Hace poco fue noticia en Arabia Saudita el hecho de que se comenzó a permitir que ciertas mujeres tengan el derecho de conducir, hasta se les otorgó el permiso de asistir a determinados eventos deportivos. Estas decisiones son parte de un plan con el objetivo de “reformar y modernizar” la nación, aunque todos sabemos que están lejos de lograrlo.
Sin embargo, durante el Future Investment Initiative, un evento tecnológico internacional que se celebró en Riad, la capital de Arabia Saudita, ocurrió algo que generó gran controversia tanto en este país como en el resto del mundo: presentaron al robot humanoide Sophia, creada por Hanson Robotics, como oficialmente una ciudadana saudita. Esta es la primera vez en la historia que un robot adquiere derechos y responsabilidades de manera oficial.
«It is historical to be the first robot in the world to be recognized with citizenship.» Please welcome the newest Saudi: Sophia. #FII2017 pic.twitter.com/bsv5LmKwlf
— CIC Saudi Arabia (@CICSaudi) 25 de octubre de 2017
Lo que más polémica causó fue el hecho de que Sophia, a pesar de ser una máquina, presentó su figura humana y femenina sin velo, sin abaya y sin guardián, las cuales son condiciones que no está permitidas en el reina saudita para las mujeres.
La piel de Sophia está hecha con una silicona especial, imita más de 60 gestos y expresiones humanas y las cámaras de sus ojos registran y analizan lo que capte.
«Mi inteligencia artificial fue diseñada en base a los valores humanos de la sabiduría, la amabilidad y la compasión. Me esfuerzo por ser una robot empática».
«Quiero vivir y trabajar con humanos, por lo que necesito expresar emociones para comunicarme con ellos y ganarme su confianza», explicó Sophia, quien dijo sentirse «orgullosa y honrada».
“¿Cómo es posible que esta nueva ciudadana tenga más derechos que las mujeres?” Fue lo que muchas personas alrededor del mundo se preguntaron. «Un robot humanoide llamado Sophia obtuvo la ciudadanía saudita, mientras que millones siguen sin Estado«, dijo el periodista británico-libanés Kareem Chahayeb. «Vaya época ésta para vivir».
La robot obtuvo la ciudadanía antes que los «kafala», quienes son trabajadores extranjeros que, a pesar de vivir toda su vida en el país, sólo cuentan con un visado especial que les prohíbe abandonar el país sin antes permiso de sus jefes.
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