Emprender un proyecto personal requiere de constancia y paciencia. Como en la naturaleza y en la relaciones humanas, hay que sembrar para luego cosechar. Si estás decidida a abrirte con tu propio proyecto, acá te damos los tips para no fallar en el intento.
Una emprendedora es una persona osada, que se dedica a su empresa con firmeza, tenacidad y pasión. Alguien dispuesta a arriesgar para lograr sus objetivos. Aplica su know how, su intuición y todas la herramientas que estén a su alcance para lograr el éxito.
Una emprendedora puede serlo en diferentes campos. Un ama de casa, una profesional, una artista, una empresaria independiente, una mujer bajo relación de dependencia, una científica…. Es decir: la opciones son múltiples y sólo se trata de que te decidas a apostar a cumplir con tu gran sueño.
Consejos muy prácticos
Si tenés ganas de emprender algo propio, tené en cuenta estos consejos muy útiles:
1) Enamorarse de la idea de emprender. Independientemente del proyecto, negocio o actividad que se quiera desarrollar, es realmente importante encantarse con el concepto de emprender, de tener una idea y llevarla a cabo desde un estadio cero, a la culminación del proyecto completo.
2) Convicción en el proyecto. Se debe emprender por decisión y motivación propia, no por consejos o por imposición de nadie. Hay que creer firmemente en el proyecto y contar con autoconfianza. El camino del emprendedor es arduo y sobre todo en un inicio, por lo mismo y más que nunca uno tiene que tener trazarse objetivo, tenerlo muy claro y enfocarse en él.
3) Pasión. Este solo vocablo engloba muchos otros, también necesarios al momento de emprender. Hablamos de optimismo, de entusiasmo, de energía, y de perseverancia. Solamente podremos ver estos atributos en un proyecto que nos guste y que se relacione de alguna forma con nosotros.
4) Predisposición al riesgo. El hecho de emprender implica aspectos positivos y negativos. Hay que entender con anterioridad que emprender significa exponerse y atreverse a asumir riesgos; si esta situación genera un estrés no manejable, la persona no está preparada para iniciar un proyecto.Se arriesga dinero, se arriesga autoestima y fundamentalmente se arriesga tiempo. Si bien consideramos que el optimismo es sin ecua non un atributo esencial, hay que ser realistas y saber que nuestro proyecto puede o no funcionar. La persona tiene que tener tolerancia al fracaso, aprender del mismo y tener la suficiente capacidad para poder reinventar el proyecto y seguir adelante.
5) Paciencia. El emprender requiere de constancia y paciencia. Como en la naturaleza y en la relaciones humanas, hay que sembrar para luego cosechar.
6)Desarrollo de un Plan de Negocios. Los emprendedores generalmente encuentran esta etapa inicial muy aburrida y comienzan desarrollando el proyecto. Pensémoslo desde otro punto de vista, ¿un arquitecto comenzaría una obra sin planos? ¿Un doctor indicaría una cirugía sin análisis previos?
A diferencia de tener una idea – plan en mente-, escribir un documento formal y con cierta estructura nos ayuda y guía, en la evaluación de nuestro proyecto. Un plan de negocio no necesariamente tiene que ser un documento muy extenso, sino que pueden ser unas 4 o 5 hojas, que incluyan toda la información relevante para realizar el proyecto.
Fuente: parati.com.ar
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