Costra láctea
Si bien no luce bonita, la costra láctea no le hace daño a tu bebé y es común encontrarla en la cabecita de los recién nacidos. Tu bebé podría presentar un caso ligero, que tendrá un aspecto parecido a la caspa.
Tu pequeño puede también desarrollar un caso más severo, que incluye cuero cabelludo con manchas escamosas o costras gruesas, grasosas y amarillentas o marrones.
La costra láctea puede aparecer en cualquier momento, entre las dos semanas posteriores al nacimiento y los 3 meses de edad. Normalmente desaparece por sí sola después de algunos meses y no suele representar ningún problema si se presenta después de los 6 o 7 meses de edad.
La costra láctea se forma cuando las glándulas sebáceas producen demasiado sebo, formando una especie de parche o parches que, al secarse, se desprenden como caspa.
Muchos expertos creen que se debe a un exceso de hormonas que la madre produce y pasan al bebé durante el nacimiento, activando estas glándulas sebáceas. Cuando las hormonas en el cuerpo de tu bebé se nivelen (dentro de pocos meses) la costra láctea desaparecerá.
La mejor forma de cuidar la cabecita de tu bebé mientras tiene costra láctea es lavarle el pelito diariamente con un champú suave, especial para bebés.
Dale un masaje en la cabeza con tus dedos o usa primero un paño de tela suave para aflojar las escamas. Antes de enjuagar el champú, cepilla suavemente su cabecita con un cepillo de cerdas suaves para bebés.
Algunos padres usan aceite mineral o aceite para aflojar las costras, pero la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP por sus siglas en inglés) asegura que eso no ayuda, sino que al contrario, puede causar más grasa en la cabeza de tu bebé.
La costa láctea se quita por sí sola, pero consulta al médico de tu bebé si persiste, empeora o se extiende. El médico podría recomendarte un champú medicinal o una crema con cortisona.
Las uñas del bebé
Las uñas de tu bebé son más suaves y flexibles que las tuyas ¡pero afiladas! Un recién nacido que tiene poco control sobre sus extremidades puede rasguñarse o rasguñarte fácilmente.
Otra característica de las uñas de los recién nacidos es que crecen muy rápido, así que tendrás que cortarlas seguido, incluso varias veces en la misma semana. Las uñas de los pies no requieren tanto cuidado.
Algunos padres cortan las uñitas de los bebés con sus dientes pero la AAP indica que esto puede causar una infección.
Lo mejor es invertir en un buen cortaúñas para bebés y conseguir algo de ayuda. Mientras una persona sostiene al bebé tratando de que no se mueva mucho, la otra corta las uñas. Podrías intentarlo mientras come o duerme y así estará más calmado.
Presiona el dedo para alejar la uña de la piel y sostén la mano con firmeza mientras cortas la uña.
Si te preocupa mucho que puedas cortar la piel de tu bebé accidentalmente, una opción es usar una lima suave para mantener sus uñas cortas.
El muñón del cordón umbilical
Después del nacimiento, el médico atará el cordón umbilical con una pinza especial y lo cortará a unos pocos centímetros del cuerpo del bebé. Al bebé esto no le duele y queda solamente el muñón umbilical.
Mantén el muñón tan limpio y seco como te sea posible hasta que se seque del todo y se caiga solo, lo que generalmente suele suceder de 10 a 21 días posteriores al nacimiento.
El ombligo de tu bebé se verá un poco como si tuviera una herida y sanará por completo en pocos días. Cuando el muñón se caiga podrías notar algo de sangre en el pañal, pero no te preocupes que es normal.
Si hace calor, viste a tu bebé solo con su pañal y una camisetita ancha para que el aire ayude a secar lo que queda del cordón.
En cuanto a la costumbre de frotar el muñón con alcohol, muchos doctores no la recomiendan. Algunos estudios señalan que el muñón se seca más rápidamente sin aplicarle nada.
Para mantener el muñón limpio, dale a tu bebé baños de esponja. Los síntomas de infección (aunque son raros) incluyen inflamación, piel roja, pus y fiebre.
Pene circuncidado
Todo lo que necesitas hacer para el cuidado del pene circuncidado de tu bebé es mantener la piel limpia lavándola con agua y jabón como parte normal de su baño. Es mejor evitar los baños de burbujas tanto para bebés con circuncisión como para bebés con el pene intacto, porque pueden causar resequedad en la piel e irritar la zona genital.
El primer día, posterior a la circuncisión, la piel del pene puede estar irritada y podrías notar una capa delgada amarilla. Esto es una buena señal, la cual indica que el pene está sanando normalmente.
La circuncisión rara vez se infecta. Las señales de infección son piel roja que persiste, inflamación en la punta del pene y ampollas con líquido al final del pene.
Si notas cualquiera de estas características, llama de inmediato al médico de tu bebé.
Pene sin circuncidar (intacto)
No trates de retraer la piel del pene para lavarla por debajo a la hora del baño o de la limpieza. Simplemente limpia la parte exterior como lo harías con cualquier otra parte del cuerpo.
Cada caso es individual, podría tomar semanas, meses o años para que la piel exterior del pene se separe y se retraiga. Mientras tanto, no lo fuerces.
Área vaginal
Todo lo que necesita el área vaginal de una bebé es limpieza con un paño húmedo durante el baño y a cada cambio de pañal.
Limpia el área vaginal de tu hija de delante hacia atrás para evitar que las bacterias del ano puedan llegar a su vagina. Asegúrate de limpiar con suavidad en los pliegues de su piel.
Genitales del recién nacido
Ya sea que tuviste un niño o una niña, podrías notar que los genitales de tu recién nacido están inflamados y rojos.
Las niñas podrían tener un flujo blanco o con un poco de sangre. Esto es normal las primeras semanas, y tiene que ver con la exposición que tuvo el bebé a las hormonas de la madre.
Si esos síntomas no ceden luego de seis semanas, coméntaselo al médico de tu bebé en su siguiente consulta. Lee más sobre el cuidado de los genitales de tu recién nacido.
Fuente: Escrito para BabyCenter en Español
Aprobado por la Junta de Asesores Médicos de BabyCenter en Español
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