A la hora de tener un bebé aparecen las dudas y los debates sobre la crianza con apego. Mientras algunos se encuentran a favor, otros están en contra. Marcela Mariangeli, psicóloga especializada en niños y madre de Dante, quien ya tiene catorce meses de vida, habló con nosotros sobre el tema.
“Nuestros antepasados criaban con apego, no dejaban solas a sus crías frente a los depredadores. Aunque ahora parece una moda, para mí no lo es, es lo que me salió siempre naturalmente hacer”, dijo Mariangeli.
Las razones por las que la Psicóloga eligió criar a su hijo de esta manera:
AMOR
“Durante los nueve meses posteriores al embarazo es de suma importancia el contacto físico permanente con la madre: ser alzado, porteado. Así se da lo que podemos llamar un “continuum” entre el adentro de la panza y el afuera. Dormir en la misma habitación ayuda, sea en una cama separada o haciendo colecho, de forma que ante el primer llamado del niño se pueda acudir de inmediato y tomarlo en brazos o amamantarlo. Mamá y bebé necesitan contacto mutuo, él necesita calor, su alimento; si podemos dar la teta, mejor, siempre a demanda, cuando lo pida, sin relojes ni tiempos de por medio”.
RESPETO Y EMPATÍA
“Hay que respetar los tiempos del bebé. Y para esto vamos a necesitar un grado alto de empatía, ponernos en el lugar de ellos, darles la atención que necesitan, nuestra presencia. Sus tiempos son distintos a los nuestros. No están apurados. Actuar sin empatía sería, por ejemplo, dejar llorar a un bebé “para que aprenda”. El llanto altera las funciones de las hormonas que regulan sus emociones y su desarrollo cerebral. No lo hacen para tomarnos el pelo, es su forma de expresarse, su lenguaje para comunicar algo”.
CONFIANZA
“Tiene que ver con confiar en nuestro bebé como un ser capaz. Dejarlo explorar, darle el espacio que necesita. Adaptar la casa lo mejor posible a sus necesidades, permitir que pueda moverse libremente. Adaptar implica tomar medidas de seguridad como, por ejemplo, tapar enchufes, poner sillas que impidan el paso hacia otro lugar, sacar cosas que no pueda tocar así se evitan los “no”, “no toques eso…” El explorar también en relación a la alimentación, las comidas, las texturas”.
SEGURIDAD
“Están aprendiendo a aprender, la curiosidad de un bebé puede ser apasionante y cuando aprendemos que no necesita ser enseñado, aprende por sí mismo, a través de su propio despliegue. Nosotros como figuras de crianza somos quienes vamos a brindarle seguridad, un principio fundante y esencial durante la primera infancia, donde se va construyendo la subjetividad y los lazos sociales que la sostienen”.
EQUILIBRIO
“Al hablar de equilibrio buscamos que la crianza sea abierta a figuras que brinden amor y que estén cerca: papá, abuelos, tías, amigos. Compartir la crianza, dividir tareas, funciones, permite también el auto cuidado; tiempos propios para leer, salir a dar una vuelta, escuchar música, visitar amigos”.
ACEPTACIÓN Y TOLERANCIA
“Aceptemos que nuestra vida se ha modificado, que las cosas han cambiado y que hay que re-organizarse, reinventarse. Aceptar que no todo es como nos gustaría que fuese, que vamos a encontrarnos con días difíciles, demandantes y días tranquilos. Ejercitar la tolerancia y la paciencia. Tener en cuenta en esos días difíciles que “hoy no es siempre”, y practicar la respiración consciente. Los chicos crecen, la vida sigue en movimiento y no hay mejor momento para disfrutarlos que ahora, en este presente que ya no vuelve”.
Fuente: Clarin
Excelente! Tenemos la suerte de criarlo con apego. Nuestro trabajo lo permite