua muy caliente durante el lavado porque dilata las cutículas. Y luego del baño, no hay que secarlo inmediatamente con secador cuando todavía cae agua, sí cuando esté húmedo. Es bueno elegir protectores térmicos antes de usar herramientas de calor y evitar el uso todos los días.
Fuente: lanacion.com
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